CAP.10 ¡NO TE IRÁS!

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-¿Qué?-la confusión de Ben es notable.

-¿Si o no?-no quiero dar explicaciones.

-¿Escaparte conmigo? Kelly reacciona, hoy es tu boda.

-No estoy feliz por ello.

-Piensalo bien,kelly. Conmigo ya no hay marcha atrás. -dice un poco enfadado.

-¿Kelly, mi vida puedo pasar?-pregunta mi mamá detrás de la puerta.

-Nos vemos en mi departamento en media hora.-sentencio.

-¡Un momento! -Las cosas me caen como balde de agua con hielos. Camino hacia la puerta con temor, pero finalmente abro la puerta.

-Pero que cosas, hija. Aún no te has puesto el vestido.

-Mamá, no meo quiero poner.-me quejo.

-¿Qué? ¡Kelly no digas tonterías!-Sonríe mi mamá sin comprender.

-No me quiero casar.

-¡Ay niña! ¡Solo apresurate!-me da un beso en la mejilla y sale de la habitación como si nada.

Tomo mi bolso, y busco la ropa del día anterior, tengo que escapar, necesito a Ben, no a Barry, quiero una vida feliz, no una llena de farsas, quiero amor, no uno por contrato.

Me pongo mis jeans, y una camiseta, y mis Converse, adiós bata, adiós peinado perfecto. Salgo con cuidado de la habitación lujosa de la casa de Barry. Una pequeña sensación brota en el fondo de mí, sólo quiero tener una vida verdadera.
Observo el pasillo con recelo. Está calmado, sin nadie a la vista, tengo que planear mi escape, puedo bajar por las escaleras del baño, que dan a la cocina, pero la cocina ésta llena de chefs y meseros, así que necesito bajar por las que dan al salón principal, aún sabiendo que mis padres están ahí, y podría salir por la puerta de jardín ¡Vamos Kelly! ¡Adios Barry!

B A R R Y

-Mira Jerry, solo soluciona el problema, cambia lo que habíamos acordado.-estoy más que enfadado, mi segundo al mando es un inepto, no sé como es que mi padre lo contrató.-Hasta luego.-Si más término la llamada.

¿Kelly ya estará lista? Camino de un lado a otro, sintiéndome como un león enjaulado, con ganas de salir de éste encierro, tomo mi móvil y salgo en busca de Kelly, necesito a alguien con quien platicar.

-¿Kelly?-La llamo, el pasillo está neutral, al igual que el ambiente. No hay mucho ruido. Tomo el pomo de la puerta y finalmente abro la puerta con cuidado, pero ella no está para reprenderme por entrar. No hay rastro ni ruido, camino hacia el baño, pero nada, voh al vestidor, pero no, nada. El terror y enfado me penetran, el vestido está intacto. Miro por la ventana que da hacia el jardín, se me revuelve un poco el estómago. ¿Dónde diablos está?

-¡Kelly!-doy un grito de frustración, no me gusta que las cosas se me salgan de las manos.-Maldición.

Con mi traje de novio, corro escaleras abajo. Necesito encontrarla. No puedo hacer escándalo. Camino muy de prisa que algunos familiares de Kelly me miran extraño. Olvido sus miradas, necesito y debo de encontrar a mi Kelly. Salgo por la puerta principal, esquivando a los meseros que andan de aquí para allá, acomodando mesas y platos. Kelly ayer dejó estacionado su auto afuera. Así que debo de comprobar que este ahí. Así podré confirmar que solo es una paranoia mía.

Siento como el sudor baja por mi mejilla, veo el auto a lo lejos, parece que está ahí, lo único que puedo pensar es que ella planea dejarme, romper el contrato. Está vez corro más rápido, sólo para no dejarla escapar.

-¡Kelly!-grito. Puedo ver como se aferra al volante. ¿Esta apunto de arrancar? Llego hasta al auto, abro la puerta del piloto. Con brusquedad la saco y hago que me mire.

-¿Pensabas huir? -grito desenfrenado, como si me doliera.

-Yo...

-¡Contesta!-Exijo.

-Barry... Yo...

-¡Tenemos un contrato!¡Un contrato, legal! ¡Por dios! No me puedes hacer esto! -a ella se le llenan los ojos de lágrimas.

-Estuve apunto de hacerlo pero no, aquí estoy, voy a cumplir, Barry. Tranquilizate,por favor.

Respiro hondo, la dejo ahí parada. No necesito guiarla, ella sabe el camino.

Mi enfado es indescriptible.

Faltan 20 minutos para nuestra boda, no sé si ella ya está lista, o si se fue. Yo sólo haré lo que se debe, iré al altar y punto. Si ella no está, quedaré en ridículo, y ella igual. No me importa, ni en los más mínimo, que un reportero cotilla éste aquí y lo difunda. No me importa, sólo quiero ganar, me da risa, ella quiso escapar, justo ahora, sabiendo que es un contrato legal, y que nos beneficiará a los dos. El bebé, por supuesto estará a mi cargo, será mío. Como mi padre lo hizo conmigo. Así será, y ella no podrá decir nada , no tiene derecho.


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Bebé Por Contrato (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora