Pasó el fin de semana y las cosas en el colegio se fueron de control, realmente nos trataban como si fuéramos la peor de las basuras, pero quien más pagó fue Akane, como no podía ser de otra manera, ¿verdad? Pero estaba harta de esto al tercer día, harta de ver cómo Max se salía siempre con la suya, pero bueno, para algo son los amigos y son para defenderte cuando te están jodiendo. ¿Verdad?
En fin, estoy suspendida por una semana, mejor dicho, estamos suspendidas. Sam me ayudó con mi plan. Conseguimos varios litros de mermelada gracias a Courtney, sí, la chica que te gustaba y a la que le gustabas, creo que aún lo haces porque lo primero que hizo fue preguntar por ti.
En fin, no era mucha ciencia, en cuanto viéramos que molestara a Akane le tirábamos el balde con 5 litros de mermelada encima, Sam tenía una idea más pero no sabía qué era...Y que quede claro, no estoy molesta con ella, de hecho fue grandioso, si quitas la parte en la que nos suspenden.
Pasaron dos días antes de que volvieran a molestarla, Todd estaba en clases y es ahí cuando Max aprovechaba para atacar. Ahí estaba, con su grupo de amigas amenazándola e insultándola, Akane sólo las veía tranquilamente, esperando a que se aburrieran y la dejaran, pero no fue así. Le dio una bofetada.
-Mira perra asiática, a mí no me ignorarás con tus técnicas zen.- Le gritó con ira.
No resistí más, me acerqué rápidamente a ella , Sam me ayudó a cargar el balde, nadie nos veía porque nos daban la espalda. Vertimos el baile en sus cabezas, pero tuvimos preferencia en Max. Voltearon a vernos sorprendidas y asqueadas a la vez, su cabello estaba cubierto de mermelada de piña. Sam le agregó la cereza al pastel, sacó una pequeña bolsa de harina y un bote de jarabe de chocolate de su mochila y cubrió a Max, le dijo palabras que nunca pensé escuchar.
Akane estaba completamente sorprendida, tenía los ojos como platos. Max igual, pero al parecer estar cubierta de materiales para repostería le ocasionó una crisis nerviosa, sus amigas gritaron tanto que los profesores llegaron y para cuando llegaron era imposible que no se dieran cuenta que las perpetradoras éramos nosotras.
Ya en la oficina del director y con nuestros padres rodeándonos nos dieron una reprimenda tan larga que tuvieron que beber dos botellas de agua por persona. La parte que no puedo evitar recordar sin reír es ver que Max estaba aún cubierta de mermelada y harina manchando uno de los asientos, y sus padres nos veían seriamente hasta que Sam decidió romper el silencio.
-Esa chica es una puta racista de mierda, no para de insultar racialmente a Akane y como nadie le ponía un alto nosotras lo pusimos.- Gritó Sam.
-No es la manera de dirigirse a su compañera señorita Anka.- Respondió el director.
-Me importa un carajo cómo deba comportarme o dirigirme a ella, si no es capaz de respetar de dónde viene una persona entonces no soy capaz de respetarla.-Su cara estaba roja de ira.
-Cariño, no busques más problemas por favor.- Susurró dulcemente la madre de Sam.
-En ese caso llamemos a la señorita Takahashi y a su madre también...- Mencionó el padre de Max. Quien ahora la miraba a ella con una furia grandiosa. Y ella sabía que estaba en problemas ahora que la víctima no sería ella.
Pasó una media hora y entraron los padres de Akane. Ambos tenían una mirada muy seria y molesta.
-Buenas tardes, soy Akira Takahashi y esta es mi esposa, Harumi. Lamentamos lo que haya ocasionado nuestra hija. ¿Qué hizo junto con ellos?- preguntó el padre.
-Oh, señor, sería bueno si su hija fuera una busca problemas, pero la señorita Anka y la señorita Gladwell me hicieron saber que Maxine Reed la ha molestado racialmente. Quería saber si ustedes estaban al tanto...- Dijo el director Johnson y al momento la mirada de los señores Takahashi cambió.
-¿Y qué sucedió? Esto tuvo que llegar demasiado lejos para que nos llamaran.- Comentó muy preocupada la madre de Akane.
-Sus amigas tomaron cartas en el asunto y bañaron a la señorita Reed en mermelada de piña y jarabe de chocolate.- Sam no pudo evitar reírse.
-¿¡Por qué nunca nos dijiste nada cariño!?- Gritaron al unísono los padres de nuestra amiga.
-¡¿Por qué mierda debes meterte con tu mejor amiga?! Dios santo, nunca te enseñamos esto...-
Los cuatro padres dijeron al unísono.-¡Silencio! Todo lo.acontecido es muy grave, para todas ellas. Sólo quería confirmar, no ha dicho una palabra la señorita Akane, pero a juzgar por su mirada y esa marca que tiene en la cara...- Remarcó el director.
-¡JODER! ¿En serio la golpeaste? Una cosa son palabras Max, ¿pero golpes?-La madre de Maxine estaba más preocupada que enojada.
-Eso es lo.que nos hizo actuar, no íbamos a hacer nada hasta que la abofeteó. Digo, que ahora huela como una pieza de repostería no es nada comparado con lo que le.ha hecho pasar desde inicios de este año.- Tuve que romper el.silencio.
La oficina se llenó de gritos y mucha plática, nuestra amiga nos vio con tranquilidad.
-Bien, silencio todos por favor. Los ánimos aquí se están calentando demasiado y nos estamos alejando del castigo para las tres...-
Después de una hora de explicaciones del por qué debíamos tener el castigo, el veredicto fue el siguiente: las tres estaríamos suspendidas tres semanas. Y Max debía disculparse con Akane por lo acontecido y alejarse de ella si no quería ser expulsada. Así lo hizo.
Al salir, los padres de Max detuvieron a los de Akane. Les pidieron disculpas, pero ellos mencionaron que no era culpa de ellos y que no habían roto la amistad. Pero lo.mejor era que sus hijas no se acercaran.
Mientras tanto la madre de Sam salía con ella, un tanto decepcionada y un tanto feliz. Se me acercó y me dijo: "Hay mejores formas de hacer justicia, pero son valientes. Espero tus padres no sean tan crueles contigo, se ve que están muy molestos..."
Y así fue, en el auto tuvimos de nuevo esa plática:
-Te dije que esa maldita chica Samantha es mala influencia para nuestra hija, se toman de la mano y siempre están juntas, parece que aunque esté ese hermoso chico Garfield no les importara en lo absoluto.- Mencionó Beatrice mientras nuestro padre conducía.
-Oye, no deberías hablar tan mal de ella, al menos hizo que nuestra hija tuviera amigos y ahora se ve más confiada. Se quieren, eso es todo.- No esperaba esa respuesta de Stuart.
-Esto es sólo una jodida etapa, si no, todo mundo las verá como unas jodidas raritas.- Volteó a verme con asco.
-Hey, es nuestra hija, respeta las amistades que tiene. Le han hecho bien y esto quiero que sea lo último que se hable del tema. Para que no te aburras cariño tal vez deberías pedir tareas y preguntarle a la amiga de tu hermano... Courtney, si puedes trabajar un tiempo con ella.-Mencionó nuestro padre con una sonrisa, nunca lo había visto actuar así.
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Hola a todos, realmente me hacía falta regresar a escribir. Fueron unos meses difíciles pero me ayudaron a pensar más en las historias y en cómo irlas desarrollando. Espero poder ponerlo en práctica y gracias nuevamente a todos aquellos lectores que siguen esperando alguna actualización. Me ayudaría mucho que compartieran mis historias, si quieren compartirme las suyas, adelante. No duden en dejar su voto y comwntar, amo leerlos. Nos vemos pronto.
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Querido Kenneth
Teen FictionKenneth ha vuelto a casa en una noche completamente lluviosa, se encontrará con la noticia de que su hermana Katerine no está en casa. Le ha dejado su diario para que él sepa sus vivencias y sólo él pueda tener una idea de lo que le sucedió a Kat.