Día 1

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AGARRADOS DE LA MANO


Estornudó, fuerte. Y con ello tomo uno de los clínex que llevaba en el bolsillo de su chaqueta y limpio su nariz —Do siento. —Susurro alejándose unos pasos, solo para poder sonarse con más privacidad, aunque, sabiendo a quienes acompañaba, no había nada de privacidad.

Decidió quedarse allí, no deseaba interrumpir lo que ambos Kent hablaban frente a la tumba. Era un momento conmemorativo y con más razón debía de respetar aquello.

Cinco estornudos y diez clínex después, subieron al auto del mayor y se dirigieron a la granja, la cual estaba un tanto alejado del cementerio. Jon Kent se había quedado dormido en el asiento trasero y por un lado, Jason estaba feliz de que esta vez no hubiera sido gracias a los sollozos.

Lois Lane había muerto dando a luz, lo cual, no muchos esperaban. Y por un lado, Jason presentía que se culpaba de ello mismo, pero ahora tenía diez, y tenía a la mayoría de su familia a su lado. Y a él, agregándose.

—Lamento mucho haberte invitado a ir. Estás resfriado, y el clima-

—Sh. Te dije que quería ir, no importara el qué. Quería por lo menos presentarme a la mujer que te hizo feliz por muchos años.

—Y aun lo hace. Me dio a Jon. —Sonrió sintiendo como la mucosidad exigía salir de su nariz. Clínex, número once —Sí ella estuviera aquí, de seguro le agradarías.

—¿Agradarle?

El hombre de acero sonrió, dándole una rápida mirada —Ella sabía que no éramos almas gemelas, pero se quedó a mi lado. Pudo haber encontrado la suya.

—No te culpes por no ser de este mundo, Sups. —Y era cierto, solo los seres de la tierra poseían aquello que los vinculaba con su "alma gemela". Una marca, o mejor dicho, un tatuaje, que combinaba con la personalidad de su pareja destinada.

Clark era de otro planeta, por lo que no poseía tal cosa. Mientras tanto que Lois sí, una marca que nunca conoció y claro, no pregunto.

Jon tenía una, gracias a la parte humana que tenía. Y Jason ya sabía quién era su pareja destinada.

—Ella deseaba la felicidad de todos.

—Justo como tú. —Estornudo, pero sin mocos.

Fue entonces cuando sintió una mano sobre la suya y miro a su regazo. Oh Clark, que empalagoso y cursi era.



La tomo entre la suya y le dio un ligero apretón. Esperaba que llegasen pronto a la granja y no tuviera que usar más clínex de emergencia.


❝ Treinta días ⌜ ᴅᴄ - ᴄʟᴀʀᴋᴊᴀʏ ⌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora