CAP. 46 INCOMODIDAD

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-Me tengo que meter a la ducha-murmura Barry en mi cuello.

-Bien-me aparto de él.

Aún seguimos en la cama, ayer llegamos súper cansados del centro comercial. Fuimos de tienda en tienda, Barry se excedió al comprar tantas cosas. Algunas nos las traerán a domicilio pero otras las trajimos a casa.

-¿Que haremos con las cosas de los bebés?-se me olvida que son dos, por eso tantas cosas.

-No lo sé, se supone que viviremos en la casa que acabas de comprar, así que sería mejor esperar para acomodar todo.

-Mira, voy a contactar a una diseñadora de interiores, quiero que vayas con ella para que le digas que es lo que quieres, ¿te parece?-se levanta de la cama con pereza.

-Me parece, pero que ya sea porque me aburro mucho.-Bostezo.

-¿Y Rease?¿Para qué le pago? Sal y tú ve a los lugares que quieras. Ya me arreglaré, no quiero que se me haga tarde para ir al trabajo, tengo muchas cosas que atender.-Entra al baño y se desviste con la puerta abierta. Me volteo y miro el techo, no quiero ver cosas raras.

Me acaricio el vientre con las yemas de los dedos con suavidad, estos dos críos me van a hacer la vida imposible pero a la vez feliz y eso es un gran reto.

-¿Qué piensas?-evito mirarlo.

-En lo difícil que será críar dos niños y lo bonito que será.

-Será un reto-afirma. Escucho como abre el grifo de la regadera, también quiero bañarme, si tuviera toda la confianza del mundo iría y me bañaría con él.

Veinte minutos después los dos estamos desayunado, es muy temprano, pero realmente quiero desayunar acompañada y no con Tita haciendo los deberes ignorándome.

-Oye-llamo a Barry-quiero que Mónica se vaya-no son celos, es preocupación. Barry evita una carcajada-hablo en serio-gruño.

-No sí-sonríe-Verás Kelly querida, ella no se puede ir, ha firmado un contrato por 5 meses, no puedo despedirla sin una causa justificada. Me podría demandar.

-¿YYYY?

-Pues que no puedo, no sé di necesita realmente el trabajo, no quiero ser un imbécil.

-¿Te preocupa más ella que la salud y bienestar mental de tu propia esposa?-digo ofendida.

-No la echaré Kelly, no puedo.

-Bien, pues tan al menos que se limite por favor.

-Ajá, le llamé a Rease, vendrá como en dos horas para llevarte a la casa de tus papás.-Se levanta de la silla y deja el plato en el fregadero.

-¿qué? Yo no quiero salir.

-Ya le dije, además debes de ir, no quiero que estés sola, ¿si?.

-Bien, creo que iré después a otro lugar, ¿esta bien?-quiero ir a ver a Ben.

-Bien, sí. Haz lo que quieras-me dedica una sonrisa amplia.

-Me voy-camina hacia mí y me deposita un pequeño beso en la frente.

Lo miro a los ojos, sus bellos ojos. El corazón me late desembocando cada que lo miro, es tan raro pero grato. Su olor a menta me vuelve loca.

-Creo que me gustas -digo en voz muy baja.

-¿Puedes repetirlo? -gracias a dios no me ha escuchado.

-Nada, Barry.

-Bien, nos vemos.-Se retira intentando abrocharse el botón del saco.

Bebé Por Contrato (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora