Recuérdame. [Logan G]

Capítulo 33

Andamos hacia el hotel hablando de diferentes temas y una vez que subimos a nuestra habitación, abrimos y entramos.

Seguidamente, comienzo a quitarme la ropa para ponerme el pijama.

Una vez que he terminado de cambiarme y Logan también, enciendo la calefacción y la tele, y finalmente nos metemos en la cama.

Le acaricio la mejilla y de repente su teléfono suena en la mesilla de su lado.
Lo agarra y me mira.

- ¿Quién es? -pregunto mirando la pantalla del móvil viendo el nombre de su ex.- Síguele la conversación.

Ex:
Hola.

Logan:
Hola.

Ex:
¿Cómo estás?

Logan:
Pues bien, ¿y tu?

Ex:
Bueno, te echo de menos.

Logan:
Ah bueno.

Ex:
¿Qué haces?

Logan:
En la cama.

Ex:
Oye, tu..¿volverías conmigo?

Al leer esa pregunta Logan responde sin duda alguna, lo que me alivia.

Logan:
No.

Ex:
Joder Logan, hago lo que sea.

Logan:
Chúpame la polla.

Ex:
Vale.

Logan:
Que no lo digo literal, que te calles.

Ex:
¿Dónde estás?

Logan:
No me apetece hablar.

Ex:
¿Por qué?

Al ver que no para de hablarle, le quito el móvil de las manos y grabo un audio.

Audio:
Vamos a ver chica, soy la novia de Logan, ¿puedes dejar de hablarle? Si te dejó fue por algo, así que no seas más pesada de verdad, deja de insistir que no te quiere. Y como me entere de que sigues insistiendo tú y yo tendremos problemas.

Dejo de grabar audio y le devuelvo el móvil. Logan ríe y bloquea el móvil dejándolo de nuevo en la mesilla.

Se acerca a mí y posa su mano sobre mi culo mientras comienza a besarme.

- ¿Alguna vez te has peleado a palos? -me pregunta cuando para de besarme.

- Sí.

- ¿Con quién? -pregunta interesado.

- Con una chica que tuve bastante problemas, pero fue cuando iba al instituto -suspiro y sigo hablando.- En uno de los recreos la cogí y empezamos a gritar, y en una de esas que la cojo de los pelos, le agaché la cabeza a la altura de mis rodillas y le di con la rodilla en la nariz y se la rompí -levanto una ceja.- Me expulsaron un montón de tiempo.

- Vaya vaya, yo te veía más buena -dice sonriendo.

- Ya -sonrío yo también.- No sé, antes era más mala.

Se vuelve a acercar a mí y me besa el cuello.
Hoy es nuestra última noche aquí.

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