Son sobre las 23:50 y nos falta unos 10 minutos para llegar a nuestro destino.
Nada más entrar en Cantabria ha empezado a llover a muerte.
Logan y yo hemos hablado sobre diversos temas por el camino, pero conversaciones no muy largas.
Una vez que ya hemos llegado al centro, buscamos algún hotel dando vueltas con el coche.
- ¿Y ese? -señalo por la ventanilla un hotel bastante grande.
- Vamos a ver.
Aparca en el parking y bajamos del coche.
Ya que no llevamos paragüas, vamos corriendo a la puerta del hotel y entramos.- Hola, ¿te quedan habitaciones libres? -le pregunta Logan al recepcionista.
- ¿Para dos? -nos mira.
- Para una basta -le digo yo sonriendo.
El recepcionista comienza a mirar en su ordenador. Supongo que para ver si quedan habitaciones.
- Nos quedan dos, una en el segundo y otra en el quinto -nos mira esperando a que respondamos.
- El del quinto mismo -respondo yo.
El recepcionista asiente y nos da una llave con el número de habitación.
Le sonrío en modo de agradecimiento y Logan y yo entramos al ascensor.
Me miro en el espejo y me peino un poco.
- Me ha salido un grano -me señalo la frente.
- Eres una granosa -me pica Logan sonriendo.
Lo miro mal y las puertas del ascensor se abren.
Andamos por el pasillo buscando nuestra habitación. 154, esta es.Meto la llave en la cerradura y la giro abriendo la puerta.
Observo la habitación desde la puerta y Logan me empuja para que pase de una vez.Cuando estamos dentro, Logan cierra la puerta mientras yo ando hacia la ventana para mirar las vistas.
- Mira -le digo a Logan para que venga a mi lado, y lo hace.
- Sí, eso se llama lluvia -señala por la ventana.
- Gilipollas -susurro y al instante Logan se tira hacia mí para hacerme cosquillas.- ¡Para! -grito mientras me río.
Me tira a la cama sin parar de hacerme cosquillas mientras yo intento apartarlo.
- ¿Qué has dicho? -para de hacerme cosquillas y me mira para que lo repita.
- Gilipollas -inmediatamente Logan sigue haciéndome cosquillas, y yo lo único que hago es reírme.
Una vez que ha parado, nos miramos y se acerca a mí cada vez más para darme un beso. Cuando ya está lo suficientemente cerca, aparto la cara y me quito fácilmente de debajo, a lo que me mira sorprendido.
- Ventajas de ser bajita -levanto una ceja y Logan sonríe de lado.
- Eres un tapón y una gordita.
- Gordita no soy, peso el peso que debería pesar alguien como yo -le digo y asiente con la cabeza.- Que estoy en mi peso ideal, pesado.
- Y el culito que tienes lo dice todo, ni te faltan ni te sobran -dice pícaro mientras sonríe.
- Que pesado -susurro y observo los objetos que adornan la habitación.- Lo peor es que con la lluvia tendré que estar contigo todo el rato aquí metidos -le digo, pero en realidad es lo que más deseo.
- Es una pena -dice sarcástico.- Ya veremos a ver lo que pasa.
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