❝ Treinta días ⌜ ᴅᴄ - ᴄʟᴀʀᴋᴊᴀʏ ⌟

Día 17

CUCHARA/ACURRUCARSE (Nada sexual)

— ¿Estás borracho?

— ¿Por qué dices eso?

—Puedo sentir el aroma sin tener que acercarme demasiado.

El más joven pareció meditarlo, sosteniéndose del picaporte de la puerta y mirando a la nada. Luego de unos segundos, dijo: —Nope.

Clark inclinó su cabeza en un gesto de asentimiento y con cuidado, lo empujo fuera del camino —Te creo. —Una sonrisa perezosa se extendió por el rostro de Jason, quien le dejo pasar y una vez cerrada la puerta, busco colgarse de su cuello. El aroma a alcohol golpeaba por completo sus sentidos, pero no le afectaban, lo bueno de ser kriptoniano — ¿Y tú... compañero?

— Afuera. —Clark frunció el ceño, ¿Arsenal dejando a un Jason ebrio por su cuenta? —Se consiguió una cita. —Ah, eso lo explicaba.

Clark sabía bien que su joven novio aprovechaba el tiempo en solitario (lejos de la familia Kent) para desvivirse un poco. Por ejemplo, ir a bares y jugar pool hasta que ganase o se moliera a golpes con otros, y a esto, beber. Clark había prometido no interferir en los gustos virulentos del chico. Era joven, debía dejarlo ser.

El hombre de acero guío a su pareja hasta el único sofá presente. Lo hizo con tal delicadeza, pero una vez lo dejo sentado, el temible Red Hood no dudo un solo segundo en lanzarse de nuevo y obligarlo a sentarse a su lado. El forajido terminó con su rostro enterrado en su pecho.

—Lindo sofá. —No lo era, podía ver agujeros en algunos lados.

—Me alegra... es cómodo... como tú...

El mayor sonrió y lo abrazo, sabiendo que pronto Jason se convertiría en ese monstruo abrazador que bien era: cuando dormía, cuando se embriagaba —Realmente estas borracho.

Los ojos verdes le miraron brevemente, nublados por el cansancio —Mmmm... t'mo...

Clark le besó el costado de la boca. No se lo decía con tanta frecuencia, lo que hacía que los momentos como esos fueran mucho más significativos.

—Dilo otra vez. —Susurró, levantando su barbilla para que se acomodará sobre su hombro.

Jason se acomodó en el sofá un poco más, terminando sobre el regazo del superhéroe. Y lo dijo de nuevo, incluso más claro que la primera vez —Te amo.

Aspiro su aroma, whisky, almizcle, sudor y colonia barata. Cerró sus ojos y beso su frente —Te amo. —Murmuró de vuelta.

Y rápidamente el chico cayó dormido abrazado a él. Esperaría a que despertase y luego lo llevaría consigo, a casa.