CAP. 82 CASTIGO

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—Barry—la voz de Kelly me saca de mi sueño—algo está pasando.

—¿Qué sucede?—pregunto mientras me paso la mano sobre los ojos para quitarme el sueño.

—Me está doliendo mucho.—Prendo la lámpara de la mesa y la miro, tiene los ojos llorosos y la cara roja.—Creo que ya va a nacer —susurra.

—¿Qué? Estamos a siete de febrero, no es posible, ni siquiera se acerca a la fecha estimada que nos dio el doctor.

—Llámalo.

—Kelly, estamos en Europa, él ahora mismo debe de estar durmiendo, lo que debo de hacer es llevarte al hospital, por favor, toma lo que puedas y yo iré por las niñas—salgo de nuestra habitación en busca de mis hijas, son las 4:00am, esta casa es nueva y no tengo personal de confianza para poder dejar a las niñas a su cuidado.

—¡Barry! Llama una ambulancia, estoy sangrando —por un momento sentí que mi corazón paró de latir pero aún así tome mi teléfono celular y lo hago.

—Necesito una ambulancia, calle Santiago Tejera Ossavarry, numero 5, Playa de la Laja—ni siquiera sé si dije bien la dirección.  La operadora dice unas cosas que no escucho con atención. Kelly me mira con miedo, tomo una de las maletas de viaje y meto las cosas más esenciales.

—Me iré yo sola en la ambulancia, tú te encargaras de las niñas Barry—me jala del brazo y me toma el rostro —Elige al bebé, si es entre él y yo, elige al bebé —sus palabras hacen que se me llenen los ojos de lagrimas.

—No me pidas eso... eso jamás —susurro.

—Este momento no es para ser débiles, yo quiero que mi bebé viva, juramelo—Kelly me mira impaciente, sé que el amor por sus hijas es inmenso pero yo no puedo hacer eso.

—No puedo—le doy un beso en los labios para que no hable más —no digas tonterías Kelly, no digas eso, todo va a salir bien.—Le seco las lagrimas con delicadeza.

—Necesito que llegue esa ambulancia, siento que el bebé presiona demasiado.

—Estamos a tiempo de irnos por nuestra cuenta.

—No—me mira fijamente esperando a que me tranquilice—tú debes de despertar a las niñas, cambiarlas y tranquilamente llevarlas al hospital después, no quiero que se asusten y quiero, no, necesito que te tranquilices.

Respiro hondo y trato de que mi corazón lata con normalidad, no puedo moverme y no puedo pensar con claridad. Tengo miedo, esto no está bien.Los paramédicos se llevan a Kelly y yo solo miro como la ambulancia se marcha. Tomo mi móvil y le llamo a Liz.
A pesar de todo ella toma la llamada.

—¿Qué sucede?—pregunta Liz.

—Está pasando algo malo, Liz, necesito que le llames o vayas a ver a la familia de Kelly, pregúntales si tienen sus documentos migratorios en orden, necesito que vengan a las Islas Canarias lo más pronto posible, por favor.

—¿Es Kelly? No me asustes.

—El bebé ya quiere nacer y realmente no sé si eso esté bien, por favor, avísame en cuanto tengas la información, mandaré a que tengan listo el avión para que puedan venir. —No digo más y finalizo la llamada, hace tiempo Kelly me dijo que sus papás viajaron fuera del país así que realmente tengo esperanzas de que ellos puedan estar aquí, quizás sus hermanos no, pero sé que Kelly valorará mucho que su madre esté con ella en este momento tan incierto.

Cuando llego Kelly está en una sala de parto, a pesar de que pregunté por todos lados nadie me pudo decir más. Las niñas están dormidas, las dos tienen la cabeza apoyada en mis piernas, sólo espero que nadie haga que me ponga de pie porque no quiero que se despierten. Mi móvil vibra en el bolsillo de mi pantalón, es Liz.

—Sólo Carlota puede viajar, los hermanos de Kelly no.

—Bien, haré que vayan por ella hasta su casa y la lleven al aeropuerto. —Finalizo la llamada para después comunicarme con el piloto y el chófer para que todo marche bien.

—¿Es usted familiar de la señora Kelly Freeman?—una enfermera interrumpe mi pequeña siesta.

—Así es, soy su esposo—contesto rápidamente, las niñas se mueven un poco ante el ruido.

—Su esposa desarrolló preeclamsia, desafortunadamente esto provocó que hubiera un desprendimiento de placenta es por eso que el parto es prematuro, su esposa al ingresar firmó un convenio donde estipula que en caso de emergencia el bebé sería prioridad, ahora mismo está en quirófano, estamos tratando de hacer lo posible por los dos, pero con prioridad en el bebé.—Ni siquiera sé que decir, ¿en qué momento pasó todo esto? Ella estaba bien, no se sentía mal ¿y ahora está adentro, rodeada de doctores esperando lo mejor?—Le estaremos informando.

—Gracias—susurro, ¿por qué me hiciste esto? Él bebé para mí no es prioridad, mi prioridad eres tú.

¿Qué debería hacer ahora mismo? ¿Llorar? ¿Orarle a Dios? ¿Este es mi castigo? Perder a Kelly sería mi tiro de gracia, puedo soportarlo todo, pero esto jamás. Todo está mejor entre nosotros, no nos puede estar pasando esto, por dios. Esto no me puede estar pasando a mí. Por favor Dios, salva a Kelly.

Estoy completamente solo, me doy cuenta de mi triste realidad, no tengo a quien llamar para decirle que me estoy muriendo de miedo, estoy aterrado. No quiero una vida sin Kelly, por eso me esforcé tanto por cambiar mi forma de ser, no puedo perderla ahora mismo. Eres una tonta maternal, pero no debiste firmar eso.

—Baño—susurra Jania—baño papá —sonrío al ver a mi hija parada frente a mí, ahora que son más grandes puedo ver las similitudes que tiene con Kelly, tienen su misma boca y su nariz y hacen las mismas expresiones.

—Despierta a Janne, no podemos dejarla aquí —Jania pellizca a su hermana y está solo se mueve, no hay remedio, la cargo y como puedo camino de la mano con Jania, tenemos que ir al baño.

—Mamá —susurra Janne, por favor que no pregunten por ella, ahora mismo no sé que decir para que ellas entiendan la situación.

—Está siendo atendida por una doctora —contesto—mami está enferma. Ayudo a Jania a sentarse en el la taza del baño, ella es tan independiente, Janne aún no puede dejar el pañal pero Kelly y yo estamos esperando a que poco a poco se adapte al proceso, aunque Jania sigue teniendo puesto el pañal ella avisa con frecuencia que necesita usar el baño.

Cuando llegamos a la sala, hay un doctor con una carpeta en la mano e impaciente.

—Señor Freeman—me mira nervioso—el bebé sobrevivió pero su esposa...

Bebé Por Contrato (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora