|Capítulo 8|Esto no es un juego|

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-Mi hija no está en venta- soltó despectivamente y me dió la bolsa.
-Piénsalo Nott, tú tienes un problema, y yo en mis manos tengo la solución a todos ellos-.

Volví a depositar la bolsa en su escritorio y me dí la vuelta.

-Yo en tú lugar lo aprovecharía, tú fortuna no durará para el resto del año-.

Daniel soltó una cruda carcajada y me miró.

-Me encanta la manera en la que ves a mi hija como un objeto Malfoy- dice aventándome los galeones.-Estoy seguro que habrá mejores postores que tú sin necesidad de ponerle precio a mi primogénita-.

Una sonriss burlona apareció en el rostro del castaño y sentí como mi sangre hervía.

-¡Tú no entiendes Daniel!-.
-Dime...- Daniel encendió un puro y me miró mientras exhalaba el humo por su boca.-Dime Malfoy, ¿qué es lo que no entiendo?-.
-No puedo permitirme perder nuevamente-.
-Esto no es un juego, mi hija no es el premio por el que ustedes tres se van a pelear-.
-Usted no lo sabe, pero estoy seguro que tanto Harry como Chris lo ven igual-.

Daniel apagó el puro y me miró severamente.

-Escucha...muchacho, quiero que sepas una cosa, tanto tú como yo sabemos que de los tres el que lleva más posibilidades de ganar es Harry-.
-¿Por qué?-.
-Por el simple hecho de que él y mi hija tienen algo muy fuerte que los une, y no es más ni menos que un hijo-.
-Hermione volverá a ser mía, con o sin tú ayuda Nott-.
-Eso lo veremos-.

Sin más que decir salí por la puerta topándome con una peculiar escena.

Harry jugaba con Tammy a las muñecas en la sala mientras que Hermione les sacaba una foto.

Los celos me consumierón y sentí como todos y cada uno de mis músculos se tensaban, la manera en la que Hermione los veía jugar y ese brillo que cobraban los ojitos de la pequeña al ver a sus padres riendo y jugando con ella.

Se veían felices juntos...se veían como el típico estereotipo de una familia perfecta.

Alguien agitó su mano delante de mí y desperté de mis pensamientos chocándome con Astoria Greengrass.

-Duele saber que pudiste estar en su lugar, ¿cierto?-.

Mis ojos se movierón nuevamente a Harry y Hermione quienes jugaban a hacerle cosquillas a Tammy y ella reía a carcajadas mientras  daba vueltas en el piso gritándole a sus padres que pararan.

-¿No te duele ver a Harry así de feliz con Hermione?- dijé mientras veía a Astoria, ella sonrió y negó con la cabeza.
-Ambos sabíamos que Harry no me amaba, me quería, pero no me amaba, claro, hasta que quedé embarazada se tuvó que casar conmigo, pero aún así yo sinceramente nunca añoré que Potty tuviera más sentimientos hacía mí, yo siempre supe que su corazón tenía dueña, y es Hermione-.
-¿Tienen 3 hijos no?-.
-Sip-.
-Vaya, Potter no perdió el tiempo-.

Astoria soltó una carcajada y yo no pudé evitar sonreír al verla así.

-Estabamos casados, pero cuando Lily cumplió 2 meses nos dimos cuenta que lo nuestro realmente no iba para ningún lado-.

La miré sin creer lo que decía y ella rodó los ojos.

-Se llama madurar Draco, deberías hacer lo mismo, comprando a Hermione no te garantiza que ella se va a enamorar nuevamente-.

Abrí mi boca para replicar, pero no podía decir nada, la castaña sonrió victoriosa y se dió la vuelta, marchándose por las escaleras.

-¡Tío Draco!- vociferarón dos pequeñas voces quienes bajan corriendo de las escaleras, haciendo que Hermione me mirara con confusión.
-¡Alex! ¡Cassie!- dijé saludando a mis pequeños sobrinos.

Alexander y Cassandra eran los mellizos hijos de Theo y Daphne y sobrinos míos...y de Hermione claro.

Los bautizamos cuando Herms y yo todavía eramos prometidos, yo soy el padrino de Cassie y Hermione de Alexander.

-¿Y Scorpius?- cuestionó Cassie.

Hermione al escuchar el nombre de mi hijo volteó y me vió, ya que yo no acostumbraba a nombrarlo delante de ella, aunque Herms sabia que mis sobrinos tenían contacto con mi hijo.

-¿Viniste a ver a la tía Hermione?- cuestionó ahora Alex.

Sonreí al escuchar eso, ya que Hermione empezó a toser al escuchar a ellos decir eso.

-¿Qué sucede tía? ¿Tú y mi padrino están peleados?-.
-¡Cassandra!- gritó Daphne, llamando la atención de la pequeña.

La rubia murmuró un leve lo siento y se fué a jugar a donde Tamara.

-Lo lamento, ella...ella es así Draco, aveces no le para la boca como a su tía Cassandra-.
-¡Te escuché!- gruñó la castaña entrando por la sala, tomada de la mano con su esposo.
-¡Ya llegó por quien lloraban!- gritó Nathan, el esposo de Cassandra.
-Creéme, que realmente no ansiaba tú prescencia- respondió Daniel Nott, mientras llegaba seguido de mi madrina y se sentarón en el sófa.

-Padre...- dijó Cassandra y Daniel hizó un ademán de que no le importaba.

Hermione pasó la vista de su padre a mí y así sucesivamente y alzó una ceja.

-¿Qué hacían los dos en el despacho?- cuestionó la castaña.
-¿Tú que crees?- respondió Harry subiendo y bajando sus cejas con perversión.
-¡Agh! ¡Eres un estúpido San Potter!- dijé indignado mientras le aventé un cojín del sófa al rostro y este se carcajeaba junto con Theo y Nathan.

-Tú siempre con tús estúpidas bromitas Harry Potter- dijó Daniel Nott con algo de diversión en su voz, pero con actitud distante.

-Mi ahijado quería tratar algunos asuntos de la empresa con tú padre cariño-.
-¿Y por qué no me consultó a mí antes si yo soy la presidenta de la empresa, o a Theo o Cassandra?-.
-Él venía por otros asuntos que no son de tú incumbencia Hermione-.

Los ojos de Hermione miraban con recelo a su padre, y este le sostenía la mirada con dureza.

Harry, Theo, Daphne, Cass y Nathan dejarón de reir y guardarón silencio al escuchar la crueldad con la que le hablaba el mayor de los Nott  a su hija.

-Me retiro- dijé finalmente intentando salir de este momento incómodo.
-Mañana iré a la empresa, a checar lo del negocio y te diré mi respuesta- respondió Daniel y sonreí victorioso.

Me acerqué a despedirme de Hermione poniendo un beso en su mejilla y susurré en su oído.

-Te aseguro que volverás a ser mía...cueste lo que cueste-.

Mi Nuevo Socio [MNS] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora