28

2.7K 237 159
                                    

Él despertó

1 mes después.

—Me gusta ¿por qué no la compras? –cuestionó Rapunzel al ver la hermosa cuna rosa en el centro comercial.

—Porque aun no sé si será niño o niña. –respondió Elsa y puso los ojos en blanco.

—Sí, no quieras volver al niño gay, Rapunzel –le respondió Eugene, había llegado hace unas semanas de su viaje y había quedado totalmente sorprendido con tantas noticias, su mejor amiga estafada, enamorada y embarazada.

—¿Y quién te ha dicho a ti que será un niño?- renegó la pelidorada.

—El tío Eugene sabe de esas cosas, tengo una conexión con el bebé y él me ha informado que será un valiente varón. Mi intuición femenino me lo dice. - dijo poniendo su brazo derecho en su pecho.

Rapunzel le dio un golpe en el brazo y siguió buscando cosas rosas –Yo quiero que sea una niña –murmuró-. Y además "tío Eugene" es obvio que ese bebé preferirá a la tía Rapunzel.

—Ni siquiera me ha empezado a crecer la panza, ¿por qué estamos en el área de bebés?- comentó Elsa entrando por primera vez a la conversación.

—Porque debes empezar a comprar cosas.-respondió su amiga.

—Faltan más de 7 meses, Punzy.

—¿Y? Yo quiero empezar a consentir a la princesita –musitó al instante en que le hacía cosquillas a Elsa.

—Va a ser un niño –gruñó Eugene.

—¡No! Una niña –sentenció la rubia.

—¡Guarden silencio los dos! Se comportan como niños pequeños. Jack y yo vamos a ser felices, sin importar el sexo de nuestro bebé.

—Sí, pero preferirían una niño ¿a que sí?- siseó el moreno.

—En realidad ni siquiera sé si me interesa saber que va a ser, me gustaría que fuera una sorpresa.

—¡No! ¿Y entonces cómo le compraras ropa? ¿O... o como elegirán el nombre? ¡No puedes hacer eso, Elsa!

—Ya quedé con Jack, él sabrá el sexo y él se encargará de las compras, lo puedes ayudar si lo deseas.

—Agh, solo a ti se te ocurre dejarle las compras de un bebé a otro bebé.- renegó la rubia.

—¡Hey! –se quejó la platinada- Jack ah madurado mucho, desde que se mudó conmigo.

—¿Cómo le va en su trabajo? –cambió de tema, Eugene.

—De maravilla, está muy contento trabajando para esa compañía, y le pagan muy bien por cada canción e ideas.

—Que bueno. ¿Pero podemos concentrarnos en lo importante? Como en este oso de peluche –Rapunzel abrazó a una pequeña osa bailarina- Tu hija la amará.

—¿Por qué a un niño le gustaría una osa bailarina de ballet? - bromeo Eugene.

—¡Porque no va a ser un niño!

—Ustedes dos no tienen remedio, venimos a comprar barras de queso ¡barras de queso! No entiendo por qué entramos aquí.

—Está bien, vámonos. Pero le dices a Jack que cuenta conmigo para comprar lo del bebé ¿sí? - agrego Rapunzel

—Conmigo también –digo Eugene.

—Se lo diré –sonrió- estoy entusiasmada por tener mi ultrasonido.

—¿Aún no lo tienes?

—No, el primer mes no tuve nada de tiempo y bueno vi en internet que no son muy saludables para la criatura, así que solo planeo hacerme uno cada dos meses, solo si es realmente necesario. Quiero hacerme uno este mes por si hay alguna complicación en su postura o algo así.

El Impostor (Jelsa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora