No me pidas Olvidarte (Edición)

CAPITULO 11

Ginny estaba confundida, con lo que Mía le dijo, y más aún estaba confundida porque una parte de ella esperaba ver a Harry entrando para exigirle explicaciones o algo, pero nada. Entonces supo que la mujer no había dicho nada, como Ginny le había pedido, una parte parecía ser buena, pero la otra era como un revoltijo, como si quisiera que en verdad Harry supiera que había perdido un hijo y no ser la única sufriendo por eso. Sonaba egoísta.

--- Weasley, ¿te encuentras bien? --- le preguntaron, Ginny volteo para ver a Malfoy ahí parado observándola detenidamente con confusión, ella no le tenía la suficiente confianza --- te veo mareada.

--- Estoy bien Malfoy, estoy demasiado bien --- le dijo quitándose sus pensamientos y caminando lejos de él. Estaba con un vestido y zapatos altos de tacón, su cabello lo traía amarrado y acababa de terminar su turno, tenía una cita.

Ella había estado saliendo, sin que su familia supiera con un sanador, maravilloso y atento, pero no se sentía cómoda con él, sobre todo porque desde el regreso de Harry, no podía pensar en nadie más que él y no se le hacía justo, no podía simplemente salir con alguien al que no le daba las mismas sensaciones que cuando besaba o abrazaba a Harry. Así que aun con lo que ese sanador sufriera, iba a dejar las cosas hasta ahí.

--- Potter no te ha olvidado, Weasley --- dijo este, antes de que ella subiera al elevador – deberías escuchar su versión completa.

Fue raro, para Ginny, no podía creer que Malfoy estuviera defendiendo a Harry, lo había escuchado de su hermano de la "nueva amistad" de ambos, pero verlo en directo era algo realmente asombroso.

--- ¿Lista? --- le preguntaron a las afueras del elevador, era Steven, el director general y su cita desde hace algunas semanas, Ginny asintió, ¿esto dañaría su carrera?, no creía que su jefe fuera de esas personas, que anteponen lo personal a lo laboral y en verdad esperaba que no fuera así.

--- Espera Steven, creo que es mejor ir a la cafetería de aquí --- le dijo, porque no quería que él gastara su dinero en ella, la haría sentir más culpable --- porque necesitamos hablar...

--- ¿En serio?, ¿no quieres ir al restaurante francés en el que reserve anoche? --- pregunto él sonriéndole, ella negó sintiéndose mal --- como quieras, vamos a la cafetería de aquí.

Entraron a la cafetería del hospital, era amplia, de mesas redondas de madera, con asientos a juego y acolchonados. Tenía una barra de ensaladas, así como una para los pedidos de los doctores y una vieja caja registradoras.

--- No me digas, ¿deseas una ensalada? --- le dijo Steven, como si hubiera descubierto el gran secreto, Ginny asintió --- ve y busca lugar, ahorita vengo con la comida.

--- Prefiero pagar lo mío, mejor --- le dijo rápidamente, pero él ya estaba negando.

--- Nunca permitiría que una mujer pagara su propia comida --- dijo él guiñándole un ojo --- anda, ve a sentarte y ahorita voy yo.

Ginny fue a un lugar apartado de todos, no quería ser el centro de atención, y menos si iba a romper con el jefe de todo el hospital, posiblemente, estaba estaría despedida desde mañana, pero negó, él no era así, no tenía que pensar mal, de un hombre que nunca había hecho nada malo.

Lo vio ir hacia ella, con dos charolas, repleta de comida y le sonrió, dejándole frente a Ginny su ensalada con un jugo de calabaza, así mismo él dejo su comida enfrente del asiento vacío, para sentarse y poder comer.

--- Steven... --- le llamo, porque como siempre él parecía más concentrado en su comida que en lo que le rodeaba --- tenemos que hablar... mira yo me siento rara desde hace algunos días y la verdad desde que mi ex novio regreso yo... bueno... yo no paro de pensar en él --- fue directo al grano, él la miro asombrado y maravillado, siempre admiro la valentía, el coraje y la sinceridad de la Sanadora Weasley, aunque eso doliera, en verdad le gustaba --- no quiero acerté esto, Steven, no quiero lastimarte y complicar más las cosas, necesito tiempo...