Hermione bajó la mirada a su mano entrelazada con la de Draco por sobre la mesa.
Seguía sin poder creerlo, después de años, y años, por fin estaban juntos.
Después de miles de obstáculos y pruebas que la vida había puesto en su relación.
Claro, como todas las relaciones, tuvó altas y bajas, pero lo que importaba era que en ese momento estaban los dos juntos, él le pertenecía a ella y ella le pertenecía a él en cuerpo y alma.
Ese día oficialmente era Hermione Jean Malfoy, lo que le sorprendía era que antes pensaba que si se llegaba a casar iba a conservar su apellido original.
Pero la realidad era que le gustaba como sonaba...le gustaba saber que ella era Hermione Jean Malfoy, solamente le encantaba la idea de poder demostrar que Draco era solamente de ella y que ella era la ama y señora.
Draco miró a Hermione observando sus manos entrelazadas y acarició cuidadosamente su mano con su pulgar, observando con satisfacción como el semblante de la castaña se tornaba alegre en menos de un segundo.
-Parece un sueño-
-Parece un sueño para mí que la mujer más perfecta e inteligente del mundo mágico sea mi esposa-.
Hermione sonrió y se acercó a capturar sus labios con los de Draco en un roce bastante suave y a la vez pasional, dónde se demostraban cuanto amor se tenían el uno al otro.
Un carraspeo los interrumpió y ante ellos estaban Harry y Astoria con una enorme sonrisa.
-Queríamos saber si nos podrían conceder este baile- dijó la pelinegra extendiendo la mano hacia Draco y Harry hacia Hermione.
La pareja asintió y Hermione entrelazó su mano con la de Harry y caminó a la pista seguido de su amiga y su esposo.
-Te ves hermosa- le dijó Harry.
Hermione le sonrió con sinceridad y pasó sus manos detrás de su cabeza, a lo que Harry bajó las suyas a su delgada cintura.
La música comenzó a sonar y Hermione y él danzaban de un lado a otro.
Los ojos esmeraldas de Harry estaban posados en los marrones de ella, y eso de cierta forma incomodaba un poco a la castaña.
Harry pasó su pulgar por la mejilla de Hermione y esta cerró los ojos ante su tacto.
El azabache sonrió y tocó el puente de la nariz de esta y sus mejillas, viendo las infinitas y diminutas pecas que tenía su mejor amiga.
Draco por otra parte hablaba de todo y nada con Astoria, compartiendo anécdotas de su juventud y riendo sobre todo.
Una canción bastante conocida para Harry y Hermione comenzó a sonar por las bocinas y ambos sonrierón.
Se separarón un poco y comenzarón a danzar de un lado a otro sin ritmo, solamente eran ellos dos recordando la vez que bailarón juntos en la casa de campaña, ese año en el que sólo existían ellos dos.
Hermione recordaba que en ese momento ella le pidió a Harry que se quedaran y que envejecieran allí juntos.
En ese momento que tomó esa decisión no pensaba en nadie, ni en Ron, ni en Draco. Sólo pensaba en ella y Harry.
Harry le hizó dar a Hermione una vuelta y luego esta a él, provocando una risa por parte de ambos.
-Te amo Hermione- susurró una vez que la música acabó.
Harry recargó su frente con la de Hermione y esta cerró los ojos sintiendo un enorme dolor en su pecho.
-Si tú eres feliz yo lo soy- Hermione asintió y el chico besó suavemente su frente para después verla con una sonrisa.-Anda, te toca bailar con tú esposo-.
Draco miró a Harry con una ceja alzada y se acercó a su esposa ignorando todo lo anterior que claramente había escuchado.
-¿Me concede esta pieza señora Malfoy?- Los ojos de Hermione brillaron con emoción y se acercó a su esposo con una sonrisa.
-Todos los que usted desee señor Malfoy-.
-Me parece perfecto, Granger-.
-¿Hasta cuándo dejarás de llamarme así? Te recuerdo que mi apellido es Nott-.
-Y te recuerdo que yo me enamoré de tí cuándo eras solamente la fastidiosa sabelotodo, hija de muggles-.
Hermione rió y besó sus labios.
-Te amo-
-Si yo fuera tú también me amaría-.
-Idiota-.
Draco pusó su mano en la parte que el escote de la espalda dejaba al descubierto y Hermione se estremeció al sentir sus dedos acariciar suavemente esa zona.
-¡Un aplauso para los novios, no sean aguados!- gritó Blaise Zabini a través del micrófono, provocando la risa de todos mientras que sus amigos estallaban en aplausos eufóricos.
Draco rió mientras empezaba a danzar con Hermione por toda la pista.
"Thousand Years" comenzó a sonar por los altavoces y Hermione sonrió.
-Heart be fast, colors and promises...- comenzó a cantar Draco en el oído de Hermione al ritmo de la canción.
La castaña recargó su mentón en el hombro de Draco y entrelazó sus manos mientras el rubio cantaba.
El corazón de Hermione se aceleraba con cada segundo que pasaba, sus piernas fallaban y sentía que las manos le sudaban.
Lo amaba, lo amaba con cada rincón de su ser, con cada perfecta imperfección, con su genio, su carácter, amaba su sonrisa y esos hermosos ojos grises que podrías mirar y nunca perderte a través de ellos. Esos ojos que te pueden hacer sentir el cielo, y que te pueden hacer sentirte incómodo si así lo quiere.
-Debería ser un delito que seas así de perfecta- susurró viendo sus hermosos ojos marrones, que apesar de ser un color de lo más común, en ella se veían terriblemente fascinantes y él los adoraba.
-Debería ser un delito que seas tan sexy- respondió.
Draco la miró de manera arrogante.-¿Piensas que soy sexy, Granger?-.
Las mejillas de Hermione adquirieron un tono rojizo y Draco rió besando suavemente sus mejillas.
-Me encanta cuando te sonrojas-
Hermione sonrió y alzó la cabeza para buscar sus labios nuevamente con urgencia.
(...)
Draco tomó el cierre del vestido blanco que Hermione había usado al final de la fiesta y lo bajó lentamente, provocando miles de sensaciones en la castaña.
Se acercó y comenzó a besar suavemente su cuello, para bajar un rastro de besos hasta su hombro.
-Draco, los niños...-
-Deja de preocuparte por ellos- susurró mientras bajaba su mano por el abdomen algo abultado de su esposa.
Le dió la vuelta y entre besos la acostó en la cama.
-Tengo una noche de bodas que cobrar- susurró antes de volver a besarla.
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Mi Nuevo Socio [MNS] [TERMINADA]
FanficÉl pide una segunda oportunidad. Ella es terriblemente terca y no quiere aceptarlo en su vida nuevamente. Pero el rubio insiste en que el destino se empeña a verlos juntos. El problema es...que ella no cree en el destino. ***************************...