Harry Potter ↑ One Shots ▲Editando▲

▲ 050 ▲ Remus Lupin

Pedido de -weaslxy-

Antes que nada...feliz año :D
Muy, muy, MUY atrasado, lo sé.
Ya ni explicaciones daré, perdón.

Sólo quiero decirles que sigo viva y escribiendo sus pedidos, téngame paciencia señor (?)

Además siento que en estos meses mejoré mucho en diversos aspectos, así que prepárense para cosas que nunca pensé escribir y sentir lo sad a flor de piel 🌚

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Cierto castaño se encontraba caminando apresuradamente por alguna razón en especial. Él iba sumergido en un libro en el cuál leía la misma línea una y otra vez. Algo importante debía decir aquella página...aunque tal vez no era así.

- Ten cuidado, te terminarás estrellando. - escuchó una voz femenina junto a una cálida mano posarse en su pecho, interrumpiéndole sus pensamientos. La joven lo detuvo y a la vez lo salvó de chocar contra ella.

Remus levantó la mirada comenzando desde el antebrazo de la chica hasta toparse con unos hermosos ojos color miel, casi verdes...por un motivo ya aparente, un notorio rubor se posó en sus mejillas y su corazón se aceleró.

- ¿Te encuentras bien? - volvió a hablar Ana.

- Si-si, a estas alturas deberías tomarlo cómo un comportamiento normal en mi...- titubeó el más alto y desvío la mirada, la chica Black soltó una ligera risita y se acomodó el cabello

- Es verdad - respondió al dedicarle una sonrisa, la cual fue respondida con una sonrisa nerviosa de parte de Remus - ¿Quieres que caminemos juntos a clase?

«¿Tenemos clase juntos? » se preguntó el de ojos castaños para si mismo.

- ¡Si! - exclamó y de repente negó con la cabeza - Quiero decir, no. Necesito...uhm...hacer alguna cosa que no sé que sea para no caminar contigo a clase.

- Gran pretexto - aclaró sarcástica la pelinegra - Avisame si necesitas ayuda con ello - siguió divertida para después despedirse con un beso en la mejilla e irse por dónde había llegado. Dejando a Lupin con una sonrisa de idiota.

☀

Todos los jóvenes se encontraban en clase de pociones, a excepción de uno de ellos.

- ¿Dónde demonios se ha metido Sirius? - preguntó James a Remus con un tono de voz bajo, sin embargo no recibió respuesta.

Se giró a ver a su compañero quien se encontraba con una expresión inigualable y la pluma deslizándose, a punto de caerse de entre sus dedos, el castaño parecía estar mirando hacia la dirección de Ana; específicamente hacia sus piernas.

- ¿Quién lo diría de ti? Remus, pequeño pervertido - se burló Potter, lo que hizo reaccionar a el muchacho

- ¡¿Qué?! ¡No-no! ¡Yo no...! - exclamó nervioso y sonrosado a la vez, después de algunos tartamudeos, suspiró - No le digas a Sirius. - habló a modo de suplica por lo que su compañero se carcajeó

- No lo haré. Pero si sigues mirando cómo acosador a su hermana, seguro que se da cuenta.

- ¡No la miro de esa manera! - vociferó seguro de si para volver a mirarla - solo admiro cada parte de la misma perfección que es.

- ¿De que hablan? - preguntó el mayor de los Black metiéndose en la conversación, provocando un sobresalto por parte de Lupin.

- ¡Na-Nada!

- ¿Desde cuándo estás ahí? - preguntó James

- Llevo aquí toda la clase, vi que Lunático decidió sentarse contigo así que yo me quedé aquí. ¿En que mundo están?

- Bueno, bueno ~ ¡Parece que Rem está enamorado! - Canturreo Potter divertido

- ¡C-Calla! - exclamó el antes mencionado

- ¿Ah? ¿Quién es la desafortunada que nunca sabrá que Remus la ama? - preguntó nuevamente Black con una sonrisa y un tono de burla

- Solo mira a tu derecha - respondió el otro siguiendole el juego mientras el castaño ocultaba su rostro sonrojado

- ¡¿Eh?! - entonces fue cuando Remus pensó "Estoy muerto" - ¿Estás enamorado de Lucius? - cuestionó riendo - En ese caso mejor enamorate de mi - se volvió a burlar

Los otros dos jóvenes se giraron confundidos y se dieron cuenta de que la chica ya no estaba. Cierto castaño suspiró y sintió el alma abandonar su cuerpo.

¿Cuándo sería el día que confesara sus sentimientos? Probablemente nunca, estaba casi un 100% seguro, había tantas cosas que le impedían hacer tal cosa, y la principal razón era que Sirius sin dudarlo le lanzaría un avada si se enteraba cuantas veces al día pensaba en su hermana.

Pero él sólo hecho de pasar un solo segundo por su mente lo volvía un desastre emocional, el solo hecho de pensar en la perfecta sonrisa aperlada de la Black, en sus ojos, tan hermosos que parecían hacerla cambiar su visión del mundo, su delicada figura y su melodiosa voz...Merlín, si la perfección no existía, entonces Ana era lo más cercano a ella, de eso no tenía duda alguna.

Y no bastaba eso, si solo se pusiera a escribir un poco de lo mucho que Ana Black lo volvía un demente, jamás terminaría. Ella había llegado y había destruido por completo su idea de "no tener pareja u concentrarse en sus estudios". Ella lo conocía más que cualquier persona en el mundo, más que él mismo.

Ella, ella, ella: todo se trataba de ella.

Despertaba pensando en la ¿Ya dije hermosa? Joven, durante el día la pensaba, dormía pensando en ella, soñaba con ella.

¡Esto es obsesión! Remus se asusta hasta a sí mismo. Nadie puede quitarle ese enormemente fuerte sentimiento.

Pero nada tampoco puede impulsarlo a declarar aquello.

Es una muerte, la más lenta y dolorosa amarla en silencio. Es una muerte, quizás la más lenta y dolorosa saber que no la tendrá. Es una muerte, quizás la más lenta y dolorosa, saber que en cualquier noche de luna llena la puede dañar.

Fue una muerte, quizás la más lenta y dolorosa, verla con alguien más...

Pero siempre será un gran y alegre comenzar; el ver sus ojos aceitunados llenos de luz, una sonrisa preciosa y escuchar el eco de su risa a lo lejos, en sus recuerdos.

Pero siempre será un gran y alegre comenzar; el hecho de verla hasta al partir, aquel 2 de Mayo del noventa y ocho. El único día que Lupin pudo descansar desde que conoció a la hermana de su gran amigo.

Pero siempre será un gran y alegre comenzar; haberla conocido y disfrutar de su amistad.

Si alguna lección pudo llevarse Remus de aquella vida en soledad, fue que siempre estaría más arrepentido de lo que no hizo y siempre recordó, que de lo que hizo, y ya siquiera ni recordaba.