Eterno

Capítulo #31

Lunes 26 de octubre del 2020

Lost Valley.

Me recordaba a las estrellas supongo que era porque ella brillaba como una. Siempre estaba riendo, tenía la sonrisa más linda, más sincera. Ellas siempre estaban juntas les llamaban las inseparables, eran bastante populares en el colegio, puesto que tenían bastante carisma y eran tan amables con todos. ―¿Quién podría odiarlas? ―. Yo por otro lado soy muy serio, solo vivo con mi padre quien la mayoría del tiempo se encontraba trabajando, la comisaria era casi como mi segundo hogar, desde chico supe que sería policía, aprendí tanto solo viendo como trabajaban todos ahí, leía todo tipo de libros policiacos, cuando por fin tuve la edad me marche a realizar la pruebas físicas, de aptitud  y volví una vez que culmine mi carrera.  Y ya era el oficial James.

Catherine había sido mi amor de colegio, no es que haya salido con ella, pero recuerdo que me gustaba, nunca tuve el valor para intentar conquistarla, siempre estaba con Natalia, Yamir y Blake. Por eso aún no podía creer que estaba en mi apartamento; tomo uno de los libros de la estanterías.

―Recuerdo que en el cole siempre andabas con un libro en la mano eras bastante mono, mientras todos los otros chicos me parecían unos imbéciles tu parecías ser alguien muy maduro. Dijo mientras volvía a guardar el libro, sonreía por su comentario y ella me miro.

―¿Conoces a alguien que odie a Natalia lo suficiente para hacerle daño? Le pregunto. ―No, como podría alguien odiarla ―dice mientras se sienta en el mueble, parece estar algo molesta por la pregunta por lo que aclaro diciendo ―Solo quiere saber quién pudo haberles hecho algo.

―Lo sé, perdona. Dice mirando el suelo. ―Y qué hay de Evan ―. ¿Conoces a alguien que quisiera hacerle daño? ―pregunto.

―Si, pero está muerto y el otro no mataría ni una mosca ―. Blake y Yamir lo odiaban, ya sabes cómo eran ellos, hombres bastantes posesivos y celosos cuando de nosotras se trataba. Comenta con tranquilidad.

― ¿Por qué crees que Yamir no mataría ni a una mosca? Pregunto con curiosidad los recuerdos que tenia de ambos chicos no eran muy buenos, recuerdo que siempre se la pasaban molestando al pobre Kevin quien era muy debilucho para defenderse.

―Era un lindo chico ―dice sonriendo, mi corazón se acelera por unos instantes esa sonrisa era lo que más me gustaba de ella, pero tenía que concentrarme. ―Sabes ayer fui a varios aeropuertos y me comuniqué con los otros. Y en todos me dijeron que la familia del Dr. Evan no había abordado, lo que significa que tienes razón ―digo observando su rostro en donde su sonrisa se espumo por completo, jamás la había visto tan triste como en los últimos meses, me había contado que andaba de bar en bar, bebiendo hasta perder la conciencia, ella ya no era la misma.

― ¿Tú crees que Yamir haya sido? ―. Es que no conozco a nadie más que fuera capaz de odiarlos. Dice mientras una lágrima traviesa se escapa de sus ojos, pero la limpia con rapidez.

― Hablare con él. Digo levantando para ir a buscarle.

― ¿Crees que pueda quedarme aquí? ―. Solo leeré uno de tus libros y esperare a que vuelvas para decirme que ha pasado. Dice poniéndose de pie. ―Esta bien―digo sin estar tan seguro, me subo al carro y voy rumbo al hospital. 

Llego rápido ya que este no queda muy lejos, me detengo en la oficina de consultas y Gabriela me saluda sonriente ―En que lo puedo ayudar oficial James. Dice coqueta. ― ¿Podrías decirle a Yamir que baje? necesito hablar con él es urgente. Digo sonriéndole de vuelta.

―En un segundo, mientras tanto tome asiento. Dice tomando el teléfono, me voy a sentar y la observo hablar con Yamir. ―El bajara en unos minutos. Dice sonriente. Lo vi llegar tranquilamente, no parecía preocupado por el hecho de que yo quisiera hablar con él, se colocó desinfectante de manos y luego me saludo. ―Lamento a verte hecho esperar es que estaba algo ocupado el hijo de los Robinson se abrió la frente y lo estaba saturando, ¡sabes estoy algo agotado! ―. ¿Te parece si vamos a hablar mientras tomamos un café? ―pregunta por ultimo. ― Esta bien. Digo poniéndome de pie, llegamos a la cafetería del pueblo ordenamos y estoy listo.

― ¿Cuándo fue la última vez que viste a Natalia? Mi pregunta lo toma por sorpresa lo sé por la cara que puso, pero rápidamente se recompone.  ―Yo no lo recuerdo, hace mucho tiempo que no se de ella, lo último que supe es que estaba casada y tenía un niño. Dice sonriendo.

― ¿Cuándo fue la última vez que hablaron? Pregunto algo molesto por el hecho que realmente no contesto mi pregunta, sonríe mientras mira el suelo, luego me mira y dice. ―Al siguiente día después de haber terminado conmigo, quería decirle que lo intentáramos de nuevo, llegue a su habitación y valla sorpresa la que me lleve al ver a un hombre salir de su cuarto, aun así, fui para hablar con ella, pero no salió bien y decidimos no volver a hablarnos o vernos ―. Y eso fue todo ―me dice y me siento algo mal por él ya que puedo percibir el dolor tras sus palabras.

― ¿Porque me pregunta todo esto? ―. ¿Acaso algo malo le paso? Cuestiona con angustia.

―Está desaparecida. Le Digo y su ceño se frunce.

―Es divertido sabe fue lo último que me dijeron respecto a Blake y después apareció muerto. Me dice afligido.

― ¿Y qué hay de su esposo Evan? ―. Trabajan en el mismo hospital hablaste con él alguna vez. Digo.

―No nunca hablé con él sí lo vi algunas veces, pero ya sabe no trabajamos dentro de la misma área soy médico general después de todo y él era el un psiquiatra por lo que solo se llevaba en los últimos piso. Dice con tranquilidad.

― ¿Cómo sabes que él es psiquiatra si nunca hablaste con él? Pregunto sintiendo curiosidad, no muestra estar nervioso por mi pregunta.

―Solo hay dos psiquiatras en todo el hospital todo el mundo los conoce. Dice encogiéndose de hombros.

― ¿Cómo se llama el otro psiquiatra? Le pregunto después de tomar un trago de café.

―Le dicen Dr. Ryan ―comenta tomando su café para luego levantarse se saca dinero y lo pone en la mesa ―. Fue un placer haber hablado con usted espero haya servido de algo, pero creo que es hora de que vuelva al hospital ―dice por último para luego marcharse. Lo miro irse, espero que cobren la cuenta y yo también me marcho tengo que volver al hospital para conocer al Dr. Ryan.