Capítulo 38: El sol

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-¿Porque no respondes?.- Dijo mirándolo con tristeza y Jungkook se quedó mudo, pues no sabía que es lo que debía hacer en ese momento.

-Yo...-Masculló, casi tartamudeando, pero Tae no aguardó su respuesta, sus ojos estaban comenzando a cristalizarse, y se alejó de él, mirándolo con dolor.

-Porque...- murmuró con dolor, retrocediendo, tapándose con timidez el cuerpo.- ¡¿porque no puedes amarme Nam?!.- Le gritó con rencor, mientras las lágrimas empezaban a salir de sus ojos cruelmente y el corazón de Jungkook se rompió en ese segundo... pues entendió la situación... la entendió de la forma más cruel y abrupta posible.

-Tae...-Dijo tragando en seco, estirando su mano hacia él, comprendiendo que todavía no salía de su mundo

-Yo... te he dado todo lo que soy... y tú... ¡tú no eres capaz de amarme...!-Dijo llorando, gritándoselo con rencor.- ¿Qué tengo de malo Nam?!.- Sollozó, desgarrándose la garganta.-¡¿Qué tengo de malo?!

-Tae... tranquilo...-Masculló el pelinegro, tratando de tranquilizarlo, pues sabia lo peligroso que puede ser... "sufrir una crisis" cuando aquella sustancia sigue dentro de tu cuerpo, y acercó su mano poco a poco, tratando de alcanzarlo

-¡No!, ¡No me toques!.- Gritó retrocediendo, completamente furioso

-Tae... tranquilo... soy yo...-Dijo su primo, pero el de ojos enormes no lo escuchaba, seguía viendo la cara de Nam ...con la misma expresión que hacia siempre... cada vez que lo rechazó, ese rostro... esos ojos... que lo compadecían.

-¡No me mires de esa forma!.- Gritó desgarradoramente mientras sus cienes se tornaban rojas, con la intención de huir

Jungkook se levantó rápidamente, alcanzando a tomarlo de la muñeca, e impidió que se fuera, estrechándolo contra su cuerpo, forcejeando con él por un momento, enredándose estúpidamente con el collar en su cuello, que se rompió cuando luchaba por liberarse, y la cadena se deslizó por su piel en un segundo, cayendo al suelo, rebotando y después quedándose olvidado a su lado de la cama.- Cálmate... cálmate...- suplicó aun cuando él tampoco estaba en las mejores condiciones.- Tranquilo Tae... soy yo... mírame... no soy Namjoon

Tae estaba forcejeando, en completo pánico, gritando como un loco.-¡Déjame, mentiroso! Te odio te odio!

-¡Tae!.- Gritó Jungkook dándole una cachetada, y fue entonces que las pupilas de Tae comenzaron a regresar a la normalidad, encontrándose con su rostro.- Tae... mírame... soy yo... soy yo...-Dijo susurrándole, tratando de regresarlo el mundo real.

-Jung...Kook...-Musitó casi inaudiblemente, escuchando de fondo la música ruidosa de la fiesta, y entró en cuenta de donde estaba, inspeccionando todo nerviosa y rápidamente con sus pupilas.

-Si... soy yo... -Dijo el pelinegro viéndolo fijamente

-¿Qué es... lo que...?- Murmuró con esfuerzo, mirando alrededor, dándose cuenta de que estaba desnudo... de que Jungkook también lo estaba.

El pelinegro tragó en seco, con el corazón aun roto, al darse cuenta de que Tae estaba comprendiendo por fin la situación

-Nosotros...

-Perdóname... perdóname...-Dijo soltándolo, sintiendo como el efecto de la droga se iba también de su cuerpo, y lo dejó sobre la cama. Lo vió alejarse lentamente, sentándose al filo de la cama mientras se llevaba las manos al cabello, suspirando pesadamente, sin saber qué hacer.

Tae posó las manos sobre su cuerpo, sintiéndose sobrecogido, sumamente angustiado, mirando la espalda desnuda de Jungkook, viendo su torso sin ropa y comenzó a llorar amargamente, poniéndose en posición fetal sobre la cama, dándose cuenta de que Namjoon nunca estuvo ahí, que había sido su primo todo el tiempo, desde que comenzaron a besarse... hasta que lo hicieron, sobre esa misma cama que ahora se encontraba mojada de pequeñas gotas crueles que se dibujaban una tras otra, haciendo pequeños círculos en el colchón donde caían

Playing like a Gigoló ~ [NamV]- FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora