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Thotiana

2 años atrás.

Regresaba demasiado temprano esta vez. Casi 45 minutos antes. Hoy había decidido recortar su rutina de ejercicios porque cumplía un mes de casado con Thoot, hace unos momentos había comprado el ramo más grande que la florería tenía, en su casa tenia guardados ya dos botellas de vino y un hermoso collar que ella había admirado en un vitral hace pocas semanas.

<< ¿Princesa? –cariñosamente la llamó -¿Qué pasa, amor? –había preguntado al verla paralizarse frente a una vitrina de la joyería.

—Es precioso –dijo ella con voz pérdida mientras miraba la brillante pieza.

—Lo compraremos después ¿te parece? He dejado las tarjetas de crédito en el departamento y todo el dinero me lo eh gastado en el supermercado.

—Está bien –había elevado los hombros levemente y habían seguido con su camino.

2 días más tarde... Jack había vuelto a la tienda para comprar el collar. >>

Era difícil para él asimilar todo lo que había pasado últimamente. Jack siempre se había garantizado por ser alguien rebelde, no le gustaban las responsabilidades y mucho menos los lazos definitivos. Cuando la conoció a ella rompió toda logística en su vida. Nunca había creído en el amor a primera vista, Thoot lo hizo cambiar de opinión. Se conocieron durante una fiesta y él había quedado loco por ella, era una mujer espectacular; 2 semanas después le había pedido matrimonio, su madre, como siempre... se había opuesto, pero no le había importado, Thoot era la mujer de su vida. Cada vez que estaba junto a ella parecía hechizado.

Movió las llaves con cuidado, tratando de identificar la correcta y abrir. Cuando pudo encontrarla entró a la casa con el ramo por detrás de su espalda, Thoot no estaba en la librería, tampoco en la sala... ni en la cocina.

—¿Thoot? –murmuró.

Tampoco estaba en la sala de juegos. Solo quedaba un lugar... tal vez tomaba una siesta.

Pegó las flores aún más atrás de él, no quería que ella las viera antes de tiempo, cuando se acercó un leve gemido rompió el silencio, seguido de un gruñido... masculino.

Abrió la puerta extrañado y quedo quieto al instante que sentía como su estomago se contraía de puro dolor y su corazón experimentaba una sensación algo parecida al ser atravesado por una espada.

Su esposa y su hermano en su cama... haciendo el amor.

—¡Jack! -Pronunció Thoot al percatarse de la presencia de su esposo.- No es lo que parece. –chilló mientras se cubría con las sabanas.

—Eres una sínica, maldita –gritó él mientras dejaba caer el ramo al suelo y se acercaba furioso.

—Hermano... -dijo Jackson

—¡Cállate! -Lo silenció- No te atrevas a llamarme nunca así ¿entendido? ¡JAMÁS!

El albino se sentía traicionado, decepcionado. Nunca pensó que las personas más importantes de su vida lo iban a apuñalar por la espalda.

—¿Cómo pudiste hacerme esto?-gimió dirigiéndose a Thoot, ella tenía los ojos llorosos, por un instante Jack quiso abrazarla, no podía, ella estaba entre los brazos de su hermano- ¡Contéstame!

—Es que...

—Hoy era nuestro aniversario ¡Un mes! ¡Un puto mes juntos y ya me has engañado! ¿Cuánto tiempo llevan ustedes?

—Amor...

—No me llames así zorra barata –escupió las palabras con frustración, ella era la mujer de su vida...

El Impostor (Jelsa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora