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Cuando llego al colegio, darrell y Gabe ya están en la cafetería. Darrell tiene la cabeza recostada en la mesa y tiene los ojos cerrados. Gabe está mirando su móvil, mientras sonríe.

—¿Qué vez? —Pregunto mirando por encima de su hombro.

—Nada. —dice escondiendo su teléfono en el pecho. Demasiado tarde, vi que eran mensajes.

—¿Keisha? —Pregunto.

Gabe asiente a regañadientes. Darrell sonríe con los ojos aun cerrados. —El chico está atrapado. —Canturrea.

Gabe lo ignora y para mi dice: —¿Y bien, cual será la canción?

Levantándose darrel dice: —Sí, ¿Qué paso con esa mierda? ¿Escogiste la mía verdad?

—Nop.

Darrell frunce el ceño. —Ni sueñes con ponerme a buscar más canciones hombre.

—Tranquilos, lo tengo.

—¿Sera una de las mías? —Pregunta Gabe.

—Nop, en realidad la escuche por casualidad en la radio.

Ignorándome darrell dice: —¿Cuáles fueron las tuyas?

Gabe busca las canciones en youtube para que darrell las pueda escuchar. Al final darrell dice: —Creo que yo tomare una.

Pongo los ojos en blanco y Gabe sonríe. —Que original. —digo.

Darrell sonríe y dice algo, pero no lo escucho, porque en ese momento covey entra a la cafetería y puedo ver en sus ojos que estuvo llorando.

—¿Qué pasa? —Pregunto cuando se sienta a mi lado.

Los chicos deben notar que algo no anda bien, porque se ponen de pie y se marchan con excusa de ir a clase. Una gran mentira porque tenemos libre la primera hora.

—Stormy falleció anoche. —susurra.

—Lo siento. —digo mirando sus ojos.

—Hare un servicio conmemorativo el jueves por la tarde para ella, para decir adiós y que todos tengan oportunidad de hacerlo en belleview.

—Mierda. Tengo que ir a esa cosa de Days on the Lawn con mi madre. —Digo. —Sin embargo, podría faltar.

—No puedes. Tu madre te mataría. Tienes que ir. —Dice lara jean muy segura.

—No me importa —digo.

—De verdad está bien. No conoces a Stormy. —Dice encogiéndose de hombros.

—Lo sé. Solo quiero estar ahí para ti.

—La oferta es lo que cuenta —Dice y me da una sonrisa dulce.

* * *

El jueves, papá se presenta a casa, tiene un atuendo formal. Está parado delante del auto de mamá.

La miro mamá con el ceño fruncido: —¿tú le pediste que viniera? —digo y suena más a una acusación que a una pregunta.

—No. —dice mamá mirándolo duramente.

Papá hace una mueca, y dice: —Solo quiero pasar tiempo contigo hijo. Este es un paso importante...

—No quiero que vengas. —Digo cortándolo.

—Peter. —Susurra mi madre.

—No puedes solo aparecer de la nada y querer entrar a mi vida. No funciona así. —Le digo a él.

Siempre y para siempre lara jean - Peter kavinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora