Harry Potter ↑ One Shots ▲Editando▲

▲ 048 ▲ Draco Malfoy

La persona que pidió este OS prefirió permanecer en el anonimato ya que un familiar suyo sabe sobre su cuenta y no acepta tales relaciones.

⚠ Este OS tiene contenido homosexual (chicoxchico)   ⚠

Estuve a punto de escribir el Smut, lo juro, pero no lo logré (aún queda algo de inocencia en mi) así que se los dejo a la imaginación. Si hago continuación de este OS prometo que si termino este tema (?)

◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

¿Realmente estaba sucediendo eso? ¿Malfoy estaba saliendo con un chico de Gryffindor y muggle? Era algo que ciertamente nadie podría creer.¿Quién lo diría? El joven más prejuicioso de Hogwarts estaba de novio con alguien que iba contra todos sus principios. Aunque no era algo para verle anormal, si que la noticia podría impactar a más de uno.

Dejando de lado esto; ambos muchachos se encontraban en la mansión de el mencionado anteriormente. Sus padres, o por lo menos Lucius no sabía sobre todo lo que estaba sucediendo con su hijo y el joven de apellido Yeray.

Volviendo a el tema, la pareja se encontraba en la habitación de el rubio hablando sobre algunos temas y riéndose de tonterías.

— Vaya ¿Quién siquiera podría pensarlo? — habló el castaño — El tipo que menos me aceptaba terminó siendo el que más me ama ahora mismo — añadió con una gran sonrisa

— ¿Por qué no te callas? — cuestionó con un tono "molesto" el más alto de los dos después de que sus mejillas se tornaran de un tono rojizo y sintió como el ojiazul se acercaba a él de una manera sonriente

— ¿Por qué no me callas tú? — preguntó de un tono burlón a centímetros de su contrario y con una mirada lasciva para que fuese cuestión de segundos que se uniesen en un beso que empezó como uno más.

Sin embargo, como sabrán éste comenzó a prolongarse de alguna manera sin que los chicos necesitarán mucho oxígeno. Y también terminaron de recostarse bien en aquella gran y cómoda cama.

El de orbes color gris se sobresaltó al sentir en su piel una mano fría que se deslizaba por su abdomen y volvió a sonrojarse dejando que Azael hiciese lo que quisiera mientras que el antes mencionado sonreía aún más y partía a desabotonar su camisa de color blanco.

¿Cómo fue que sucedió aquello?

Había ocurrido hacía algunos meses antes.

Azael se encontraba caminando por lo pasillos de el castillo con gran tranquilidad puesto que aquel día era sábado. No había nadie más en el lugar, o eso creía.

— Vaya...pero sí es el sangre sucia homosexual — escuchó una voz conocida detrás de él y se giró molesto

— ¿Ahora qué es lo que quieres? — cuestionó el de las pecas acercándose a Malfoy — ¿Veniste a verme por que no puedes vivir sin mi? A que te encanta molestarme ¿No es así?

— ¿A qué te refieres? Si por mi fuese ni me acercaría a ti, ni me toparía contigo. Es más, ni siquiera soporto escuchar tu nombre.

— ¡Azael Demián Yeray! Ese es mi nombre. Ahora puedes dormir tranquilo al conocer los nombres y apellido de tu futuro esposo — respondió con una sonrisa y una mirada divertida cuándo acorraló a su contrario y le impidió todo paso

— ¡Eres un imbécil! ¡Dejame ir o te juro qué mi pad...! — fue interrumpido por la cercanía de el castaño

— Dejame adivinar ¿Tu padre se enterará de esto? ¿Estás por completo seguro que quieres que él se entere de esto? — interrogó mirandolo de arriba abajo mientras se mordía el labio inferior

— No sé de que hablas — dijo el Slytherin con un tono despectivo

— Pronto lo sabrás — aclaró el ojiazul divertido y posó sus labios con los de el chico Malfoy, sorprendentemente el muchacho no opuso resistencia, sin embargo tal contacto solamente duró unos cuantos segundos. Y cuándo se separó, se marchó como si nada hubiese pasado.

« Te tengo controlado, Malfoy »

A partir de ese día sucedieron diversos encuentros parecidos; que hicieron que Draco terminara por enamorarse y Azael, bueno, Azael ya tenía en claro a por qué iba.

Pronto el rubio dejo atrás su orgullo y por fin estos comenzaron a salir. A el ojigris le daba en el ego el hecho de que un chico sangre sucia, de Gryffindor, menor y más bajito que él lo tuviera de ese modo y bajo tal "control", pero terminó por aceptarlo. Y vaya que lo aceptó.

Demián por una vez se sintió cómo sí
"perteneciera" y Draco sintió cómo sí toda su infelicidad se hubiese ido lejos.

A la mañana siguiente la joven pareja yacía en la habitación de el rubio mientras éste intentaba contar las pecas en el rostro de el otro y ambos sonreían.

Cuándo estaban juntos no parecía importar que en el mundo haya gente que no los acepte. Solo estaban ellos dos.