Delirio

Capítulo 23

Los siguientes días en el hospital fueron muy parecidos a los anteriores, sólo que en ésta ocasión Sun Young no entró en la habitación de Taemin, sin embargo estuvo en el hospital cuidando de él, hablando con los doctores hasta su completa recuperación, la cual no emocionaba realmente al rubio, porque no sabía qué iba a pasar cuando saliera, porque Min Ho había estado a su lado y le dijo tantas veces que no lo iba a dejar solo, pero lo pensó, quizás ellos no deberían estar juntos, no cuando había demasiado dolor si lo hacían, cuando los recuerdos de su hijo se volvían más latentes, porque Taemin lo reconocía, no podía dejar de pensar en su bebé cada vez que veía al doctor Choi, preguntándose si éste lo odiaba por lo que sucedió, porque podría hacerlo pero no demostrárselo, porque a diferencia del pasado en la que creía que solía enojarse y querer perjudicar a Min Ho por su estatus social, ahora ya no lo veía así, sólo como alguien noble que no le demostraría si lo odiaba.

Vio la puerta de la habitación abrirse y al doctor Choi entrar, quien le dirigió una mirada rápida que después cambió hacia la maleta deportiva con ropa que descansaba a su lado, en donde le había llevado ropa que le sorprendió ver porque era suya, él había imaginado que todas sus cosas fueron botadas en cuanto fue echado del apartamento pero ahora se daba cuenta que no era así, pero se dijo que eso no significaba nada, que Min Ho podía seguir queriendo ayudarlo porque se sentía culpable por su sobredosis de drogas. Taemin seguía resistiéndose a la idea de la ayuda pero al mismo tiempo internamente estaba gritando por ésta, él mismo estaba confundido con respecto a lo que quería.

—¿Estás listo? —inquirió Min Ho acercándose a la cama en dónde seguía sentado Taemin.

Taemin asintió, sí, ese día al fin dejaría el hospital, en donde hacían una comida demasiado fea y que él odiaba, y que le hacía agradecer cuando Min Ho le solía llevar pequeños paquetes de galletas que lograba infiltrar en el hospital, que a diferencia de los días anteriores sólo podía estar a la hora de visitas y el rubio se había dicho que podría irse cuando sin necesidad del alta, pero no estaba seguro de la razón de que no lo hubiera hecho, quizás porque le gustaba la atención de Choi aunque él mismo se negaba a aceptarlo, cuando él se decía que después de lo que sucedió con su hijo lo mejor era estar lejos porque no quería hacerle más daño.

Y ahora que iba a salir no estaba seguro de lo qué iba a suceder, porque Min Ho le había dicho que iba a ayudarlo con su adicción, se lo había dejado muy claro cuando la ansiedad por querer consumir algo apareció en esos días que estuvo ahí, sin embargo no creía que pudiera hacerlo, lo mejor sería que él regresara a vivir con Jong In, de quien no sabía nada después de esa noche en el club, pero creía que era lo mejor, porque ya en el pasado la ayuda de Min Ho no funcionó, no quería que las cosas llegaran a repetirse.

—No voy a ir contigo —susurró viendo a Min Ho tomar el bolso deportivo.

—Taemin...

—Min Ho es mejor que estemos lejos, yo...

—No voy a dejarte solo —dijo firme tomando su mano.

—No tienes ninguna responsabilidad conmigo, ya te lo dije...

—Taemin, por favor, no empecemos otra vez, déjame ayudarte.

—No quiero tu compasión, yo...

—No es compasión Taemin, lo hago porque quiero, porque me importas —tomó su rostro entre sus manos —por favor Taemin déjame ayudarte ¿sí? Superemos esto juntos.

El rubio bajó la mirada, no estaba seguro de lo que hacía, una parte de él le decía que lo mejor era que estuvieran lejos, que le dijera a Min Ho que no, que lo dejara solo, que se alejara de él, sin embargo asintió aceptando la ayuda que Min Ho le ofrecía, sin protestar cuando éste volvió a tomar su mano y lo llevó afuera de esa habitación hasta el estacionamiento del hospital, recordándole al pasado cuando fue echado de la casa y éste no le había dirigido la palabra sino hasta que estuvieron en el apartamento, pero las cosas fueron diferentes ahora, como cuando Min Ho se detuvo en un restaurante diciéndole que era tarde, que lo mejor era que almorzaran afuera, y volvió a tomar su mano cuando le abrió la puerta del auto porque él se había quedado dentro de éste.