Capítulo 42.

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Presente
El fuego cesa escalonadamente. Todos, de ambos bandos, se encuentran ensimismados mirando el fulgor naranja que pinta el cielo. La extraña calma se ve interrumpida por un rumor de pasos ágiles. Jamie vuelve la vista: se trata de Bill y los demás del pueblo. Fin de la tregua. El fuego cruzado se reanuda, siendo ahora más ellos que los enemigos tras la incorporación de los ciudadanos.

– A este ritmo, no tardaremos en abatirlos a todos... –objeta Charlie, cargando su pistola.

– Debemos hacerlo rápida y certeramente. Si sufrimos muchas bajas, seremos presa fácil ante el guerrero –le responde Jamie antes de abandonar su cobertura para disparar.

Bill cambia de cobertura y llega hasta ellos.

– Somos suficientes para rodearlos.

– Hagámoslo.

Bill da la orden con un movimiento preciso de su dedos, y las gentes del pueblo se dividen en izquierda y derecha. Los soldados enemigos empiezan a retirarse poco a poco.

– ¿Qué pretenden? –pregunta Jamie.

– No tengo ni idea –responde Charlie.

Los soldados enemigos, cuando están lo suficientemente recogidos entre los vehículos, se montan rápidamente en ellos. Aceleran, dispuestos a llevarse por delante a todos los ciudadanos que se han quedado en la delantera, incluidos ellos tres. Jamie abre los ojos como platos.

– ¡Apartaos!

El primer coche llega hasta ellos. Jamie, Bill y Charlie quedan protegidos por el muro, ya que al chocar contra él, que funciona a modo de rampa, el vehículo sale despedido. El resto de ciudadanos logran apartarse a tiempo, excepto un par. Cuando llega el segundo coche, se repite el salto y continúa recto. Sin embargo, cuando ya ha avanzado, una bala de francotirador certera impacta en el depósito de gasolina y desencadena una gran explosión. El tercer coche, que ha visto el negro desenlace del segundo, gira hacia la izquierda, seguido del cuarto coche. Tras éste hay alguien corriendo. Jamie lo identifica: Ray. Apenas le da tiempo a reaccionar cuando ve que Charlie se ha enganchado a la parte trasera del tercer coche y Ray a la del cuarto. Bill también reacciona antes que él y dispara a las ruedas, pero sin éxito.

– ¿Ahora qué? –pregunta Jamie.

– Déjalos. Nosotros mantendremos a raya al guerrero...

– Si podemos...

Ray dispara por la ventanilla y abate a los soldados que hay en la parte trasera del vehículo. El conductor hace eses a propósito, pero Ray mantiene el equilibrio. Llega hasta las ventanas delanteras y dispara a bocajarro a ambos integrantes. Logra acabar con ambos, por lo que el vehículo no tarda en chocarse contra un tronco y volcar por completo. Ray logra saltar antes de que esto suceda y por suerte sólo se lleva un par de magulladuras. Tal cual está en el suelo, rueda hasta colocarse en un espacio entre dos árboles y observa a Charlie colgado de la parte trasera del tercer coche, que sigue descendiendo montaña abajo. Suspira hondo y se pone en marcha hacia la dirección a la que se dirige el vehículo.

Jamie ve aparecer a una figura envuelta en un aura anaranjada por la zona. Sabe que el momento ha llegado.

– ¿Sabemos alguna forma de vencerlo? –le pregunta Bill, que también contempla al guerrero en el horizonte avanzar hacia su posición.

– Acabo de llegar, como aquel que dice. El único que quizás lo sepa es rubio y acaba de engancharse a la parte de atrás de uno de esos vehículos...

Bill suspira. De pronto, una camioneta llega hasta allí. Jamie los reconoce: se trata de Luke y Graham.

– ¡Luke! ¿Seguro que está usted bien para pelear?

Tomb Raider. Fantasmas del pasado [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora