18

2.6K 304 179
                                    

Yo soy Jack Frost

Jack mañana cumplía 30 años.

Era extraño, sentía como si fuese ayer cuando cumplía los 18, recordaba cuan mayor se sentía en esa época, ¿Qué pensaría el Jack del pasado si viera al que es hoy en día? ¿Estaría orgulloso? ¿Estaría decepcionado? ¿Se golpearía en las bolas a sí mismo?
Probablemente si.

Sintió a Elsa retorcerse al lado de él mientras seguía dormida. Los cinco días sin ella, habían sido una total tortura, la acercó un poco hacía él y olió su cabello mientras besaba su coronilla. Era preciosa.

Se acordaba de lo nerviosa que se había puesto ayer mientras hablaba con Clarion, su madre, en cambio, había puesto su máscara seria, haciendo sentir a Elsa más incómoda. ¿Ni siquiera pudo haber puesto una sonrisa? Para alivianar el momento, al menos. Quería tener su dinero, pero no estaba haciendo absolutamente nada para ganárselo.

De todas maneras, no lo obtendría. Ni ella, ni él. La fortuna se quedaría con los Arendelle, porque a ellos les pertenecía.

—Elsa, amor –susurró- pequeña levántate.

—No quiero –se quejó.

—Vamos. Quiero llevarte a conocer California.

—Ya conozco California –volvió a retorcerse y puso la almohada encima de su cabeza.

—Elsa, deja esa actitud. –Retiró la almohada- ¿No quieres pasear conmigo?, ¡estuviste encerrada en la cabaña por cinco días!

—Quiero dormir-gimió.- ¿Qué hora es? –preguntó mientras fruncía el ceño y abría sus ojos.

Jack sonrió al ver sus ojos somnolientos, lucía tan bonita por la mañana, así sin maquillaje y con todo su cabello alborotado, con su espalda al descubierto. Acarició el camino de su columna vertebral y la besó en la nuca.

—Las siete y media.

—Agh, es demasiado temprano. -Elsa se sentó, cubriéndose con el edredón de la cama y dio a Jack un pequeño beso.-¿Te pasa algo? –Él tenía la mirada pesada, como alguien que carga demasiadas palabras no dichas.

—No –murmuró él y acomodó un mechón del cabello de Elsa detrás de su oreja.
–Estoy contento de tenerte aquí conmigo.

—Por teléfono me dijiste que querías hablar de algo importante ¿Qué era? –suspiró pesadamente.

—Necesito resolver unas cosas antes de decírtelo ¿te parece? –ella asintió.

—No tardes demasiado... soy muy desesperada.

—Entonces... ¿sales a pasear conmigo?

—Sí, dejame darme un baño y en un momento nos vamos. –salió de la cama aún enrollada en la manta, dejando a Jack sin cubrir, le lanzó un beso y caminó hasta el baño, mas tarde se escuchó el chorro de agua cayendo y un leve canto angelical. "Let It go" se escucha su voz mezclado con las gotas de agua cayendo al piso.

La sonrisa de Jack se amplió. Tenía un buen plan para el día de hoy. Se había propuesto disfrutar cada instante con Elsa, porque no podía estar seguro de volverla a ver después de decirle la verdad...Media hora más tarde estaban listos, con una canasta con varias frutas y Jack con su guitarra, irían de picnic.

Llegaron a un hermoso parque que estaba cerca, pocas personas estaban ahí ya que era un poco temprano, se sentaron cerca de unas flores y arreglaron el mantel, los sándwiches, las sodas y las frutas que traían.

—Te dije que era demasiado temprano -Elsa estaba ruborizada, solo estaban ellos y más alejada una señora mayor dando de comer a unos pájaros.

—Así es mejor, no me gustaría que algún niño estuviera jugueteando a nuestro alrededor, o algún perro robándonos la comida.

El Impostor (Jelsa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora