❝ Treinta días ⌜ ᴅᴄ - ᴄʟᴀʀᴋᴊᴀʏ ⌟

Día 11

USANDO KIGURUMIS

Sucedió en medio de una de las tantas misiones de la Liga de la Justicia. En la Atalaya, habían detectado problemas en uno de las ciudades de Japón y tal como era su labor, los héroes no dudaron ni un segundo en ir.

Los villanos –Porque eran variados– daban algo de pena, por el hecho de haber sido detenidos en cuestión de segundos. Superman, como siempre, haciendo uso de su fuerza, solo tuvo que elevar la maquinaria con la que pensaban abrir un agujero en la tierra, mientras que Batman, Wonder Woman y Flash se encargaban de todos los involucrados.

Linterna Verde solo le ayudo a dejar la pieza de metal en otro lugar, para luego ser destruida –Los cables– con su visión rojiza. Nuevamente, cumplían su trabajo como héroes.

Lo que no esperó, fue el hecho de que uno de los afectados, que trabajaba en dicha compañía que usaron como base para su maquinaria, y mantenían amenazado con su familia, les regalara varias cajas con sus productos. Una para cada uno. Clark no esperó tiempo para ver de qué se trataba y usando su visión, nuevamente, se... encontró que algo que no esperaba...

Habrían dicho que no, pero el hombre insistió.

—Entonces, ¿Así nada más?, ¿Viste que llevaba Bruce? —Su novio revisaba el contenido entre risas, dejando que Jon tomase una de los pijamas que tal vez le quedaría. Cuando el niño desapareció con esta por las escaleras, se puso de pie y se acercó a él por la espalda, abrazándolo por la cintura —Vas a tener que elegir una. Porque las que sobren, las dejaremos en alguna casa hogar.

—Jay, —Se giró aun entre los brazos del más bajo, acomodando sus lentes. El menor elevó una ceja en cuestionamiento —... Dudo que haya una que me quede. —Soltó eso, en vez de lo que quería decir: "Solo demos todas. No las necesitamos."

El de ojos verdes soltó una risotada y le soltó, solo para acercarse a la caja —No lo sabrás hasta que lo busques. —Y comenzó a lanzar pijama por pijama en lo que buscaban una adecuada para su tamaño.

—Me veo estúpido.

—Solo un poco.

—Tú también te ves como un estúpido.

—No más que tú.

Clark relamió sus labios y bebió nuevamente de su taza de chocolate caliente.

—Deja de escuchar su conversación. Se supone que están teniendo una cita. —Jason le codeo, casi haciendo que vertiera el líquido encima suyo. No se disculpó y él no le reclamo.

Simplemente, lo vio de reojo. Era demasiado gracioso pensar que su pareja llevaba un enterizo de aquella rata amarilla que su hijo decía llamar pika- algo. Las orejas le caían a lo largo como si fueran un conejo. Pero los conejos no eran amarillos.

Él en cambio, logro dar con una gris que aparentaba ser la personificación de un gato. Pero tanto como su hijo y novio, le llamaban pantera.

Habían regalado las demás a una casa hogar como había dicho Jason. Pero se quedaron con otra pequeña... para Damian. La pareja destinada a su hijo, con quien estaba teniendo una pijamada –Jason la llamaba cita–. Él solo quería asesorarse que todo estuviera bien.

¿Por qué? Oh sí, escucho como aquellos infantes se la pasaron hablando en el cuarto de su retoño sobre salir como Superboy y Robin. ¿Qué estaban tramando?

—Piensas mucho. —Se sobresaltó al sentir un beso en su mejilla, luego cuello.

—En ellos.

—Déjalos ser. En cualquier caso, Red Hood podría cazarlos y traerlos de regreso. —Clark bufó —Cuando crezcan serán como tú y B. —Le quitó la taza —Es más... yo sigo siendo joven. Demasiado para quedarme aquí leyendo. ¿Qué dices sí salimos?

—¿A dónde? —Eso tomó su atención.

Jason le sonrió —Patear algunos traseros.

—Metropolis no es Gotham.

—Por eso iremos a Gotham. Los enanos, seguro se mantienen en Metropolis.

—... Bruce se enojara.

—Seguro. Hasta que me vea.

No podía rebatir esa lógica.

—Se llaman kigurumis, ignorante.

—¿Ya habías usado esto antes?

—No contestaré eso.

—Hm... papá y Jay saldrán... —Un susurro.

—¿Los escuchaste?

—Ajá... estoy seguro de que igual sabe lo que haremos...

—Tt. Bueno, él estará ocupado con Todd.

—Mhm. Papá... lo siento.

Suspiró y se puso de pie, siendo Jason ahora el que sobresaltará, aparte de Damian — ¿Qué pasa?

—Vamos a Gotham.

El de ojos verdes sonrió y rápidamente se puso de pie, solo para deshacerse del tal "kigurumi".