-Taehyung...- Dijo el hombre en un tono fuerte, demasiado firme, mirándolo seriamente, cuya apariencia era similar a la de él en el espejo, pero con canas repartidas esporádicamente, y sobre todo, esa mirada autoritaria que a cualquiera le helaría la sangre.
Su sorpresa, y esa sensación helada recorriéndole el cuerpo fue lo que ocasionó que no se diera cuenta de que Jungkook seguia a su lado, en la cama, y que Kim Bo Na, justo detrás del presidente lo mirada de forma incrédula, casi temerosa.
-Presidente.- Dijo el pelinegro en un tono firme, tragando en seco disimuladamente, mientras se levantaba, haciendo una enorme y cordial reverencia.-Bienvenido
-Jungkook!.- Dijo la mujer, aproximándose a su hijo, tomándolo del brazo con fuerza de forma sumamente nerviosa.- ¿Qué estás haciendo aquí?!
-Yo lo llamé... quería hablar con él.- Interrumpió Tae, de forma soberbia aun cuando sentía que un miedo creciente le venía subiendo desde los pies, se mantuvo firme.
El hombre, que observaba la escena se acercó a su hijo, plantando en su rostro, tras un estrepitoso sonido firme, una cachetada, que dejó su mejilla completamente roja, y lo hizo enmudecer de repente.
Tae se llevó la mano a la cara, respirando pesadamente, con un poco de su cabello cubriéndole el rostro, pero no dijo nada, el hombre lo miraba desde arriba, con semblante serio pero notablemente furioso.
-P-presidente...-Dijo el pelinegro apretando los puños, sabía que no podía defender a Tae porque de hacerlo definitivamente despertaría una ira aun peor, pero no podía quedarse ahí, solo mirando.- Yo he venido aquí por mi cuenta, discúlpeme por favor.- Dijo caminando hacia él pero su madre lo detuvo, mirándolo de forma hostil
-Cállate.- Dijo en un tono irritado.
-Sé que no es culpa tuya Jungkook...-Dijo Kim Taesan, mirando de forma despectiva a su hijo.- A diferencia de este, tu eres un joven ejemplar.-Dijo sonriéndole a medias
-Muchas gracias, presidente.- Dijo Kim Bo Na haciendo repetidas reverencias.
-Si me disculpan tengo asuntos que tratar con mi hijo, los veré más tarde para tomar el té.- Dijo haciéndole una señal con las manos a sus enormes empleados para que escoltaran a Tae.
-Tae...-Murmuró Jungkook, sin importarle que su madre tratara de detenerlo, y caminó hacia él, pero el de tez alba alzó la mano discretamente, deteniéndolo, mirándolo de forma apacible, como si quiera decirle que no lo hiciera, que todo estaría bien, y siguió a los hombres que iban detrás de su padre, dejando a él y a su madre solo en la habitación.
-¿Que ha sido todo eso?!.- Dijo histérica, mirándolo reciminatoriamente.- Sabes acaso lo que haz hecho?! Esto es terrible, tu tio seguramente malinterpretó todo! Pareciera que tu y ....- Dijo casi gruñéndole, pero el pelinegro permaneció serio.
-¿Que él y yo que...?.-Dijo firmemente, nervioso, pero harto de todo.
-Es una tontería
-Que Taehyung y yo... tenemos algo... ¿eso es lo que parece?
-Cállate, no lo digas ni siquiera en broma.- Dijo la irritada mujer, pero su hijo no se inmutó.
-Si fuera verdad... ¿Que tendría de malo?
-¿Q-ue?...
-Si Tae y yo...
-Por dios, Jungkook deja de decir estupideces!
-No... son estupideces madre...
-¿Qué?!, ¿que quieres decir con eso?!.- Gruñó la mujer, temiendo el rumbo de la conversación.
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Playing like a Gigoló ~ [NamV]- Finalizada
Fanfic(Ad. +18) Taehyung, o "Joven amo" como todos lo llamaban, tenía 9 años cuando le pidió a ese joven que fuese su "Gigoló".... Namjoon tenía 17 años, cuando aceptó su proposición, preguntándose a sí mismo el significado de aquella palabra... *parejas...