Playing like a Gigoló ~ [NamV]- Finalizada

Capítulo 58: Miedo

-¿Una fiesta?.- Dijo Tae poco entusiasmado

-Es para inaugurar la nueva casa que me compraron mis padres, está en una zona exclusiva a las afueras de Seúl

-Vamos Tae!, será divertido.- Dijo una chica castaña tomando a Tae del brazo de forma coqueta y comenzó a moverlo de forma insistente.

-No lo sé, sinceramente me causa pereza ir hasta allá.

-Vamos, vendrán los chicos de la universidad y también habrá mucha gente nueva, además iremos en el auto de Nikky.

-¿No llevarán escoltas?

-No, estamos hartos de ellos, además siempre le cuentan a nuestros padres lo que hacemos, así que nos escaparemos sin que se den cuenta.- Dijo un chico de cabello negro, mirándolo insistentemente.

-Di que sí Tae, sabes que no nos divertimos sin ti.- Insistió una hermosa chica de cabello negro que era ya bastante conocido por Tae, pues era una de las tantas que se le pegaba como si fuera un pedazo de chicle.

-Vale... me da igual

Sus tres "nuevos amigos" habían estado con él las últimas semanas, llevándoselo de aquí para allá, y Tae en su intento por distraerse les había permitido que lo hicieran, dejando de lado todo lo que le recordara a Namjoon, a excepción de Jimin claro está, porque Jimin procuraba siempre hacerlo sonreír, aunque por su trabajo no podía estar siempre al lado del menor, como él deseaba.

Por otra parte no había visto a Jungkook todo el fin de semana, y si podía ser sincero no tenía ganas de verlo, se encontraba avergonzado, pues no sabía que decirle sobre lo que había pasado la última noche que se vieron, sabia que Jungkook lo quería, y no pretendía lastimarlo, se sentía un cretino por haberse acostado con él sabiéndolo, y aun peor tenía miedo de haberle dado señales equivocadas con sus acciones, no se sentía listo para dejar que lo amaran, mucho menos para amar, a pesar de lo desesperado y solo que se sentía.

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Jimin acaba de llegar a la casa cuando comenzó a reír a carcajadas, y es que Namjoon, con una especie de bandana improvisada en la cabeza y un mandil color rojo se movía graciosamente, aspirando la enorme alfombra del recibidor, y al escuchar las carcajadas socarronas del menor no pudo evitar ruborizarse mirándolo con rencor.

-Cállate, Pepper Ann!.- Dijo irritado, lanzándole un sacudidor que por suerte para el pelirrojo esquivó por apenas milímetros

-¿Por qué estas vestido así?!.- Dijo divertido, poniéndose rojo de tanto reír

-¿No es obvio?, estoy aspirando las alfombras.

-La ahjuma que hace el aseo vendrá mañana, no tienes que hacerlo...

-Bueno... estaba aburrido, déjame en paz, además esa persona que te hace el aseo lo hace terriblemente mal, he sacado unas 10 toneladas de polvo de debajo de los sillones.

-En serio?

-Si

-Ahh... esa mujer.- Dijo llevándose las manos al cabello seriamente, aunque su expresión no duró mucho, volvió a soltar una enorme risotada cuando volteó a ver a Nam de nueva cuenta

-Voy a molerte a golpes!.- Dijo avergonzado, quitándose la bandana y el mandil y los azotó en el sofá con la intención de perseguirlo pero el pelirrojo huyó despavorido, esquivándolo y corriendo hacia el pasillo sin dejar de reírse.

-Me avisas cuando la cena esté lista, Mamá!.- Gritó burlón desde el pasillo, seguido por el ruido de su puerta cerrándose.

-Este malcriado.- Dijo acomodándose el cabello en el intento de recuperar un poco su dignidad, más cuando, de echo, había una olla burbujeante en la estufa, con el intento de sopa de miso que Nam había preparado viendo un video de internet. No podían culparlo, la verdad es que si estaba muy aburrido, y de todos modos creyó que seria una buena forma de retribuirle a Jimin, así que se esforzó demasiado por cocinarla bien, siguiendo al pie de la letra cada una de las instrucciones.