Miro a Barry llorar, ¿que mierda puedo hacer?
-Mirame, Barry-busco su mirada pero el voltea la cara mientras se sorbe los mocos-Barry...por favor, habla conmigo, no te cierres, estoy aquí para apoyarte, para poder salir de éste pantano -mi voz es temerosa, puedo escuchar como tartamudeo.
-Soy un maldito-sisea con demasiado odio, mi corazón se parte al decirse eso a sí mismo-no puedo hacer nada ya.
-Escuchame, tú puedes hacer mucho, ves con tu mamá y dile que la amas-em realidad no sé mucho de su mamá, la charla quedó pendiente y no creo que ahora sea el momento adecuado pero sí el me cuenta yo estaré para escucharlo.
-Soy una mierda-su voz se quiebra, y entonces empieza a llorar de nuevo -soy un asco.
Sólo lo abrazo, no hay otra cosa que pueda hacer, no puedo susurrarle cosas amorosas porque estarían fuera de lugar como el cariño de hace 5 minutos.
-Todo estará bien, todo, te lo prometo.-Tomo su rostro en mis manos temblorosas.-Puedes contar conmigo. Aquí tienes una amiga, te juro que no te voy a dejar solo.-Me mira, y finalmente se acerca demasiado a mí, tanto que me da miedo. No por favor. Sus labios y los míos están a menos de 5 centímetros, miro sus labios rosados y carnosos, realmente bellos y antojables, muy apetecibles, pero qué hago, ¿lo beso?¿y si cree que me gusta? Finalmente es él quien elimina la distancia y no lo detengo es más lo incito a seguir, en un dos por tres yo estoy a horcajadas de él, puedo jurar que nunca había sentido éste placer en mi puta vida. Lo miro a los ojos, ya no tiene lágrimas pero aún los tiene rojos por el llanto.
Así qué, atrapo sus labios con los míos, jamás había besado de esta forma, hambrienta, apasionadamente... Literalmente lo estoy devorando, meto mi lengua en su boca, me encuentro con la suya y empezamos a jugar, esto es tan raro, me acuerdo cuando uno de mis ex me besó así y le di una bofetada, pero ahora, encuentro esto tan excitante...Barry me da un pequeño empujón y caigo al suelo, se pone encima de mí, y me mira a lo ojos, si expresión a cambiado, se ve tan guapo desde aquí abajo, tan...tan... Perfecto, tiene la respiración agitada, me toma de la cara y me besa de nuevo, sin separar sus labios de los míos, sus manos viajan debajo de mi camiseta, va hacia mis senos cubiertas por el sostén deportivo que llevo, de un sólo tirón quedo desnuda ante él, ¿como es posible eso? ¿Tan experto es? Me pongo a temblar por el sólo hecho de estar tan expuesta a él, lo uníco que me consuela es la oscuridad en la habitación. Sus labios recorren mi cuello, dando pequeños moridiscos que hacen que me dé un escalofrío por toda la espalda, sigue con su rastro de besos hasta el valle de mis senos, poco a poco baja, pero se va deteniendo como si necesitara mi permiso para seguir, ¿como cree que lo voy a detener? Ahora mismo siento que soy puro fuego.
-Ah-me sorprendo a mí misma por el sonido que acabo de emitir, pero es que Barry a puesto un dedo en la cinturilla de mi short.
Oh mi dios, esto ya comenzó... En el momento que tira de mi pezón siento su mano bajar, mete la mano por debajo del dobladillo del short y me acaricia entre los muslos con el dedo índice mientras observa cómo cierro los labios de golpe, sonríe con satisfacción, desabrocha el botón y baja la bragueta, tira del short y doy un pequeño brinco cuando desliza un dedo por debajo de la goma de mis bragas y me acaricia el sexo con lentitud, demasiada, traza círculos con el dedo lentamente. Le paso las manos por el traje azul y hundo los dedos entre su pelo rubio mientras él continúa penetrándome con los suyos a un ritmo dolorosamente lento. Me levanto de golpe lo que hace que él saqué su dedo de mi vagina, agitada tomo de su corbata y la deshago en un microsegundo, no es justo que él todavía siga vestido, le quito el saco y ahora soy yo quien esta arriba, lo miro a los ojos, lo único que puedo ver una tormenta de emociones, dolor, pasión y mucha excitación...
Beso sus bellos labios, lentamente, disfrutando de su sabor, empiezo a desabotonar su camisa, uno por uno, cuándo he terminado; empiezo a bajar por su cuello, como lo ha hecho él, con la única diferencia que yo voy dejando marcas a mí paso, llego a sus pectorales, los beso y sigo mi recorrido hasta llegar a su pantalón, pongo mi mano justo en su paquete, ya está duro. Desabrocho sus cinturón y poco a poco bajo su pantalón azul metálico, de bajo estos están un bóxer blanco, tan ajustado... Barry se retuerce ante mi tacto, veo su expresión, ya no aguanta más, me tira y se levanta no sin antes sacarse por completo los pantalones, me toma de la mano y me levanta, hace que lo siga a su gran cama, mis piernas están temblando y mi sexo está ardiendo, se sienta y me pone justo enfrente de él, pone su mano en mi cintura y me acaricia lentamente la espalda, me mira y me besa el vientre. Los dos nos miramos a los ojos, él me sonríe ampliamente y yo sólo siento como mis mejillas empiezan a arder.
Los dos estamos medios desnudos, y me rehuso a perder el control, aunque sé que no sé nada de ésto. Coloco mis manos en sus hombros y lo empujo para que se recueste, le abro las piernas ligeramente y tomo el elástico de su bóxer y se lo bajo hasta las rodillas, al instante sale su ereccion, evito mirarla pero de todas maneras ya estoy hirviendo de la cara, Barry termina por sacarse los bóxers y me mira para que siga, ¿que hago? Lo observo detalladamente, tiene unos cuadros muy bien trabajados, y encima de ellos hay un rastro de chupetones, me entra la risa y el me mira extrañado pero no dice nada más que levantarse y hacer que yo caiga encima de él, su erección se entierra ligeramente entre mis piernas, y dejo de reír, siento su palpitar, y lo hinchada que está, dios, ayudame, por favor... Da una vuelta y yo quedo a bajo, pone cada mano a lado de mi cabeza. Entonces deja caer su peso en mi pelvis, esto es tan excitante, tanto que rasga a lo doloroso. Cambia de postura con rapidez, tira de mí y me clava su excitación expectante. Grito ante la invasión inesperada, acaba de meter su gigante erección, empieza a doler, mierdaaa....
-¿estás bien?-pregunta asustado.
-Sí-gimo.
Sale de mí y me baja la ropa interior que queda, estoy expuesta a él, me separa las piernas pero yo las cierro involuntariamente.
-Ralajate, Kelly-sugiere mientras besa mi frente. Me mira a los ojos mientras toma su pene y lo pone justo en mi entrada, doy un pequeño suspiro ante el tacto de su piel con la mía, me quema. Lo introduce lentamente, se empieza a mover ritmicamente pero despacio. El dolor de hace un rato es sustituido por placer, muchísimo placer. Sus embestidas son lentas, pero placenteras. Con una fluidez, posa su brazo de bajo de mi rodilla y la apoya en su hombro. Lentamente entra y sale de mi, cada vez entra más rápido y hasta el fondo, dentro de mi puedo sentir mareas, estoy apunto y sé que el también cuando siento su palpitar.-Oh, Kelly... -gime fuertemente y yo evito con todas mis fuerzas dejar escapar un grito, pero finalmente fracaso cuando llego al clímax con Barry, los dos gritamos palabras inexistentes... Ésto a sido alucinante.
Siento el bello olor del perfume de Barry... Y mi piel se deleita con la suavidad de las sabanas. Abro lentamente los ojos... Me recompongo y me doy cuenta de que estoy sola en la grande habitación...
Perdón por tardar tanto...
Y siento si la escena de sexo no fue tan emocionante:( yo soy niña buena:(
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Bebé Por Contrato (EN EDICIÓN)
Teen FictionEstá es la historia de Kelly Parker, una chica que trabaja como secretaria de gerencia, tranquila, soltera y con un gran odio hacia su jefe, pero un día cualquiera su vida aburrida se ve truncada por su guapo y apuesto jefe, Barry Freeman, quién por...