9.

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Narrados omnisciente

Murdoc oyó el fuerte gritó de 2D, no le tomó importancia y siguió disparándole a los piratas que venían a atacar su isla.

De pronto todo comenzó a temblar y una ballena voló por los aires.

-¿Pero que mierda? ¿Cyborg, viste eso o me estoy volviendo loco?

Las olas subieron, y de ellas salió un gigante y enojado Russel

-Oh, por satán... -Russ miraba a Murdoc fijamente mientras Booguieman y los piratas huían.

El gigante abrió la boca y de ella salió una chica con un vestido de enfermera y unas medias largas rayadas. Lo que más le llamó la atención al verdoso fue esa máscara tan peculiar que le cubría el rostro.

-¡Russ! -gritó Murdoc sonriente- Que bien te ves, amigo. Veo que traes a una compañera. ¿No me la presentas?

Noodle caminó hacia Murdoc con una furia enorme

-Hola, preciosa. Soy Murdoc Niccals -dijo coqueto. Ella se paró en frente de Murdoc y se quitó la máscara dejando al descubierto su rostro herido- OH, POR TODOS LOS DEMONIOS... -Murdoc no lo pensó dos veces y abrazó a Noodle con fuerza, ella lo empujó e fuertemente y le propinó un fuerte puñetazo en el rostro haciendo que este cayera a la arena

Murdoc se llevo una mano a la zone herida

-Qué mujer... -suspiró

-Donde está. -Habló la nipona con furia notoria

-¿De que hablas?

-DONDE ESTÁ -repitió esta vez tomando a Murdoc por el cuello de la camisa

-Oye... Si te refieres a Cyborg...

-¿Me llamó, amo? -todos voltearon al oír la voz de la robot.

Cyborg cargó su escopeta al ver que su amo estaba siendo atacado

-¡Baja el arma, Cyborg! -ella obedeció

-Así que es cierto... Hiciste una copia mía.

-Noodle... Ella solo es mi guardaespaldas, no la usé como guitarrista ya que no sabe tocar

-No te creo nada. Habiendo tantas chicas... ¿La hiciste como yo?

-Bueno... Yo si te extrañé, niña.

-Tengo 20 años. Llámame por mi nombre. -habló firme

Russel solo observaba todo con calma.

-¿Donde está Stuart?

-En su habitación. ¿Van a quedarse aquí?

-Pues, no vine de visitas, Niccals. Por cierto, quiero un cuarto grande. -dijo caminando por la arena intentando relajarse

-Puedes dormir con Cyborg.

-Ni lo sueñes.

Noodle tomó un poco de aire, estaba exhausta

-Wow, Russ. ¿Que tal, viejo? -Murdoc soltó una carcajada al ver el tamaño colosal de su amigo

"¡MURDOC!" la voz de 2D llegó a los oídos de los 3

-¿Donde lo tienes? ¿Que le estás haciendo?

-Oye, yo no...

"¡SAQUENME!"

-¡CÁLLATE, FACE-ACHE!

Noodle le arrebató la escopeta a Cyborg y entró a la lujosa casa construida por Murdoc

Siguió los gritos de 2D hasta un cuarto muy profundo y derribó la puerta dándole fuertes patadas

Ahí estaba él. Pálido, delgado, temblando...

-N-n-no me mates... -cubrió su rostro con sus manos y se alejó

Noodle dejo caer la escopeta y se arrodilló, gateó hacía él, tomó su rostro con sus manos. Estaba helado...

-Que te han hecho... -susurró Noodle y bajó sus manos al cuello de Stuart.

-... p-perdón que te lo pregunte, p-pero... ¿Quién eres?

Ella se levantó la máscara lentamente, dejando ver su rostro

-Oh por...

Ambos se abrazaron fuertemente, Stuart comenzó a llorar sobre el hombro de Noodle, ella solo acariciaba su cabello

-Shhh... Todo está bien. -susurro ella para calmarlo

-No sabes cuanto te extrañé... Lo peor fue... Que nunca pude pedir perdón -sus sollozos aumentaron

-Oye, ya no importa...

Stuart se separó un poco de ella, puso su mano en el cuello de Noodle y la besó.

Lo estaba haciendo, estaba besando a Noodle. No sabía el porqué, solo lo hizo. Sentía muchas ganas de hacerlo y no resistió, en verdad la había extrañado, la amaba. La amaba tanto que no podía dejar que se vaya otra vez.




SilenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora