Querido Kenneth

VI.- Sam

Hay una chica a la que siempre le habla Todd, es una rubia con una vestimenta muy estilo de chica mala. Es a la única de todo su grupo de amigos a la que no conocía. Bueno, sí, pero sólo de lejos. En todo este mes que llevo en esta nueva escuela nunca me atreví a hablarle. ¿Cómo es que a ti no te daba nada de vergüenza el hablarle a chicas como ella? Siempre eras tan confiado y directo con ellas. Y en vez de disgustarles eso, les enamoraba.

Sé que no te importará porque no los conoces pero los amigos de Todd son:

Akane Takahashi: Como puedes ver es una chica de ascendencia japonesa, le gusta mucho la pizza. A veces suelen molestarla haciéndose los ojos rasgados, y Todd por defenderla se mete en muchos problemas.

Gary Campbell: Todd me cuenta que le dicen "sopa" desde la escuela primaria porque él decía que le gustaba mucho la sopa Campbell y le dijeron que exactamente tenía apellido de sopa. Me mencionó que nunca le recordara eso pues fue un período muy difícil para él.

Y de Sam... ya te contaré cómo fue.

Todd me señaló y esta chica me hizo una seña de que me acercara a ella. Y yo fui hacia ellos, muy obediente, como perrito.

-¿Estás seguro de que quieres que sepa de nuestro grupo?- le preguntó la chica.

-¡Por supuesto! Kat, te presento a Sam, Samantha Anka, ella es la vocalista de nuestro grupo de jazz.- Tod nos presentó.

-Hola Sam, mucho gusto, soy Katherine Gladwell.- Le extendí la mano un tanto nerviosa.

-Mucho gusto en conocerte, Katherine. Pensaba decirte yo que soy la vocalista, pero este imbécil no puede callarse nada, ¿por qué no se lo gritas a todo el colegio?-

Y lo hizo, Tod gritó a todo pulmón que ellos tenían un grupo que tocaba jazz. Algunos rieron, otros se veían indiferentes, otros en cambio, se acercaron a preguntarles si ya habían tocado en algún lugar.

Sam se veía bastante molesta. La pinta de chica mala se realzó bastante. Pero se puso completamente roja cuando vio que la observaba completamente asombrada, le pregunté si el Jazz no era sólo instrumental.

-¿No has escuchado a Nina Simone o a Duke Ellington? ¿Ella Fitzgerald no te suena?- Me preguntó sonriendo, parecía que por fin podía hablar con alguien de su tema favorito.

-Para nada, yo pensaba que el jazz era esa música que ponen en los elevadores.- Samantha se rió.

-Vaya, no sabes de jazz entonces. Si puedes y quieres, ven con nosotros este viernes. Vamos a tocar en un café cerca de la ciudad.- Sam sonrió.- Puede que así logres educarte un poco.-

Me emocionó bastante la idea de poder ir a un concierto de Jazz, pero cuando les conté a papá y a mamá de que iba a salir con ellos cerca de la ciudad, la respuesta fue un rotundo no.

Me enojé muchísimo. ¿Por qué ellos a ti te dejaban ir a donde querías? ¿Por qué siempre tengo que ser el "tesorito" de la familia? 

Nunca me has tratado como un caballero trataría a una dama, "sólo eres mi hermana, las chicas no deben ser tratadas como algo distinto a un hombre, no hay por qué cambiar nuestra forma de ser con las mujeres o los hombres." Tu pensamiento se ha clavado mucho en mi cabeza hermano. Lástima que papá y mamá no puedan pensar como lo haces tú.

En lo que sigue de la semana me junté más con ellos, en especial con Todd y Sam, que siempre están juntos.

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Al reverso había otra nota:

Papá y mamá se fueron durante dos semanas, mientras esperaba tu llegada llegué a esconder algunas partes del diario o recuerdos nuestros. Creo que esto te puede parecer algo infantil, pero ¿te acuerdas cuando jugábamos a la búsqueda del tesoro?  Es algo similar... Sólo que ahora seré yo quien te deje las pistas. Ojalá puedas encontrar todo antes de que te vuelvas a ir de viaje.