CAP. 84 EL FINAL DE MI TORTURA

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Abro los ojos lentamente, me lastima mucho la luz. Respiro hondo y tomo fuerzas para poder hablar, la verdad es que tengo la boca seca.

-Barry- mi niño está sentado en un sillón tomando una siesta- Barry- llamo entusiasmada, saber que él está aquí me pone de muy buen humor.

-Kelly, despertaste- que observador.

-Hola Barry- con todo el valor del mundo pregunto -¿qué le pasó al bébé? -no recuerdo nada de lo que pasó, los doctores me aseguraron que todo iba bien hasta que sin más me dormí.

-¿No recuerdas nada?

-Barry por favor dime si mi bebé está bien- suplico.

-Quiero que estes tranquila, el bebé está bien, es un niño- dice sonriente, no recuerdo cuantas veces deseé que fuera niño y estoy tan feliz de que así sea. Los ojos me arden, quiero llorar y como es costumbre no me detengo, lloro desconsoladamente, sentí que jamás iba a despertar, sentí que dejaba a mis hijas y a Barry, sentí que mi bebé no viviría.

-Pensé que iba a morir -lloriqueo- te juro que me estaba muriendo de miedo, tenía el presentimiento de que algo malo iba a pasar y a sentir que estaba viva pensé que mi bebé no lo estaría.

-Tranquila guapa, no pasó nada, estás aquí conmigo igual de hermosa que siempre, te amo mucho -me da un beso en la frente y también llora- yo también sentí que me dejabas, no podía dejar de pensar en que me abandonarías. Gracias por no dejarme solo.

-Te amo también, no pienso dejarlos- quisiera darle un beso en los labios pero estoy segura de que tengo mal aliento.

-Llamaré al doctor, dame un momento- Barry sale de la habitación y regresa acompañado de un equipo de médicos. Todos me miran atentamente y entre ellos comentan mi caso. Me gusta ser el centro de atención.

-Señora Freeman, me emociona mucho que se esté recuperando muy rápido, al paso que va en menos de una semana podría irse a su casa- revisa mi expediente y al final pide que me den mediación.

-Espero poder ir a casa lo antes posible -contesto, -también quiero ver a mi hijo.

-Es el único bebé sin nombre en los cuneros, deberían de pensarle un nombre- sugiere una enfermera de mediana edad.

-Claro que lo haremos- responde Barry irritado.

Un momento después veo a la misma enfermera entrar por la puerta con un bebé en brazos, me lo entrega y siento una paz enorme, está en perfecto estado, está rojo en exceso y arrugado pero aún así se me hace un bebé bellísimo.

-Dios mío -sollozo- está sano.

-Al igual que tú, hermosa- Barry me toma de la mano y me la aprieta, los dos miramos al bebé felices.

-Aún no se distingue mucho pero siento que es igual a ti, ya quiero verlo cuando tenga 6 meses, no me equivocare.

-Las niñas se parecen más a ti que a mí, así que no creo que esta vez sea la excepción. -Comenta Barry.

-Las niñas son una mezcla exacta de los dos- dejo escapar una risa, me siento tan bien teniendo a mi hijo en mis brazos, el saber que está bien me hace tan feliz.

-¿Quieres ir a casa?

-Claro que sí Barry, no quiero hacer otra cosa más que ir a casa y estar con mi familia, estar contigo y que nunca más nos separen. Quiero que sea el final de mi tortura, por favor llévame a casa.

-Claro que sí, mujer...

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Este no es final.

También les quería decir que he publicado una nueva novela y agradecería mucho su apoyo, esta historia es un poco diferente, si les interesa pueden contarla en mi perfil y leer los dos capítulos disponibles.

"Una historia de amor que comienza en una sala de urgencias de algún hospital...

La vida de Fara se ve interrumpida en el momento que un paciente aparece en el hospital en el que trabaja, un paciente que a partir de ese día jamás la dejará de pensar..."

Bebé Por Contrato (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora