Recuérdame. [Logan G]

Capítulo 25

Logan se ríe y me abraza por la cintura, mientras que yo paso mis brazos por su cuello hasta llegar a su nuca y abrazarlo también.

Le doy un pequeño beso y me separo de él.

- ¿Se vive bien solo? -le pregunto andando por el pasillo mientras miro las habitaciones.

- Perfectamente, aunque no recomiendo ver una película de miedo, después te pasa factura.

Río y entro a la habitación de Logan.

- Qué desordenada -le pico.

- Mentira, está más ordenada que la tuya vamos, no me jodas -la señala.

- Que sí, que está muy ordenada -me acerco a él y le acaricio el pelo como puedo, ya que es bastante alto.- Me encanta tu pelo -susurro.

Logan sonríe y niega.

- A mi el tuyo no -me pica esta vez él.

Me ofendo y agarro mi pelo enseñándoselo.

- ¿Me estás diciendo que este pelo no es precioso? -frunzo el ceño.

- A ver, pero que tampoco te piques -sonríe de lado.- Acéptalo.

- Pues tu pelo es una mierda -cruzo los brazos y lo miro enfadada.- Debes ya saber que tengo una puta obsesión con mi pelo.

- Es broma tonta -me besa y yo no le sigo el beso.- Abrázame -se queja intentando separar mis brazos que se encuentran cruzados, pero no lo consigue.

Sin decir palabra, salgo de la habitación de Logan y busco la cocina. Una vez en esta, abro la nevera y puedo verla llena de dulces.

Ha ocurrido un milagro en mi vida.

Me pongo a sacarlo todo dejándolo encima de la mesa. Una vez que ya he terminado, me siento en una silla y miro hacia la puerta, donde se encuentra Logan observándome.

Giro la cabeza mirando de nuevo a la comida, y me pongo manos a la obra.

- ¿Se puede saber qué estás haciendo? -viene hacia mí.

- Comer -le respondo obvia con la boca llena.- Me encanta comer, es otra de las tantas obsesiones que tengo.

- Nunca más te voy a invitar a mi casa, me vas a salir cara y no eres mi novia -niega sentándose en una silla.

- Déjame comer tranquila -me quejo mirándolo mal.

Logan al instante se pone serio y yo me río, a lo que me atraganto ya que tenía la boca llena.

Logan asustado se levanta y me da un vaso de agua. Bebo y cuando se me pasa, lo miro preocupada.

En verdad no estoy preocupada, así que me río por su cara.

- ¿Eres tonta? Me has asustado -se toca la frente y se sienta donde estaba anteriormente.

- Me he atragantado de verdad, pero me ha hecho gracia tu cara -le digo sin quitar la sonrisa.

Logan me mira los labios y se humedece los suyos. Se acerca a mí, me coge suavemente de la barbilla y seguidamente me besa lento.

- Sabe a chocolate -dice al separarse de mí.

- No me digas -le digo como si fuese tonto, a lo que me echa una mirada de asco y le tapo la cara.- No me mires así.

Mi teléfono comienza a sonar en el bosillo de mi chaqueta. Puedo escucharlo con claridad ya que la entrada está justo al lado de la cocina. Me levanto de la silla y lo cojo. Vuelvo a sentarme y lo miro a la vez que Logan.

Es Hugo.

Logan me mira con un aspecto cansado. Está cansado de esta situación. Si él supiera que yo en el fondo también...

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