Playing like a Gigoló ~ [NamV]- Finalizada

Capítulo 76: La llamada

-¿Falta mucho? Estoy casando..-Se quejó el menor mientras seguían subiendo aquel camino empinado, como desde hacía 20 minutos.

-Vamos no seas exagerado... además falta poco

-No soy exagerado, harás que muera, en dado caso ¿porque no nos hemos hospedado en alguno de los resort de la costa? Se veían bastante bien

-Porque el lugar que alquilé es 10 veces mejor y además aquí arriba podremos seguir practicando sin que nadie nos moleste...

-Ah... cierto

-Vamos, sólo un poco más.- Dijo tomándolo de la mano hasta que finalmente, tras un par de metros Tae pudo comenzar a ver una pequeña cabaña a lo lejos, con luces amarillas en forma de esferas que iluminaban la entrada.- Es ahí...

-¿En serio...?.- Dijo cautivado, y Nam asintió jadeando, mientras su pequeño parecía haber perdido el cansancio, pues comenzó a correr hacia la casa con una sonrisa, mientras Nam, sonriendo, no podia evitar recordarlo siendo un niño pequeño... y ver en retrospectiva que seguía siendo el mismo a pesar de todo el dolor por el que había tenido que pasar, pues la primera vez que lo vió correr de esa manera, estando tan emocionado, había sido hace 10 años, en aquella vez en que llegaron a casa de Nana después de la lluvia.

Cuando por fin llegó a la puerta Tae estaba inspeccionando los alrededores, y esperaba impaciente que Nam abriera la puerta para adentrarse a la pequeña casa y explorar. Era diminuta y aun así hermosa: tenia un pequeño balcón que daba a un desfiladero, desde donde podía verse el mar, y dentro dos pequeñas habitaciones, una de ellas fungía como sala comedor y cocina, mientras la otra como un dormitorio con piso de madera, y cuyo adorno principal era la cama matrimonial en el medio, con sabanas blancas, y una tela de tul sumamente delgada colgando de un arco en el techo, que serviría como un mosquitero.

-Es hermosa!.- Dijo Tae asomándose por el balcón, mientras Nam desempacaba un poco de ropa sobre la cama.- ¿Cuanto estaremos aquí?

-Dos dias... -Contestó sin más.- Nuestro crucero sale a las 10 de la mañana del domingo

-¿Crucero?

-Así es.- Dijo volteándose hacia él.- No podemos darnos el lujo de tomar un avión, así que iremos por mar a Japon...

El rostro de Tae de repente de hizo brillante, y sonrió enormemente sorprendido.- ¿Iremos a japon?!, ¿en serio?!

-Así es.- Sonrió complacido.- y después a donde tu quieras

-¿De verdad?!!!- Gritó emocionado, colgándose de él de un salto,como un koala

-De verdad...

-Vayamos al mar de Seto! y a Tokio!

-Así será...-Dijo cargandolo, mirándolo de forma hermosa y alegre.

-Q-quiero ver la muralla china también!, y Beijing! Ahh! También quiero ir a Egipto, ¿podemos?!

-A donde desees...

-¿No importa si está tan lejos?

-Tenemos toda una vida...-Contestó mirándolo a los ojos con ternura y Tae se abrazó a él con fuerza, con la felicidad mas grande que alguna vez hubiese sentido dentro, y todo era por él, por él y por su dulce amor que lo acogia y le daba vida

-Te amo Nam... -Dijo abrazandose a su cuerpo con fuerza.- Te amo...

-Yo te amo más... -Murmuró Nam, apricionandolo en un abrazo calido.- Recorramos el mundo, comámoslo hasta saciarnos...

-Juntos...

-Juntos....

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-Posición...-Dijo en voz firme Nam, y el menor, a medias luces, en medio del jardín de la casa, adoptó la posición inicial con firmeza, sosteniendo entre sus manos la misma arma que le enseñó a no temer, con excepción de que esta vez un silenciador adornaba el cañon.- Tres... dos... uno...