Siempre y para siempre lara jean - Peter kavinsky

36

Una sacudida me despierta, abro los ojos con dificultad, ya que el sol entra a la casa hirientemente. Mis oídos zumban y mi cabeza se siente hueca.

—¿Estas despierto? —Pregunta Steve a un lado del sillón. Darrell está restregando sus ojos con sus manos. Steve tiene puesto un albornoz de tigre, con mucho peluche alrededor del cuello. Es ridículo. —Es una mierda despertarlos, pero july tiene que limpiar este desastre, mis padres deben llegar en un par de horas.

Levanto la mirada y veo a July, una señora mayor, enojada y con una bolsa de basura en mano. —Claro. —Digo levantándome.

—Vengan a la cocina, el desayuno está listo.

Caminamos detrás de Steve, tiene unas pantuflas de pata de dinosaurio a juego con su atuendo.

—Me duele la cabeza. —Se queja darrell.

—Tengo la solución. —Dice Steve. Cuando llegamos a la cocina, nos ofrece un vaso con un líquido negro.

Olfateando el vaso pregunto: —¿Qué es esto?

—Solo bébelo. —Dice Steve, sentándose en la isla enorme de su cocina. Aquí todo ya está limpio.

Darrell me da una mirada, se encoge de hombros y bebe de un trago todo el contenido. Cuando baja el vaso, hace una mueca de dolor. Steve que ya está comiendo su desayuno y nos mira aburrido. Me llevo el vaso a la boca y lo bebo todo de un trago. Es asqueroso y por el ardor sé que hay alcohol en ello.

—Siéntense. —Dice Steve. En la isla july nos ha dejado unos cuencos con lo que parece consomé. Meto mi cuchara y pruebo el caldo, es una especie de caldo picoso, pero muy delicioso. —Esto ayudara a quitar la resaca. —Asegura sonriendo.

—¿Qué es? Esta delicioso. —Dice darrell devorando.

—Un platillo mexicano, es su especialidad de july. —dice rápidamente. —Así que... ¿Que harán en el verano?

—Solo estar por ahí, supongo. —Respondo.

—Eso no suena muy alentador. —Responde el, bebiendo directamente del cuenco de sopa.

—¿Qué harás tú? —Pregunta darrell.

—Pensaba quedarme aquí, hacer fiestas, pasar el tiempo con liz. Ya saben, hacer una gran despedida. Pero ayer por la noche liz me termino, se ira el verano con sus primas y ya saben, no iremos a la misma universidad, así que todo parecía obvio a este punto. —Su voz suena tan aburrida, que no se si quiera si le importe. —Y ahora ustedes me dicen que no tienen idea, eso suena a que será un verano ordinario, tal vez me iré igual.

—¿A Harvard? —Steve se encoge de hombros como si no importara tampoco.

¿Eso ocurre con la gente que tiene todo a su alcance? ¿De pronto ya nada te impresiona?
—Gabe entro a Harvard. —Anuncio.

Darrell se atraganta con una tostada. Steve parece emocionarse. —¿En serio? Vaya que buena noticia. —Se queda mirando a la nada, pero con una ilusión en el rostro.

—Aun no es un hecho que acepte. —Digo.

—Eso es una mierda. —Dice darrell sonando ronco. —¿Qué pasa con UVA?

—Deberá ser imbécil, escoger UVA sobre Harvard. —Espeta Steve, con el ceño fruncido.

Un mensaje entra en mi móvil, es lara jean:

¿Quieres venir para una sorpresa?

Respondo: EN CAMINO...

* * *

Cuando lara jean me abre la puerta, agradezco que no se porte molesta o rara. Solo me saluda como si no pasara nada entre nosotros, eso me deja respirar tranquilamente.

—La perfecta galleta de chispas de chocolate debería tener tres anillos. El centro debe ser suave y un poco pegajoso. El anillo del medio debe ser masticable. Y el anillo exterior debe estar crujiente. —Explica fuertemente para nosotros. Kitty está a mi lado mirándola.

—No puedo oírla pronunciar este discurso de nuevo —Se queja kitty —Simplemente no puedo.

—Ten paciencia —digo gentilmente, aprieto sus menudos hombros para que se quede: —Ya casi ha terminado, y luego conseguimos galletas.

Lara jean nos ignora y continua: —La galleta perfecta se come mejor mientras todavía está caliente, pero sigue siendo deliciosa a temperatura ambiente.

—Si no dejas de hablar, ya no estarán calientes —Jadea kitty molesta.

Lara jean le da una mirada de advertencia y continua: —En el mundo de la cocción, es una verdad universalmente reconocida que Jacques Torres ha perfeccionado la galleta de chispas de chocolate. Peter, tú y yo lo probamos hace unos meses— dice mirándome, para ver si la estoy siguiendo: — ¿Cómo va a estar a la altura mi galleta? Alerta de spoiler. Asombrosa.

Kitty se baja de la silla alta y dice: —Eso es todo. Me voy de aquí. Una galleta de chispas de chocolate no vale la pena todo esto.

Lara jean acaricia su cabello: —Oh, pequeña Kitten ingenua. Querida niña tonta. Esta galleta vale todo esto y mucho más. Siéntate o no participarás. —Kitty pone los ojos en blanco y se sienta de nuevo molesta. Covey continua: —Mis amigos, finalmente lo he encontrado. Mi ballena blanca. Mi anillo de oro. La galleta para gobernarlos a todos. —Lara jean agita una toalla teatralmente y nos muestra sus galletas.

Quiero reírme por todo el drama que monta, porque para mi siguen siendo iguales. Pero justo ahora, estoy en la cuerda floja y no puedo pasarme de listo. Tomo una galleta y la meto entera a mi boca: —¡Delicioso! —Consigo balbucear, sin escupir galleta.

—Come más lento. Saborea, Peter. —Dice ella.

—Lo hago, confía en mí.

Para kitty dice: —Usé azúcar mascabado ¿Puedes probar ese toque de melaza?

Kitty dice: —No puedo notar la diferencia entre este y el que hiciste hace dos lotes.

—Esta vez usé fèves de chocolate y no trozos. ¿Ves cómo se derrite el chocolate?

—¿Qué es un fève? —quiere saber.

—Es un disco.

—Entonces di disco. ¿Papá se enfadó porque gastaste treinta dólares en chocolate.

—No diría que se enfadara. Quizás se moleste. Pero creo que estará de acuerdo en que vale la pena. —Kitty hace una mueca, como de "Lo que digas" —: Es Valrhona, ¿de acuerdo? No es barato. ¡Y también, era una bolsa de dos libras! Mira, ese no es el punto. ¿No puedes decir cuánto más crujientes son los bordes, y cuánto más esponjoso está en el centro? ¿Necesito explicarles otra vez sobre Silpat contra el papel de manteca? —Dice desesperada.

—Lo tenemos —dice Kitty aburrida.

Meto mi dedo en la pretina de su pantalón y la jalo hacia mi: —La mejor galleta de mi vida. —Aseguro.

—Ustedes son tan cursis —dice Kitty con una mueca de asco—. Estoy tomando mi parte de las galletas y saliendo de aquí. —Comienza a apilar las galletas en una servilleta, rápido.

—¡Sólo tres! —Grita lara jean.

Devuelve dos, luego levanta la cabeza y se va. Cuando me aseguro de que se ha marchado, le pregunto a covey: —¿Todavía estás enojada conmigo? Nunca beberé en una noche en la que se supone que debo traerte de vuelta, lo prometo. —Sonrio para ella.

—¿Estás realmente bien con que vaya a UNC? —Pregunta.

Es un golpe bajo. Mi sonrisa se va sin más, respirando hondo digo: —Es como dijiste. Vamos a hacer que funcione, sea lo que sea.

Lara jean me observa, no sé si me cree. En realidad no sé si alguno de los dos este seguro de nada, pero trato de aferrarme a lo poco que tenemos.