Capítulo #27

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Diciembre 31 del 2015

Año nuevo en la casa de los Harrison.

Sabía que haberse marchado sin despedirse había sido muy dramático, pero también sabía que si le hubiese mencionado a Natalia que el necesitaba su espacio para pensar ella lo hubiese convencido de quedarse. Por eso había decidido irse sin decirle, al día siguiente llamo a Natalia para explicarle, ella dijo que lo comprendía, que él no tenía nada de qué preocuparse, que ella no lo molestaría. Aquellos días sin ella no hiso más que pensar en ella, en lo que habían vivido, pensó en los dos juntos y su relación. Y los días pasaron rápido, al final estaba feliz de estar en casa, con su familia, el año nuevo lo celebraban en la casa de su tío, todos se reunían ahí para cenar se colocó su traje de gala, arreglo la corbata y estaba listo para la cena, se sentía extraño desde las fiestas navideñas, estar enojado con Natalia no era lindo. ―La extrañaba.

― ¡Evan te estamos esperando! Grito su madre. Se miró una última vez al espejo y sonrió. (Vaya sonrisa tan mas falsa pensó) Bajo las gradas y observo a su madre y padre que lo esperaban. ― No te enojes conmigo, pero invite a tu amiga ―dijo su madre haciéndose a un lado y ahí estaba justo detrás, Natalia llevaba un vestido negro y zapatos de tacón se miraba realmente guapa, era imposible sentirse molesto, la verdad es que verla ahí le alegraba tanto.

―Hola. Le dijo sonriente mientras bajaba las gradas.

―Hola. Respondió ella con una sonrisa tímida.

―Bueno hora de irnos, no queremos llegar tarde ―dijo su madre entonces sus padres subieron al auto de ellos y Natalia subió al auto de Evan quedando por fin solos.

―Lamentó haberme marchado sin avisar. Dijo con la vista fija en la carretera. Ella lo observo con cuidado no sabía muy bien que decir cómo explicarle que él le había roto el corazón ese día. ―Ya te dije que no importa ―. Estoy feliz de saber que no me odias ―dijo ella con honestidad, por lo menos no lo había perdido. ―Yo no podría odiarte ni, aunque quisiera. Le dijo estaba ves observándola le regalo una sonrisa y nuevamente se concentró en manejar.

Llegaron justo a tiempo y tomaron su lugar en la gran mesa; Natalia estaba a su lado. Mientras comían todos comenzaron a hablar, tocaron temas sobre el calentamiento global, política etc... Se sorprendió al ver a Natalia participar animadamente en las conversaciones.

― ¡Que chica más inteligente y guapa te has encontrado Evan! Comento su tío levantando la copa hacia él, después de haberse quedado sorprendido por uno de los comentario de su amiga. Terminaron de cenar y ya para cuando iba ser media noche, todos salieron a la terraza, ya que los fuegos artificiales comenzarían pronto y no se los podían perder; a los minutos estallo el primero uno tras otro iluminaron el cielo, todos se abrazaron y desearon un feliz año nuevo. 

Después de ello todos comenzaron a bajar Natalia los dijo a imitar, pero Evan la tomo del brazo, tenían mucho de qué hablar, ella lo miro y su corazón se aceleró. ―Solo te quiero decir que no podré seguir siendo tu amigo―. Mejor dicho, no quiero serlo, eh estado pensando en todo lo que hemos pasado desde el día que te conocí, recordé cada instante como la ves de la excursión cuando te caíste en el charco, o todas las conversaciones a plena madrugada y me dije a mi mismo que había sido un idiota por no decirte que Te amo ―. Me gustaste desde el primer día que te vi, pero tenías novio, el cual dejaste ese día, después quede atrapado esperando que algún día tu sintieras lo mismo que yo, luego me resigne porque me di cuenta de que tú y yo nunca seriamos más que amigos... y sus palabras se interrumpieron pues en ese instante Natalia se lanzó a él colocando sus brazos alrededor de su cuello. ―Te amo ―le dijo ella sonriendo mientras que su corazón estaba a punto de explotar.

Entonces ocurrió, lentamente se acercaron hasta que casi no hubo espacio entre ellos, sus labios estaban a tan solo un centímetro. ― ¿Y si todo sale mal? ―Pregunto Evan aterrado no quería perderle. ―No importara, nunca te olvidare te tengo atrapado en mi alma. Le dijo entonces él sonrió era hora de vivir el momento cerro los ojos y la beso sin saber que los próximos años nuevos se convertirían también en la fecha de aniversario de ambos.

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