14- Baby blues

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La señora Farrant, sentada a la mesa de la cocina, estaba llorando ante el almuerzo. Los gemelos habían empezado a ir a la guardería a jornada completa y en casa no había nadie. El silencio era tal que se podía oír el tic-tac del reloj. Había encerado el dormitorio de los niños, cambiado las sábanas de la cama de Gemma y preparado el pastel de queso y cebolla, y apenas eran las once. ¿Qué haría hasta las tres de la tarde? ¿Y al día siguiente?

Como si tuviera telepatía, el teléfono sonó en ese momento. Era la señora Banerji. Parecía apurada.

-Claire, necesito ayuda. ¿Puedes venir ahora mismo al Centro? Por favor, sólo será un par de horas. Ellie, la chica que dirige nuestra guardería, está enferma, y yo me encuentro con ocho niños de menos de tres años y una clase de señoras que quieren aprender inglés. Soy un desastre con los niños pequeños. Por favor, Claire.

-Voy inmediatamente -dijo Claire.

La idea de pasar una mañana con un grupo de niños pequeños le puso alas en los pies.

¿POR QUÉ ME SALE TODO MAL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora