Siempre y para siempre lara jean - Peter kavinsky

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Estar en la ciudad de nueva york es increíble, todos van tan a prisa que te hacen sentir desorientado y fuera de lugar. Es como cuando tienes unos de esos sueños, en los que nada tiene sentido y en un parpadeo estas en un nuevo lugar, con gente diferente rodeándote. Cuando miras al cielo aquí, solo encuentras un pequeño de cielo y un montón de edificios enormes a tu alrededor que te hacen sentir más pequeño aun. Las calles son tan enormes que la gente hace una gran fila en la acera esperando el turno para poder cruzar.
Me quedo pasmado mirando un edificio que se ve viejo, pero a su vez muy increíble, incluso creo que lo he visto en alguna película, Cuando una señora mayor, me grita que me apresure a avanzar o me quite del camino. Su voz suena demasiado fuerte para una persona pequeñita y que parece tan dulce. Me da un ceño muy fruncido y una mirada amenazante y después regresa la vista a su móvil y continua su camino. Todos los chicos a mi alrededor estallan en risas mirándome. Puedo sentir mi cara caliente pero intento no demostrar lo abrumado que me siento.

La Sra. Devanport anuncia que nuestra primera parada es el edificio del Empire State, viajamos en el metro para llegar hasta ahí. Lara jean está a mi lado, pero se encuentra hablando con Chris. Darrell está alado de pammy, ella está sujeta a la barra cerca de la puerta y darrell rodea su cuerpo por detrás. Cuando su mirada se cruza con la mía, me guiña un ojo y sonríe. Más lejos de nosotros gabe está hablando con un par de chicas, que no son de la escuela. Lo miran divertidas, incluso sueltan un par de carcajadas, cuando él dice algo gracioso.

Cuando llegamos al Empire state, nos hacen subir por grupos en el ascensor. Lara jean saca su teléfono y me pide con las mejillas rojas que me tome una foto con ella. Cruzo un brazo sobre sus hombros y la sacamos, mi corazón está latiendo como un loco.
Estar en lo alto del rascacielos es impresionante, estamos rodeados de mucha gente, hasta el aire se siente más pesado y escucho a steve quejarse cuando se le tapan los oídos.

—Solo tienes que bostezar y relajarte. —Dice Davenport.

Lara jean se siente mareada, así que Davenport le dice que se siente y meta la cabeza entre las rodillas. Aprovecho esos segundos, en los que ella no está mirando. La idea original es dejar la mochila en una banca. Pero no hay ninguna libre, en todas hay alguien sentado. Así que la dejo en el suelo, perfectamente cerca de un mirador. Ahora el sol esta iluminando todo el lugar, por lo que no será exactamente como en la película, pero no podemos permitirnos regresar aquí, así que tiene que funcionar.
Me doy la vuelta, para ir por lara jean y traerla hasta aquí, pero cuando miro de regreso a mi mochila, un guardia la está tomando y la está revisando.

—¡Espere! ¡Espere! ¡Señor! —Grito y me acerco al guardia de seguridad que ahora tiene mi mochila en sus manos.

—¿Es tuya? — pregunta. Su voz suena firme y mandona.

—Oh, sí...

—¿Por qué la dejaste en el suelo? —Pregunta con el ceño fruncido, no se molesta en pedir permiso, solo desabrocha la mochila y saca el oso de peluche.

Miro a mí alrededor, buscando a lara jean. Para el guardia digo: —¿Puedes colocar eso adentro? Es para una propuesta para mi novia. Se supone que es una sorpresa.

El guardia de seguridad niega con la cabeza. Y Murmura para sí mismo :—Esto debe ser una broma.

Entonces la veo, lara jean nos está observando atentamente: —Señor, por favor, solo apriete el oso. —Digo.

—No voy a apretar el oso —Espeta.

Alargo la mano y aprieto la pansa del oso, solo ruego porque lara jean lo escuche. —: ¿Irías al baile conmigo, Lara Jean? —Dice el oso.

Lara jean sonríe y se cubre los labios con las manos. Sus ojos se ven brillosos de la emoción.

El guardia de seguridad dice molesto —Estás en Nueva York, chico. No puedes dejar una mochila en el suelo para llevar a una chica al baile.

—En realidad se llama prom.— Espeto de mala gana. El guardia levanta la mirada y me mira enojado. —Lo siento. —Digo. —¿Puedo tener el oso de regreso? —Para lara jean digo: —¡Dile que Sleepless in Seattle es tu película favorita, Lara Jean!

—Señor, es mi película favorita. Por favor, no loeche. —Grita lara jean, con su dulce voz.

El guardia de seguridad trata de no sonreír. —No iba a echarlo — Le responde. Para mi dice: —Sé más consciente la próxima vez. En nueva york tenemos que vigilar, si vemos o escuchamos algo extraño. ¿Lo entiendes? Este no es el pequeño pueblo o campo de donde son ustedes. Esta es la ciudad de nueva york, y no jugamos por aquí.

Lara jean y yo asentimos y aunque a decir verdad sus palabras suenan con desprecio, me siento demasiado feliz para enojarme. Tan pronto como se va, miro a covey, que me da una gran sonrisa.

—Alguien reportó mi mochila y mi propuesta se ha jodido. —Digo.

Lara jean saca el oso de peluche, que el guardia dejo en mi mochila y lo abraza presionándolo contra su pecho. —Me encanta. —Dice.

—Ibas a dar la vuelta en la esquina y ver la mochila aquí, junto a los telescopios. Entonces ibas a recoger al oso, a apretarlo y...

—¿Cómo iba a saber que debía apretarlo? —interrumpe.

Busco dentro de mi michila y saco la pequeña nota donde escribí: "Apretame" —Se cayó cuando el guardia de seguridad estaba revisándola. —digo, sus ojos están en los míos. —¿Ves? Pensé en todo.

Lara jean mira de nuevo el oso y lo aprieta. —¿Irías al baile conmigo, Lara Jean? —Canturrea.

—Sí, lo haré, Howard. —Dice mirándolo.

—¿Por qué le dices que sí a él y no a mí? —Pregunto.

—Porque él me lo pidió. —Dice, arqueando las cejas.

Pongo los ojos en blanco. —: Lara Jean, ¿irías al baile conmigo? Dios, realmente pides mucho.

Lara jean estira los brazos, poniendo el oso delante de mi cara. —Lo haré, pero primero besa a Howard.

—Diablos no. Por supuesto que no.

—¡Por favor! —dice haciendo un puchero. Todos están alrededor de nosotros mirándonos. —Está en la película. —ruega.

Gabe y darrell que sonríen como idiotas asienten hacia mí para que lo haga. Cuando mis labios tocan al maldito oso ellos se ríen triunfantes. Pero cuando miro a lara jean de nuevo, sus ojos me dicen que todo vale la pena.