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Gabe se encontró en el estacionamiento a keisha. Sonrió al verla sin la pequeña Isabel.

Keisha hizo un gran puchero. -Lamento que perdieran. -Dijo.

-Vah, no importa. ¿Lista para la fiesta?

Keisha asintió y se subió al auto con él. Gabe condujo hacia la casa de Steve. Ambos se sumergieron en un silencio incómodo. Gabe se dio cuenta que las veces que han salido solo habían estado atentos por la pequeña y no sabía nada sobre ella. Estiro la mano y encendió la radio, apretó los botones hasta que encontró algo de música. Keisha lo miro y le dio una sonrisa tímida.

Antes de pensárselo mejor abrió la boca. -¿Y dónde está la pequeña Isabel esta noche?

El rostro de keisha se ilumino. - En casa, esta noche la cuida mi madre.

Gabe asintió. -comenzaba a creer, que la traías a modo de chaperón.

Keisha dejó escapar una risa, que hizo que Gabe se relajara. -No creí necesitarlo. -dijo ella.

-Soy un chico bueno. -Bromeo él.

-Ningún chico que es bueno, lo dice de tal forma.

Gabe fingió una mirada herida, que hizo que ella sonría. -Puedes confiar en este chico.

-Ya veremos. -Dijo ella y regreso la mirada afuera de la ventana.

Gabe aparco en el primer lugar libre que encontró. La casa de Steve estaba a reventar. Los chicos del equipo de futbol, que habían tenido partido también esta noche, se habían unido a la fiesta, y con ellos toda su gente. Había gente bebiendo por todos lados y lo que antes era la sala de Steve, ahora era una pista de baile caliente. Gabe se abrió paso entre la gente, keisha le seguía el paso con dificultad. El estiro la mano y tomo la suya, para protegerla de los empujones.
Steve estaba sentado junto a la chimenea bebiendo con los chicos. Liz estaba sentada en el reposabrazos, evidentemente enojada.

Gabe se inclinó y saludo de la mano a Steve. -Esto es una locura hermano.

Steve se encogió de hombros.

-Hermano, voy a prestar tu habitación. -Dijo de cerca, sin que nadie más lo escuchara. Steve miro a keisha a su lado como si fuera un pedazo de carne y el un león. Miro a Gabe de regreso y le mostro esa sonrisa de lado, tan descarada como siempre. -Diviértete. -Dijo dándole una palmada en el hombro. -Tú que puedes. -Enfatizo mirando a liz.

Guio a keisha hasta la mesa de bebidas. -¿Cerveza? -Grito por encima de la música.

Keisha negó con la cabeza y se inclinó para tomar una soda.

Gabe tomo un six pack de cervezas, otro par de sodas y algunas bolsas de botanas.

-¿Para qué quieres todo eso? -Pregunto keisha cerca de su oído, podía sentirla sonriendo.

Gabe la ignoro y le paso las bolsas. -Tienes que ayudarme con esto. -Grito.

Keisha las tomo, negaba con la cabeza y sonreía. Con la mano libre que le quedaba, tomo la de keisha y la guio hacia las escaleras, había gente ahí parada platicando, cualquier lugar que no fuera estar entre la pista de baile es bueno.

Keisha se tensó al ver que subían. Tiro del brazo de Gabe y grito. -¿Dónde vamos?

-Solo espera y veras. -Grito él.

Ella lo siguió, la planta de arriba se escuchaba menos ruidosa y se sentía vacía. El pasillo estaba a oscuras y la habitación de Steve estaba al final. Gabe giro el pomo de la habitación de Steve. En la puerta había un letrero que decía "Lárgate de aquí"

Siempre y para siempre lara jean - Peter kavinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora