CAP.11 CARA DE DESPRECIO

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Ahí viene la que se pretendía escapar...

Después de la boda por el civil, como toda fiesta, en la recepción, eramos el centro de atención. La mamá de Kelly vino hacia mí en varias ocasiones, preguntándome si me pasaba algo, que por qué era la cara de desagrado, pero no diría nada de lo sucedido, no podía porque ante todos Kelly me ama.

—Barry, por favor... —Empieza a decir Kelly.— Perdón... ¿Quiere...

—Olvidalo—la corto.

—Pero, Barry, escuchame—pide.

—No voy a hablar de esto ahora—gruño.

—Tan siquiera, quita esa cara de desprecio hacía mí, por favor. —Se cruza de brazos ofendida.

—Oye, Kelly, en parece de muy mal gusto que te enojes tú, cuando tú eres la que me deberías estar pidiendo perdón.—Susurro.

—¡Ya es hora de bailar el vals!—Grita emocionada la mamá de Kelly, y una de sus amigas. Señora, no haga que la odie, como a su hija.

—Vamos, Barry.—Dice Kelley mirándome con esperanza de que no haga una cosa rara, como no me queda de otra, empezamos a caminar hacia la pista, dónde todos están al rededor. Forzo a mis labios hacer una sonrisa falsa y Kelly lo nota, y me da un pellizco, ¿pero que le pasa? Todos nos invitados, aplauden y sonríen, la mitad de ellos son familiares de Kelly y la otra mitad son mis socios y unos cuantos viejos amigos. A lo lejos, al dar una vuelta, veo a Gabriela. Me quedo literalmente en coma, ¿Qué hace ella aquí? De repente Kelly se separa de mí y empieza a bailar con su papá, las manos de Carlota me toman por sorpresa, sacándome del trance en el que me metí.

—Hola, cariño.—Sus palabras de amore tocan la fibra sensible.—Ya eres de la familia,quita esa carita de amargado. —Me sonríe,el baile termina y yo solo me quedo parado mientras veo como otra pareja viene a bailar con nosotros. Por Dios santo, ¿cuándo se va a acabar esto? 30 minutos después, Kelly y yo de nuevo estamos juntos. Yo para aparentar, sonrío como nunca.

—Gracias por quitar la cara del amargado. —dice Kelly.

—No digas nada. —La corto. Sigo enfadado y quiero que lo sepa. El bailecito al fin termina y me siento bien. De nuevo nos sentamos juntos en nuestra mesa, con la mirada busco a Gabriela quien en menos de 5 segundos la localizo, viene en un vestido ajustado color negro, es de encaje. ¿Lo habrá hecho al propósito lo del encaje? Sabe que me gusta,su mirada me encuentra, está junto a la fuente del jardín. Miro a Kelly y ella en verdad está hermosa, pero Gabriela la opaca. Mierda, la verdad que no, Kelly tiene mejor aspecto.

—Muy bien, ahora mismo empezarán a servir el bufete—dice Cristina, la organizadora.

—Perfecto, que comiencen. —Respondo—Cristina.—la llamo.—Quiero que la señorita de negro, la que está junto a la fuente sea colocada en una mesa por favor, no está en la lista pero es mi amiga. —Kelly al escuchar eso, voltea hacia dónde he dicho.

—¿Qué hace ella aquí?—Dice indignada.

—Ni siquiera yo sé.—Digo de mala gana.

—Cristina —la organizadora se da media vuelta y regresa.

—Haga que la de negro salga de aquí, que la echen.—Yo la miro sorprendido.

—¿Pero que te pasa? —digo frustrado.

—No la quiero aquí, Cristina, por favor, si ella no está en la lista, que la saquen. —Pide con amabilidad.

—NO LO HAGAS. YO SOY QUIÉN TE VA A PAGAR. YO MANDO. —Kelly me mira indignada, a Cristina no le queda otra que hacer lo que yo pido.

—La acabas de cagar. —Dice Kelly.

—Como sea—mi indiferencia le molesta.

La fiesta prosigue, todos están amimados a nuestro alrededor, pero nosotros dos estamos enojados y malhumorados. Yo por descubrir a Kelly en fuga y ella por mi indiferencia.

—Haber chicos,—Carlota quien nos mira preocupada se acerca a nosotros y dice: —Hagan el favor de poner una cara feliz.

—Lo siento mamá, pero me duele la cabeza y hemos discutido.—Comenta Kelly.

—Nada de dolores, los quiero ver contentos y juntos. Ahora mismo te trqigo una pastilla. —Carlota se va y enseguida viene con la pastilla.

—Gracias mamá.—Ella dibuja una sonrisa en su rostro y nos deja.

—Mira Barry, sé el porqué de tu enojo, y la verdad me parece absurdo, todo lo que ves, todo lo que está pasando, es nada más y nada menos que un contrato, por favor, no me gusta que te componentes así, tan niño. —Me toma de las manos y dice —Solo quiero que entiendas que eato me hace sentir vacía, pero que cumpliré, te ayudare. Así que mejor hay que actuar que tus socios están viéndonos.

—Bien. —Digo, no puedo decir nada más, aún sigo indignado, y ahora sus palabras me han dolido. Ahora me siento sólo, miro a todos como Kelly dijo, todos están felices, con su familia, celebrando por Kelly, pero ¿quien me festeja a mí? ¿Quien siente una felicidad sincera por mi boda? No hay nadie que lleve una pizca de mi sangre. Ni mi papá ni mi mamá, ni mi abuela. Tengo ganas de llorar. Con ganas de calor y cariño, me acerco a Kelly, y sostengo su mano y la abrazo. Todos nos miran, y eso no me gusta, me pone nervioso.

—¿Ya se te pasó el enfado?—Dice sonriente.

—Ya.

La boda trascurre bien, nos tomaron miles de fotos, un reportero se infiltró pero no lo detuvimos ni nada, le permitimos que nos comprara la nota. Partimos la tarta he hicimos lo que faltaba, lo único que quería saber era cuando iba a venir a tocar la banda que Kelly contrató. Según ella son sus amigos del instituto, y para ella era muy importante que estuvieran.

—Mira ahí vienen —seis chicos vestidos de traje vienen acercándose, detrás de ellos viene una chica de cabello negro y largo. Supongo que ella es amiga de mi Kelly, de Kelly. Vienen hacia acá, supongo que a saludar.

Los siete abrazan a Kelly, yo solo sonrío, y cuando todos me miran, me levanto para darles un apretón de mano.

—Mucho gusto, cuida de mi Kelly, los 7 somos sus mejores amigos. No le hagas daño maldito. Soy el vocalista.—Me dice un chico de tez banca con el cabello corto y normal. Kelly me toma de la mano, y me jala más contra de ella.

—El es Barry chicos, mi lindo y precioso marido. Siento no habérselos presentado.—Sonríe.—Barry, ellos son mis mejores amigos, Archer, el vocalista y trombinista, Lizeth, mi mejor amiga, Emilio, el del bajo y el trompetista al igual que Louis, Cristian 1 el basterista, y el otro Cristian, el saxofonista.—Ella habla de ellos con mucho cariño.

—Tocaremos un poco de Jazz —Dice Lizeth.—Después un poco de rock.

—Nos parece bien—Ellos me sonríen como si ya perteneciera al grupo.

Tocan el mejor jazz del mundo, creo que Kelly me conoce bien, el jazz me gusta, y me pongo un poco del mal humor cuando cambian de genero, tocan canciones de rock alternativo que pues son pasables.

Todo el mundo se empieza a a marchar, Kelly se desmorona en mis brazos, todos vienen a despedirse. Encamino a Kelly a la entrada de la casa, pero algo o alguien nos detiene.

—Que sean muy infelices. —La voz de Gabriela hace que Kelly se reactive.

—Por dios Gabriela. —Digo un poco triste. Tiene el maquillaje corrido y de sus ojos caen grandes gotas de agua salada, lágrimas.

—¿Piensas que haz ganado con tenerlo? Ni siquiera se aman,necesito una explicación Barry.—Gabriela es una chica muy voluble, no quiero romperle el corazón, pero ella solo me quería por algo, mi dinero.—Yo en verdad te amaba —Ella se da la vuelta y nos deja perplejos.

—Creo que te debiste quedar con ella. —Comenta en mi pecho.

—Vamos te llevare a la cama. Mañana nos iremos a la luna de miel.

Bebé Por Contrato (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora