Capítulo 3

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Cuando ya estoy casi llegando, mi móvil suena dentro de mi mochila, lo saco e inmediatamente lo cojo al ver quién es.

- Hola cariño -respondo con dulzura.

- Hola, nena -dice mi novio con un tono de voz sensual al otro lado de la línea.- ¿Cómo estás?

- Bien, he salido de entrenar hace nada, ya estoy llegando a casa.

- Me alegro, yo voy a cenar en nada -tras decir esto, hace una pequeña pausa y yo sigo con mi sonrisa tonta en la cara.- Te echo de menos.

- Yo también -suspiro.- Quiero que vengas ya.

- Mi madre me ha confirmado finalmente que en dos semanas estaremos ya allí.

Tras darme esa noticia, hago un gesto de entusiasmo y doy pequeños saltos, seguidamente escucho cómo suena su preciosa risa al otro lado de la línea.

- Te cuelgo cariño, ya estoy en casa. Te quiero.

- Adiós, te quiero -se despide dulcemente y cuelgo.

Una vez que entro en mi casa, voy directa a mi habitación y dejo todas las cosas en el suelo. Abro la puerta del cuarto de baño, me desnudo y me meto a la ducha.

- ¡Celia! -grita mi madre como siempre desde el salón.

Decido no contestar y seguir a lo mío, como si no la hubiese escuchado.
Cuando termino, me pongo el pijama y me cepillo el pelo. Tengo tanta hambre, que creo que me dejaré el pelo secar solo. Salgo del baño y voy directa a la cocina.

- ¿Qué hay de cenar? -le pregunto a mi madre mientras abro la nevera.

- Eso quería decirte, pero se ve que estabas en la ducha.. No he preparado nada -sonríe levantando las cejas- Podemos pedir una pizza.

Asiento ilusionada y al instante cojo el teléfono de mi casa. Pido la pizza y mientras espero a que el repartidor la traiga, cojo el móvil de mi habitación y vuelvo al salón, pero esta vez me tumbo en el sofá.
Desbloqueo el móvil y veo que tengo varios mensajes de Kate.

Kate:
Celia, esto..¿mañana por la mañana estás sola en tu casa?

Yo:
Sí.

Kate:
Esque he pensado en que podríamos saltarnos las clases y quedarnos en tu casa.

Yo:
Kate, que no estamos en la ESO.

Kate:
Ya lo sé tía, pero es un motivo muy importante.

Yo:
Qué quieres, ¿quedar con Shooter?

Kate:
Sí..

Yo:
Uf, vale. Mi madre se va a trabajar a las siete y media, venid a la hora que queráis.

Kate:
Gracias, ¡te quiero!

La dejo en leído y bloqueo el móvil. La verdad es que yo tampoco tengo ganas de ir a clase, pero como al profesor más cabrón se le ocurra llamar a mi madre, la llevo clara. No me llevo bien con uno en especial y me tiene bastante manía. Qué infantil es.

Una vez que ya me he terminado la pizza y me he lavado los dientes, me meto en la cama y me arropo. Al instante me duermo.

8:15:

El timbre de mi casa suena repetidas veces haciendo que me despierte.

- ¡Me cago en la leche! -grito nada más abrir los ojos. Voy hacia el telefonillo y me lo pongo en la oreja- ¿Quién es? -pregunto malhumorada.

- ¡Soy yo, Kate! -suspiro y le abro la puerta de abajo. Al segundo, le dejo entreabierta la puerta de mi casa y me voy al sofá, para que cuando suba no tenga que volver a levantarme.

Tras un minuto o dos, la puerta de mi casa se cierra dejando ver a una Kate realmente feliz.

- ¡Hola cariño! -me saluda mientras tira la mochila al suelo.

Detrás de ella, puedo ver a Shooter y.. joder espera, ¿no venían ellos dos solos?

Recuérdame. [Logan G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora