Recuérdame. [Logan G]

Capítulo 50 (2/3)

Acabo de salir de la ducha y llevo la toalla envuelta en mi cuerpo. Abro la puerta y me dispongo a salir, pero algo me lo impide.
Logan ha puesto chinchetas en el suelo para que no pueda salir.

- ¡Logan! -le grito desde el baño y aparece.- Qué mierda es esto -señalo las chinchetas enfadada.

- Te dije que esto era la guerra -dice mientras sostiene la cámara entre sus manos.

- No me estarás grabando -alzo un poco la voz.

- No, tengo la cámara en la mano por gusto -vacila sabiendo que no puedo salir.

- Logan, ¡quita esto ya!

- Me voy a cenar, que te aproveche a ti también -desaparece y me cabreo aún mas.

Me pongo las zapatillas y con cuidado de no pincharme aparto las chinchetas para salir.

Me dirijo hacia el comedor y Logan me mira con asombro.

- Qué rápida -dice mirando la puerta del baño.

- Esta te la devuelvo Logan, te lo digo enserio -lo señalo con amenaza y voy a la habitación.

Me visto mientras pienso en alguna venganza. Una vez que he terminado, salgo y me dirijo hacia el comedor. Sin pensármelo dos veces, cojo el plato de arroz blanco que se está comiendo y se lo estampo en la cara.

- ¡Celia! -grita mientras yo salgo corriendo hacia la cocina.

Me cierro la puerta con pestillo y me río.

- Cuando salgas te vas a cagar, ¡te lo digo muy enserio! -grita desde el otro lado de la puerta.

- Que te aproveche la cena -lo imito y abro la nevera mientras su sombra desaparece.

Abro un armario y saco unos espaguetis.
Comienzo a hacérmelos y mientras tanto decido ponerme a mirar el móvil, pero recuerdo que lo tengo en la habitación. Joder.

Una vez que los he terminado de hacer, me siento en la mesa y me pongo a comérmelos.

¿Dónde estará Logan? ¿Estará ya dormido?

Entre pensamientos, me termino los espaguetis y dejo el plato en el fregador.
Salgo en silencio de la cocina y miro por el salón a ver si está, pero no.

Voy a la habitación y se encuentra en la cama tumbado.

Me dirijo de nuevo al baño y menos mal que ha recogido todas las chinchetas, porque sino se las tiro a la cabeza.

Me lavo los dientes y vuelvo a la habitación.
Me acuesto a su lado intentando no despertarlo, pero es un intento fallido.

- ¿Has cenado bien? -me pregunta sarcástico.

- ¿Estabas dormido?

- Estaba despierto todo el rato -rueda los ojos y se pone dándome su espalda desnuda.

Con mi uña dibujo suavemente cosas sobre ésta hasta que se queda dormido, al igual que yo.

Maratón 2/3.