Siempre y para siempre lara jean - Peter kavinsky

23

Los días de escuela, son placenteros, los maestros nos dejan merodear por ahí sin presión. Ya ninguno deja tareas. Se respira otro aire.

Estoy de camino a la escuela con lara jean, no ha dejado de mirarme, lo que me hace sonreír. Mirándome dice: —Me gusta cómo eres tan suave, como un bebé.

—Podría dejarme la barba si quisiera —digo rascando mi barbilla —Una gruesa.

—No, no podrías. Pero tal vez un día, cuando seas un hombre.

Frunzo el ceño: —Soy un hombre. ¡Tengo dieciocho años!

Bufa: —Ni siquiera empacas tus propios almuerzos. ¿Sabes cómo lavar ropa?

—Soy un hombre en todas las formas que cuentan —Aseguro.

Lara jean pone los ojos en blanco: —¿Qué harías si fueras reclutado para ir a la guerra?

—Uh... ¿acaso a los chicos de universidad no se les da un pase para eso? ¿Todavía existe la selección?

Me ignora y dice: —¿Qué harías si quedara embarazada ahora mismo?

—Lara Jean, ni siquiera tenemos sexo. Esa sería la inmaculada concepción.

—¿Y si lo estuviéramos? —Presiona.

Gimo. —¡Tú y tus preguntas! No lo sé. ¿Cómo podría saber qué haría?

—¿Qué crees que harías?

—Lo que tu quisieras hacer.

Con los ojos abiertos de par en par dice: —¿No querrías que lo decidiéramos juntos?

—No soy el que tiene que llevarlo. Es tu cuerpo, no el mío.

Asiente, y continua: —¿Y si dijera... tengamos al bebé y casémonos?

—Yo diría seguro. ¡Sí!

Frunce el ceño y me mira molesta: —¿Seguro? ¿Solo así? ¿La decisión más grande de tu vida y solo dices seguro?

Me estaciono en un lugar libre: —Sí. Porque estoy seguro

Lara jean se acerca a mí y pone sus manos sobre mis mejillas. Espero un beso, pero ella me mira y dice:—Así es como sé que todavía eres un niño. Porque estás muy seguro.

—¿Por qué lo dices como si fuera algo malo? —Me quejo.

Me suelta y regresa a su asiento: —Siempre estás tan seguro de todo acerca de ti mismo. Nunca has sido seguro.

—Bueno, estoy seguro de algo —dice, mirando hacia el frente — Estoy seguro de que nunca sería el tipo de papá que es el mío, no importa la edad que tenga.

Ambos nos quedamos callados. Ahora me siento molesto. Me lástima que ella crea que soy tan inmaduro, como para no apoyarla. ¿Es así como me ve, como alguien débil? Si lara jean quedara embarazada, trabajaría muy duro por ella y él bebe. Sé que no es el plan correcto, y que será muy difícil. Casi puedo escuchar a mi madre lloriqueando, diciéndome que es su culpa.

Lara jean rompe el silencio y dice: —Vamos llegaremos tarde a clase.

***

Cuando las clases terminan pasamos al restaurant por algo de comer. En toda la mañana no he podido dejar de pensar en nosotros teniendo un bebe. De verdad lo hago, me gustaría una niña que tuviera su suave piel y el negro de su cabello. Sería una pequeña versión de ella, o tal vez podríamos tener un pequeño peter.
Ella parece haber olvidado nuestra conversación de la mañana. Ya no me siento molesto, pero aún me encuentro un poco herido.

Comiendo mi último bocado de sándwich digo: —¿Dijiste en serio lo de antes, de que no podrías imaginarte casándote conmigo?

—¡No dije eso! —dice mirándome sorprendida.

—Quiero decir, como que en cierta forma lo hiciste. Dijiste que aún soy un niño y que no puedes casarte con uno.

—No lo dije así. —Dice rapidamente. —Quise decir que no podía imaginar casarme con nadie ahora mismo. Los dos todavía somos bebés. ¿Cómo podríamos tener uno? De todos modos, mi papá me dio un kit de control de natalidad para la universidad, así que ni siquiera tenemos que preocuparnos por eso.

Toso un poco por jadear y llevarme una pequeña migaja a la garganta. —¿Un kit de control de natalidad? —digo con la voz ronca.

—Por supuesto. Preservativos y... Peter, ¿sabes qué es un protector dental?

—¿Un qué? ¿Es eso que los dentistas usan para mantener tu boca abierta cuando la limpian?

Deja escapar una risa y dice: —No. Es para el sexo oral. ¡Pensé que eras un gran experto y que tú serías el único que me enseñaría todo en la universidad!

Frunzo el ceño: —No me gusta la idea de que tu padre piense que tenemos relaciones sexuales cuando no es así.

—Solo quiere que seamos cuidadosos, es todo. Es un profesional, ¿recuerdas? —Mete la mano debajo de la mesa y me da una palmada cariñosa. —De cualquier manera, no estoy embarazada, así que está bien.

Hago una bola con la servilleta y la arrojo al cesto de basura, desde mi lugar. —Tus padres se conocieron en la universidad, ¿cierto?

—Sí. —Responde.

—Entonces, ¿qué edad tenían? ¿Dieciocho? ¿Diecinueve?

—Veinte, creo.

—Está bien, veinte. Tengo dieciocho años y tú también lo tendrás el próximo mes. Veinte es solo dos años mayor. Entonces, ¿qué diferencia hacen dos años en el gran esquema de las cosas? —La miro para ver si me sigue, lo hace. Me está mirando atentamente. —Tus padres se conocieron a los veinte; nosotros nos conocimos a los...

—Doce —Responde.

Arrugo la frente: — Bien, así que nos conocimos cuando éramos niños, pero no estuvimos juntos hasta que teníamos diecisiete...

—Yo tenía dieciséis.

—No estuvimos juntos de verdad hasta que ambos teníamos diecisiete. Lo que básicamente es lo mismo que dieciocho, que es básicamente lo mismo que veinte. —Declaro.

—Esa es una línea de lógica muy larga y tortuosa —dice —¿Alguna vez has pensado en ser abogado?

Sonrió triunfante: —Nop, pero ahora puede que lo piense.

—UVA tiene una gran facultad de derecho —Dice mirándome.

Se queda perdida en sus pensamientos. La miro arrugar la frente y morderse el labio, mientras tanto. No estoy seguro si nos esté imaginando con un bebe, lo único que quiero es que no descarte verme en un futuro con ella.