33.Sonrisas

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Narra Noodle

Me desperté y aún seguía en la caja, el encargado de sacar los paquetes me sacó del camión y caminó hasta una puerta.

Así que esta era la casa de Murdoc, nada mal...

Mientras tocaba el timbre preparé mis puños para lo que venía, lo tenía bien planeado.

La puerta se abrió y salió.

Ay, Murdoc no ha cambiado en nada, bueno... Parece estár más alto y un poco más delgado.

-¿Qué? -habló secamente

-Llegó esto para usted, firme aquí.

-¿Eh? Pero yo no pedí nada...

-Señor, necesito que firme aquí por favor. Este paquete llega de Tokio.

Murdoc no refutó más y firmó la hoja

-Que tenga un buen día. -el chico se fue y Murdoc contempló la caja, me cuidé de que no me viera a través del pequeño agujero que hice.

Me metió a casa hasta la cocina, cogió un cuchillo y comenzó a cortar la cinta que cubría la tapa de la caja.

Apenas vi un rastro de luz entrar y chocar con mi rostro, salté y le tiré un fuerte golpe en la cara a Murdoc.

-Hola, Mudz. -sonreí

-Ouch... ¿Quién mierda e...? Oh, Satán

Puse mis manos tras mi cintura y comencé a meserme como una niña

Él se acercó a mí y me abrazó, hace mucho que no sentía su calidez.

-Te extrañé mucho, Murdoc -hablé

-Y yo a ti. Haz crecido más, ¿Cómo supiste donde estaba?

-Tengo mis contactos -le guiñé una ojo- linda casa.

-Gracias.

Me ayudó a salir de la caja, agarré mi mochila y él me guío a la sala. La decoración navideña no faltaba. ¿En serio Murdoc había decorado eso solo? Estaba muy bien puesto y todo en orden... Es demasiado extraño.

-Hey, Mudzy. Traje tu abrigo, no quiero que te resfríes -oí una voz femenina y volteé inmediato

Se trataba de una chica pelirroja bajando las escaleras con una enorme sonrisa, muy guapa.

-Oh... No sabía que tendríamos visitas -rió y se acercó a mi- Soy Lenna, mucho gusto.

Nos saludamos con un beso en la mejilla

-Noodle.

-Oh, dios. ¿Tú eres Noodle? -abrió mucho los ojos

-Ah... Sí

-¡Es un placer tenerte aquí! Murdoc me ha hablado mucho de ti, es genial al fin poder conocerte.

-Oh, ¿en serio? -reí amistosa

-Cosas buenas, por supuesto. -me devolvió el gesto. Que agradable chica.

Murdoc encendió un cigarrillo con su misma seriedad de siempre.

Me pregunto que será ella de Niccals, ¿Su amiga? No me atreví a preguntar, nos sentamos en los sillones y comenzamos a hablar. Fue una tarde muy cálida, la fogata nos calentaba a todos, afuera nevaba.

-Te quedarás en el cuarto de Russel por mientras -me dijo Murdoc

-¿Russ? ¿Russ está aquí? -me emocioné de tan solo imaginarlo

-No, aún no. Vendrá en dos o tres días

-¡Eso es genial! -sonreí

-2D vendrá con él.

-Oh... Eso es genial también -no puede ser. No sabía cómo reaccionar así que solo volví a sonreír.

Muchos recuerdos se me vinieron a la cabeza, sin duda esto me sacó de trance.

-¿No es genial? Al fin estamos juntos otra vez -sonrió

-Sí... Oye Murdoc, ¿Quién es esa chica? Me cayó bien

-Oh, ella es mi... Eh... Cómo decirlo

-¿Es tu novia? ¿Están saliendo?

-Ajá... -se rascó la nuca con una mueca

-¡No puedo creerlo! ¡Al fin sentaste cabeza! -ambos reímos- espero que sigas así.

-Eso intento... Y hasta ahora voy bien.

-Suerte en ello. Buenas noches, Murdoc -sonreí

-Descansa, Noodz. -salió de la habitación. Me di una ducha en el baño que estaba dentro de la habitación y me cambié con una pijama. Me recosté bajo las sábanas y me cubrí con las sábanas.

Marshall apareció en un abrir y cerrar de ojos. Sonreí al verlo.

-Te vez sexy con esa pijama de conejos -rió e hice lo mismo.

Se metió bajo las sábanas, su cuerpo estaba caliente, ideal para este frío. Le di un beso en la cabeza y otro en los labios, comencé a acariciar su cabello

-Descansa, Noodle -susurró







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Me he dado cuenta que ustedes se emputan cuando ven a la fideos con novio xD quieren solo a 2D con ella >:v












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