Capitulo #25

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Diciembre 24 del 2015

Lost Valley.

Arboles decorados, los villancicos, Santa Claus, regalos, tortas, muérdagos, todas esas palabras gritaban es navidad.<< "La navidad es el momento para pasarla con tus seres queridos">> Evan lo sabía bien. Se sintió algo desamparado porque aquella era la primera navidad que pasaría sin sus padres, pero el espíritu navideño se vivía desde temprano en la casa de los Harper. Todos estaban despiertos ya y cada uno realizaba una actividad diferente, las mujeres cocinaban, lo hombres estaban colocando un enorme árbol, las niñas más chiquitas colocaron unos hermosos muñequitos que representaban el nacimiento del niño Jesús, los demás decoraban la casa, la limpiaban; en fin, todos trabajaban para hacer que la noche de navidad fuera mágica. 

Evan se ofreció a ayudar y junto a los primos de Natalia fue a colocar antorchas a la orilla del lago, también pusieron las luces en los árboles del patio, colocaron las mesas en el jardín, fueron a arrancar fresas a la finca de Leonardo y junto a Natalia hicieron la torta de fresa. Entre tanto trabajo, el día se fue muy rápido y para cuando todo estuvo listo, tuvo que tomar una ducha de nuevo y cambiarse nuevamente  para estar presentable; dicen que cuando trabajamos duro por algo y lo obtenemos es más fácil saber apreciarlo. 

Cuando estuvo listo salió al jardín en donde se celebraría la fiesta y no cabía duda, realmente lo habían logrado, el ambiente era mágico. Las luces en los arboles hacían juego con las estrellas que brillaban sobre ellos, las antorchas lucían increíbles, la gente reía, se servía boquitas, los niños corrían por todo el lugar felices con sus regalos navideños en las manos, otros que ya los habían abierto jugaban con lo que habían conseguido.

Evan la busco con la mirada, pero no logro encontrarla, miro el regalo que tenía en sus manos, le había llevado horas enteras pensar en el regalo perfecto para Natalia, la duda de saber si le gustaría o no se encontraba aun en él.― ¡Evan! Escucho su dulce vos, ella estaba detrás de él, por ende, se dio la vuelta para quedar frente a ella y sonrió << Natalia se miraba muy bien>> su cabello iba suelto, llevaba una corona de flores sobre la cabeza, un vestido azul floreado y su sonrisa que era lo mas encantador.

― Te ves hermosa. Dijo y ella le agradeció. ― Te compre esto ―. Si no te gusta puedes devolverlo ―dijo. La chica lo abrazo sin saber que era. La verdad era que a ella no le importaba lo que hubiera en aquella bolsa el hecho de que Evan estuviera ahí con ella era el mejor regalo. Y en ese momento «Te amo» ambos lo pensaron, pero no lo dijeron. Lentamente ella se separó de él y abrió el regalo y un grito se le escapo. Ahí estaba era su libro favorito, ¡no podía creerlo!, pero por si era poco al abrirlo encontró dos boletos para ir al concierto de Bruno Mars.

―Evan eres increíble yo no encuentro palabras yo... sin saber cómo agradecerle y hacer justicia opto por simplemente abrazarle nuevamente. ―También te eh comprado algo, anda tómalo, solo ábrelo ―dijo mientras le hacía entrega de una cajita que se mira diminuta entre sus manos, Evan la observo por unos segundos y luego la abrió.

Era un anillo de plata en el cual se encontraba inscrito "Evan y Natalia. Por siempre" ―. Siempre ―repitió el en vos alta. Natalia se sintió insegura, vulnerable, ¿acaso había sido mucho? ―

Sabes que algún día te casaras, tendrás hijos ―Simplemente sabes que tú y yo no estaremos juntos para siempre ―dice el sin poder evitarlo. Estaba harto, no soportaría más eso, él no quería ser solo su amigo. Quería ser mas mucho más.

―Tú también, algún día te casaras, tendrás hijos, ¿y qué? ―. Eres mi amigo Evan, eres quien me hace sonreír en los peores momentos, quien me escucha, quien me apoya, quien me cuida, eres ya una parte incondicional de mi vida yo me perdería sin ti y yo no puedo, no quiero perderte ―le escucha decir, mira sus ojos cristalizados sabe que ella estaba luchando por no llorar.

―Tortolos es hora de ir a comer ―dice Catherine con alegría que desaparece al verlos. Ambos caminan en silencio hacia el comedor, escuchan las palabras que la madre de Natalia dice, brindan por la familia y luego disfrutan de la cena navideña. En cuanto termina de comer, Evan se levanta de la mesa y se dirige a la habitación donde se hospedaba para llamar a su madre.

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Natalia lo observa marcharse ―. ¿Qué le pasaba? ―. ¿Qué era eso que sentía? ―.Era incapaz de comprenderlo ―. ¿Cómo saberlo? Sabía que le quería como a nadie, pero no sabía si estaba enamorada de él.

― ¿Está todo bien entre tú y Evan? Cuestiona Catherine mientras se sienta a su lado.

― No lo sé. Le respondió.

― Ven vamos a hablar a otra parte ―le dijo. Ambas caminaron asía su banca, la banca en la que habían compartido tantas historias juntas. ― ¿Por qué han peleado? Le pregunto. ―Bueno veras es que yo le hice entrega de mi regalo y pues él... ― Y ¿qué le diste? Pregunto Catherine interrumpiéndola.

―Un anillo. Respondió como si nada. ― ¿Te casaras con él? Pregunto una sorprendida Catherine.

― ¡ No! ―. ¿Cómo crees? Respondió ahora una sorprendida Natalia.

―Bueno, me alegra están muy jóvenes para casarse ahora. Comenta una aliviada Catherine. ― ¿Porque creíste que le pedí matrimonio? Le pregunta Natalia sintiendo curiosidad.

―Por qué le amas y él te ama. Le respondió su hermana sonriente.

― El me ama. Dijo más para ella. ―¿Acaso Evan sentía lo mismo que ella?

― ¡Por Dios Natalia! ―.No me digas que no te has dado cuenta, él está loco por ti, porque otra razón estaría aquí contigo pasando las navidades. Dice Catherine riendo de lo ridículo que le parecía aquello.

Fue entonces cuando decidió admitirlo, ya lo sabía. Sabía bien que ella estaba enamorada de Evan, pero estaba tan asustada de la manera en que le quería, era un sentimiento tan fuerte, jamás en su vida había sentido de esa manera con nadie. Todo lo que necesitaba, todo lo que quería, todo lo que soñaba, era él.

―Tienes toda la razón ―. Yo le amo. Dijo a Catherine mientras se ponía de pie estaba decidida a decírselo a Evan. Se levantó de la banca y corrió hacia el dormitorio de su amigo, pero este ya no estaba ahí. 

Los juegos artificiales que estallaron le hicieron saber que eran las doce en punto, se sentó en la cama y tomo el anillo entre sus manos. Evan se había marchado y le había dejado el anillo. Tal vez esto era lo que debía pasar, tal vez Evan no la amaba. Se recostó y lloro, mientras recordaba su palabras ―"Tu y yo no estaremos juntos para siempre" ―. ¡Que tonta fue! ―. Lo había arruinado todo, ¿porque tuvo que enamorarse de él?






** Hola mis bellas y bellos lectores.... Yo adoro la navidad y ustedes..? en fin se que me quedo mas largo de lo normal pero bueno es mi regalo navideño para ustedes... ( no me importa si no es navidad) ** ¡No olviden votar y comentar si les gusto!

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