Tae estaba en su habitación, completamente recluido, ni siquiera lo retenían a la fuerza, lo que lo retenía era su promesa para con su padre, con la esperanza de que si se portaba bien entonces tal vez... sólo tal vez... Nam tendría mayores probabilidades de escapar, así que sólo miraba por la ventana, con la esperanza de ver a su primo llegar con buenas noticias.
-Tae...-Una voz los distrajo de sus pensamientos, y volteó, encontrando a Jungkook, entrando sobre pasos silenciosos y tranquilos, y en cambio él, sintiendo como la vida la regresaba al cuerpo, corrió desesperado hasta donde se encontraba.
-C-como ...-Tartamudeo impaciente tomándolo de los brazos
-Está seguro...-Interrumpió el pelinegro, sintiendo como el cuerpo de Tae se caía poco a poco, arrodillándose, aliviado
-Gracias...-Dijo con su último aliento, soltándose de sus brazos para recargarse en el suelo.- Gracias...
-Jimin está con él...
-¿Están en su casa?!
-No, por supuesto que no, alquilamos algo lejos de la ciudad
-Bien...-dijo con la mirada perdida, y a pesar de su alivio los labios comenzaron a temblarle sin que pudiera darse cuenta.-t-te daré un número de cuenta, de ahí pueden tomar dinero para comprar boletos de avión, envíalo lejos, a timbuctú si quieres... pero haz que se vaya...-Comenzó a decir con impaciencia.
-No podemos usar tus cuentas Tae... el presidente se daría cuenta.- Dijo tratando de levantarlo del suelo, pues el menor se encontraba completamente perdido, con la mirada fija en el suelo.- Encontramos una forma de enviarlo lejos sin que lo noten... no debes preocuparte
-Como...?.- Preguntó mirándolo fijamente, y jungkook titubeó en responderle, mientras lo ayudaba a incorporarse.
-Kim Seok Jin... -Musitó finalmente, temiendo su reacción, pero Tae no lloró o sacó a flote algún sentimiento que fuese nocivo, al contrario, sólo pudo sonreir a medias y de forma agridulce al escuchar aquel nombre.
-Entonces va a llevárselo a América...
-Tae...
-Es perfecto... -Dijo aun sonriendo con aquella expresión que le rompía el corazón a Jungkook, una que tenía una cruel resignación.- El vive allá... sabrá como esconderlo...
-Si...
-Muy bien... gracias...-Dijo en un tono casi inaudible, dirigiéndose hasta su cama para sentarse, como si tuviese una enorme fatiga.
-Tae...-Dijo acercándose hasta donde él estaba, pero el menor no lo miró tenía los ojos en el suelo, y respiraba de forma pesada, sumamente angustiada
-Gracias por todo lo que hiciste Jk... sé que Nam no te agrada
-Eso no importa... no lo hice por él...-Dijo sentándose a su lado, mirándolo.
-Deberías irte ahora...-Soltó en medio de un susurro.- Después de todo esto... si Kim Bo Na descubre que estas aquí de nuevo...
-Sobre eso...-Dijo el pelinegro, captando su atención de repente.- Ella ya sabe... que salgo contigo
-¿Qué...?
-Se lo dije... y se puso furiosa...
-Jungkook...-Dijo ligeramente asustado, temiendo que es lo que la mujer podría hacerle a su propio hijo después de enterarse de semejante cosa
-No temas por mi... porque me siento libre...-Dijo sonriéndole de forma genuina.- Jamás me había atrevido a desobedecerla a pesar de todo... y ahora... lo estoy haciendo por una buena razón...-Dijo acercándose a él y tomó el mentón del menor con cuidado, acercándose a él poco a poco con cariño, hasta que pudo llegar a sus labios, y sembró en ellos, un pequeño y cariñoso beso, que parecía darle las fuerzas para seguir con todo aquello y en cambio Tae, completamente estático, solo pudo cerrar los ojos, forzándose a no pensar en Namjoon, pues le debía demasiado a esa personita enfrente suyo, que solo por un beso de sus labios se había metido en tantos problemas
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Playing like a Gigoló ~ [NamV]- Finalizada
Fanfiction(Ad. +18) Taehyung, o "Joven amo" como todos lo llamaban, tenía 9 años cuando le pidió a ese joven que fuese su "Gigoló".... Namjoon tenía 17 años, cuando aceptó su proposición, preguntándose a sí mismo el significado de aquella palabra... *parejas...