Playing like a Gigoló ~ [NamV]- Finalizada

Capítulo 10: Our world

La manera en que su amistad se tornó un asunto para adultos había comenzado en realidad mucho después, Jungkook lo había conocido cuando tenia tan solo 7 años y Jimin 8, y la forma en que su amistad había comenzado no era la convencional de unos niños que se conocen en el jardín de infantes, ellos habían tenido que estar juntos porque pasaban interminables horas todos los días en el estudio de diseño de la madre de Jimin. Ella era una reconocida y exclusiva diseñadora de ropa femenina y masculina, cuyas prendas había sido vistas casi todos los años en festivales de moda como el de tokyo o el de Milán, La madre de Jungkook, Kim BoNa había puesto los ojos en sus diseños cuando se le consideraba una "nueva rica", apenas habiendo fallecido su padrastro unos meses antes.

Jungkook antes era feliz y sobre todo amigable, no le importaba vivir en un cuarto de 4 x 4 con su abuela porque la quería, su madre para él en realidad no lo era, la veía tal vez una ves cada dos meses, y traía con ella siempre un hombre nuevo, él no podía entender que su madre trataba de "buscarle un nuevo papi rico" con tanta desesperación que cambiaba de hombres como de ropa interior siempre sufriendo secuelas como golpes y maltratos.

El dia que su madre llegó por él venia vestida con un elegante abrigo color rojo, diciendo que se había casado con un señor muy rico, que había muerto dejándoles todo, incluyendo un lugar bajo el brazo del hombre mas poderoso de toda Corea, Kim Taesan, que ahora era su tío. Jungkook siendo un niño no lo entendía, no le importaba y se aferraba a los brazos de su abuela rogando porque no se lo llevara, su abuela habló con él, le dijo que estaría bien, que podría ir a visitarla de ves en cuando, pero que debía ser un buen niño y obedecer a su mamá. El obedeció con lágrimas en los ojos y se fue con su madre tratando de ser eso, "un buen niño" y lo fue, hasta que se enteró de que su abuela había muerto sola una mañana, mientras él estaba ocupado recitando un poema para unos amigos ricos de su madre.

Se volvió retraído, inseguro y cruel, y tomando ventaja de su posición como sobrino de Kim Taesan maltrataba a toda persona que osara desafiarlo, porque eso era lo único que enseñaban en esa familia, a pisotear a todo el que te desafiara, a excepción claro, de quien podía pisotearte a ti.

La historia de Jimin es diferente, creció entre pastelillos de fresa y telas de colores, su madre había estudiado diseño de modas y se había convertido sola en una diseñadora de renombre, pero su trabajo, demandante hasta la raíz, le impedía tomarle atención a su pequeño de 7 años, que sentado a unos metros de ella parecía haberse vuelto invisible.

En ese tiempo Jimin no lo entendía, pensaba que era su culpa, después de todo ¿qué clase de madre querría estar con un niño regordete de cabello rojo, que solo sabía llorar?. Claro que Jimin era gordo, se debía a la dieta con la que su ocupada madre lo alimentaba, siempre dándole de comer chatarra de restaurantes de comida rápida y también teniéndolo encerrado todo el dia en ese enorme estudio, sentado, viendo caricaturas, pero no era culpa del pequeño.
Su madre había visto su sueño romperse cuando supo que estaba embarazada, de un extranjero con el que se acostó una noche casual y que jamás volvió a ver, y cuando por azares del destino se le presentó la oportunidad de mostrar su potencial claro que dejó al niño a un lado, para cumplir su sueño, y aun así Jimin la amaba, Jimin la ama porque es su madre.

La razón por la cual el pequeñito regordete poseía ese hermoso cabello color rojo-anaranjado era porque aquel extranjero tenia el mismo color, según lo que su madre cuenta, y eso en su infancia lo había convertido en el hazme reír por su muy mala combinación: Niño gordo + cabello rojo + hijo de madre soltera+ rasgos femeninos. Para él era sencillamente insufrible. Hasta que un dia, muy afortunado, y que recuerda con cariño, Jungkook ser acercó a hablarle mientras esperaban a sus madres en aquel solitario estudio....

----------------(<3)--------------

-Toma el teléfono, llama a mi madre y dile que tengo hambre...- Dijo el pequeño y grosero niño pelinegro, señalando con el dedo a Jimin, que veía televisión en el suelo.