Min Ho podía observar desde la cama a Taemin cambiarse la ropa, incitándole la imagen que quisiera acercarse y acariciar la espalda de su pareja, pero no porque la lujuria lo estuviera embargando, sino que siempre que veía al rubio cambiarse frente a él sucedía al ver las marcas que éste tenía en su espalda, marcas que antes de que separaran hace un año atrás no habían en el cuerpo de Taemin, de las cuales el doctor se había preocupado mucho la primera vez que las vio, pero no sabía cómo preguntarle a Taemin sobre ellas, porque sabía que al rubio le incomodaba mucho que le recordaran que estaban aquellas cicatrices en su piel, porque cuando notaba su mirada siempre buscaba cubrirlas lo más rápido posible.
Después de que Taemin se colocó un polo negro, se comenzó a ver en el espejo asegurándose que estaba completamente presentable, haciendo que Min Ho sonriera y se olvidara de las marcas de la espalda de su pareja. Ese era el primer día que Taemin asistiría a las clases de cocina y aunque éste no le había dicho que estuviera emocionado era algo que el doctor podía notar, así como lo hizo cuando llamaron para preguntar sobre las inscripciones y lo hicieron.
—Estoy listo —dijo Taemin girándose hacia su pareja.
Min Ho asintió levantándose de la cama y tomando su propia chaqueta ya que después de dejar a Taemin en sus clases de cocina él iría al hospital, y así mismo pasaría a recogerlo, era algo que el rubio le pidió porque le había dicho que no quería volver solo al apartamento, que era algo que también el doctor se había dado cuenta que sucedía muy seguido, que Taemin estaba buscando no quedarse solo cuando semanas atrás parecía no importarle, y debido a eso las visitas de su pareja hacia sus padres se habían vuelto un poco más frecuentes en la última semana, o mejor dicho, las visitas de Taemin a cualquier persona que fuera cercana a Min Ho y tuviera tiempo para pasarlo con el rubio, y aquello no debería preocuparle porque podría parecer que su pareja estaba intentando llevar una vida normal, pero le preocupaba porque sabía que Taemin no era así, era algo extraño en él desde aquel día que habían hecho el amor.
—Vamos —Min Ho comenzó a caminar hacia la puerta —¿A qué hora dijiste que terminaba el curso hoy? —preguntó asegurándose de tener las llaves de su auto.
—A la una de la tarde.
Min Ho asintió abriendo la puerta del apartamento, dejando salir primero a Taemin y después lo hizo él. Lo siguió por el pasillo hasta que entraron en el ascensor, volviendo a sonreír cuando vio al rubio acomodar una vez más su cabello frente al espejo del ascensor, parecía ser algo con lo que Taemin estaba peleando desde esa mañana, su cabello parecía que había decido ser rebelde en el momento menos indicado.
—Te ves bien.
Min Ho recargó su barbilla en el hombro de Taemin, sintiendo como éste relajaba un poco su cuerpo apoyándose en él, sus dedos recorrieron las mejillas del rubio, asegurándose de que no fuera a tener fiebre ya que días atrás había estado resfriado; Taemin había culpado al clima que estaba frío cuando él decidió salir a caminar y que fue el cambio con la temperatura cálida del apartamento, y Min Ho quiso creerle, pero así mismo había estado cuidando de él, a pesar de que los resfriados podrían parecer algo normal al estar expuesto al frío no podía evitar preocuparse por Taemin, mucho menos cuando había tenido que medicarlo y bajarle la temperatura con paños de agua fría, por eso el día anterior no había dejado de repetirle que si no se sentía bien debido al resfriado no dudara en llamarlo.
—Si me demoro más de lo previsto en el hospital espérame —habló en un tono bajo —aunque si prefieres puedes regresar solo al apartamento, sólo avísame.
—Te esperaré.
Taemin se alejó de Min Ho cuando las puertas del ascensor se abrieron, siguiendo hasta el auto del doctor, quisiera poder decirle a su pareja lo que sucedió con Jong In pero tenía miedo de cómo éste fuera a tomarlo, a pesar de que eso fue algo que él no deseó hacerlo, pero le había fallado y si estaba buscando estar con alguien siempre a su alrededor era porque no confiaba en él mismo, porque temía caer en la tentación de consumir el sobrecito de cocaína que Jong In le había dejado esa noche que apareció en el apartamento, y aunque no había tenido unos deseos insaciables de querer consumirlo, sí lo había tenido en sus manos varias veces, observándolo detenidamente, no porque quisiera consumirlo porque en se repetía que no podía hacerlo, sino que era como una forma de recriminarse sobre lo sucedido.
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Delirio
FanfictionTaemin es un chico de dieciocho años que podría consumir lo cualquier sustancia alucinógena que le fuera ofrecida y para conseguirla haría lo que fuera, porque ese era él, no podía ver su vida sin aquellas sustancias que hacían que su vida gris se l...