❝ Treinta días ⌜ ᴅᴄ - ᴄʟᴀʀᴋᴊᴀʏ ⌟

Día 12

BESAR/TOCAR (De manera sexual)

Jason tenía la vista nublada, y su cuerpo pesaba. Estaba demasiado atolondrado, pero no por ello estaba inconsciente de todo lo que ocurría a su alrededor.

Sabía que estaba siendo cargado. Y sabía perfectamente que se trataba de Superman. Se removió un tanto incomodó entre sus brazos, lo cual le hizo soltar un gemido de dolor. Tal vez se había quebrado un hueso, tal vez.

—Sh, Jay. Ya casi llegamos. —Esa era la voz de Clark. Se relajó, sintiéndose seguro con él, aunque sabía que no debía de estar yendo allí. A Gotham.

Cuando despertó, se encontraba en la cueva, recostado en una camilla y conectado a unos sueros y el claro palpitar de su corazón que resonaba en esa máquina de cardio. Suspiro, tratando de moverse. Ya no le dolía mucho el cuerpo, pero si estaba pesado.

—Le recomiendo que no se esfuerce, amo Jason.

Esa voz —... ¿Al? —Se quejó ante la resequedad en su garganta, por lo que pronto se vio ayudado por el mayordomo. Una vez sentado en la aun camilla y dos vasos de agua después, pudo ser consciente de los sucesos ocurridos — ¿Cuánto llevo aquí?

—Cuatro días. —Respondió Alfred, revisándolo y asintiendo al verlo en mejor estado —Por suerte no hubo ningún hueso roto. La falta de sangre fue lo que le hizo desmayarse. Y unos cuantos golpes. —Asintió a las palabras.

—¿Bruce?

—Trabajando. Pero se la pasaba horas aquí abajo, esperando a que despertara.

Oh. —... ¿Clark?

El anciano negó —El amo Bruce le prohibió la entrada.

—Cree que fue su culpa. Maldición, no fue así.

—Esa boca. —Le reprendió el hombre, ayudándole ahora a cambiarse por otra ropa suelta y cómoda —El amo sabe que no fue su culpa. Pero ya sabe cómo es cundo se trata de usted. Lo quiere para él solo. —Lo entendía. Aun con todo lo sucedido, Bruce siempre seguiría culpándose por su muerte.

Se recostó de nuevo en la camilla, siendo ahora alimentado por el otro —Al, ¿Crees que regrese pronto?

—No lo creo. Dijo tener una junta importante; pero como ha despertado, podría llamarlo.

—No. Deja que se ocupe de sus cosas. —Cerró sus ojos —Creo que... aprovechare a dormir un poco más... gracias, Alfred.

—Descanse entonces, amo Jason.

Los pasos del mayor hicieron eco en toda la cueva, hasta desaparecer. Espero unos cinco minutos, los cuales contó, muy lentamente.

—Clark... —Lo llamó, sin necesidad de subir la voz.

No supo cuando tiempo paso, pero cuando sintió el tacto rozando su mejilla, volvió abrir los ojos. Allí frente suyo, unos azules le miraba con preocupación.