Playing like a Gigoló ~ [NamV]- Finalizada

Capítulo 14: Blue skin

Historia de Namjoon: parte 2

Sentados en el asiento trasero del auto, el jovencito de 14 años llamado Kim Namjoon y su nueva trabajadora social miraban por la ventana, sin decir una palabra; un año había pasado desde que el chico se había quedado sólo en el mundo y en ese tiempo estuvo en la casa hogar, u orfanato, como popularmente lo llaman, hasta que decidieron que era tiempo de mandarlo a un hogar adoptivo.

El señor y la señora Seo serían sus nuevos tutores hasta que cumpliera la mayoría de edad, eran buenas personas, como todos los que lo habían acompañado ese año incluyendo a la mujer sentada a su lado pero igual los detestaba, porque lo miraban de ese modo, compadeciéndolo, como a un animalito herido; "ingenuos, soy todo, menos un ser indefenso" pensaba.

El auto dio finalmente la vuelta en una calle poco ostentosa, llena de casitas de colores, aquel barrio de clase media parecía un vecindario sacado de algún drama de la KBC, y es que había gente en la calle, paseando a sus perros, regando el jardín, entre muchas otras cosas que hacían que el chico se asqueara por tan solo mirarlo; Nam no era así, antes solía ver el mundo de una manera amable a pesar de su dura vida en la clase baja como hijo de una mucama, porque su madre siempre le decía que a pesar de todo la vida era hermosa y tenía que vivirla siempre plenamente, porque solo teníamos una, aunque, después de los sucesos que acontecieron consiguiente a su muerte Nam no podía evitar pensar que tal vez su madre era una ingenua, a pesar de que la amaba.

Se bajaron del auto enfrente de una casa humilde y pequeñita de aquel barrio, situado a las afueras de Seúl, y sin mirar hacia otro lado para inspeccionar lo que sería su nuevo entorno el chico se dirigió a la cajuela para bajar su maleta.

La adorable pareja de ancianitos esperaba en el umbral de la puerta, tomados de la mano, y los vió sonreírle a la trabajadora social enormemente mientras les estrechaba la mano, con amabilidad.

-Él es Kim Namjoon...-Dijo volteando para encontrarlo con una cara que hubiese desalentado al más paciente de los seres humanos, pero no a los señores Seo, ellos tenía un hermoso historial de ser buenos con la comunidad.

-Hola Namjoon, soy la señora Seo Na Mi... -Dijo la mujer de mirada amable, y le dirigió una sonrisa que no contestó, se limitó a quedarse serio, asintiendo con la cabeza.

-El... ha pasado por tiempos difíciles, espero que puedan comprender.- Dijo la trabajadora social, haciéndoles una seña para que se acercara.

-No se preocupe... lo entendemos.- Dijo el señor Seo, sonriendo, y mirando con comprensión al adolescente.

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-Esta será tu habitación...- Dijo la señora Seo abriendo una pequeña puerta, aquel cuarto era pequeño, apenas tal vez de 4 x 5 mts , y las pocas cosas que ya estaban ahí lo llenaban por completo: una cama individual, una mesa con una vieja computadora de los años 90s, tres repisas vacías encima de la misma y un tubo entre dos paredes que, suponía Nam, fungía como closet ya que se encontraba debajo de una cajonera y un porta zapatos .- No es mucho... pero espero que puedas sentirte cómodo. Nam dio una reverencia respetuosa, sin decir palabra alguna, y la mujer le sonrió comprensiva al ver su expresión.- Se que ha sido difícil para ti, cariño, pero quiero que sepas que puedes hablar con nosotros de lo que sea, te escucharemos con mucho gusto.- Dijo palmeándole la cabeza y después cerró la puerta tras de ella.

A Nam le había parecido que sus palabras eran sinceras, y de hecho, poco tiempo después descubriría que lo eran, genuinamente, aquella pareja de ancianos eran una autentica dulzura y se habían decidido poner su casa como hogar adoptivo después de que su hijo se graduara y se fuese a Europa a seguir estudiando.