Allí estaba Aurora contemplando con perplejidad el estado en el que se encontraba Sara, habían pasado pocas horas y la joven no reaccionaba, se sentía impotente por no poder hacer nada y sentía que todo lo que estaba pasando era culpa de ella. No sabía con quién hablar, pensó en que ese era el precio a pagar por tener una relación a escondidas, no tenía contacto con ninguno de los amigos y familiares de la pelirroja y tampoco contaba con su familia, solo Rafael sabía de su amorío y definitivamente no lo había tomado de la mejor manera.
"Sara, mi amor, despierta, abre los ojos y dime que estás aquí" le decía a su cuerpo inerte.
Llegó una enfermera y le consultó si tenía a alguien a quién llamar.
Aurora: No, no tengo idea, yo soy solo una nueva amiga.
Enfermera: Buscaré en sus registros de salud y veré quién es su contacto en caso de emergencias.
Era Olivia. Sara había colocado como su persona de confianza en los registros a su mejor amiga, hubiese podido colocar a sus padres, pero vivían al otro extremo del país.
Suena el teléfono.
Olivia: Hola, buenos días.
Buenas tardes, le corrigió la enfermera, ¿hablo con Olivia Peniche?.
Olivia se extrañó por la formalidad en la voz de la mujer y se preocupó de forma instantánea.
Olivia: Si, dígame, en qué puedo ayudarle.
Enfermera: Le llamo porque usted es el contacto en caso de emergencias de Sara Montiel y...
Olivia: ¿qué le pasó a Sara?, la interrumpió.
Enfermera: La señorita sufrió un ataque y fue golpeada en repetidas ocasiones, aun no reacciona, por favor venga, está en el Hospital Central Diego Duque.
Olivia: Si, enseguida salgo para allá.
La mejor amiga tomó su cartera, se puso ropa adecuada y salió.
Al cabo de media hora estaba en el lugar. Al llegar se encontró con Aurora sollozando, se encontraba sentada a su lado con la cabeza apoyada en la cama mientras tomaba de su mano.
Olivia: Hola Aurora.
Aurora se incorporó y miró a Olivia.
Aurora: Hola Olivia, me dijo la enfermera que te llamarían.
Olivia estaba impresionada al ver a Sara en ese estado, estaba hinchada, con hematomas, no se parecía a su amiga.
Olivia: Por favor explícame qué fue lo que pasó, tú estabas con ella, supongo.
Aurora: Si, habíamos salido y cuando la fui a devolver a su casa nos abordaron dos hombres, a mí me sostuvieron, y tuve que ver cómo golpearon como unos animales a Sara. Fue terrible, pensé que era un robo, pero el hombre que me sostuvo me dijo que nos buscáramos hombres, que éramos unas desviadas.
Olivia: Claro que tuvo que ser terrible. Ella me contó su relación contigo, lo hizo hace ocho meses y no me parece coincidencia que durante todo este tiempo ella hubiese estado bien, pero solo llega a la ciudad, se te acerca y pasa esto, pareciera que eres tóxica para mi amiga.
Aurora escuchó de la boca de Olivia, lo que había pensado durante las últimas 14 horas. Se reprochó una y otra vez que su cercanía con la periodista estuviese complicando seriamente su vida.
Aurora: Si, al parecer sí, no sé por qué todo ha sido tan complicado, no nos merecemos todo esto. Pero no me iré, no ahora, no la dejaré así, estaré aquí para ella el tiempo que me necesite.
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¡Cuando toca, toca!
RomanceLa historia de dos mujeres heterosexuales que consiguen en la otra una nueva manera de amar. Una novela que refleja las vivencias de mujeres que nunca se conocieron como lesbianas pero que viven la pasión con mucha confianza a pesar de las dudas y l...