42.Regalos

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Capítulo dedicado a RenataParada1amé tu mensaje ❤

Narra 2D


Una semana. Una semana sin hablarle y estoy muriendo. Ni siquiera me mira, es como si fuese invisible para ella.


Está matándome.

Estábamos solo los 2, en casa, todos se habían ido. Noodle estaba preparando su desayuno mientras yo estaba sentado en la mesa, esperando tener una conversación con ella.

-Noodle... Noodz... Noodzy -murmuré, pero me ignoró una vez más.

Apoyé mi cabeza en la mesa dándome por rendido, ella se sentó a un lado de la mesa y comenzó a comer su leche con cereal.

-Te ves muy linda con el cabello despeinado -sonreí pero no respondió.- ¡Noodle, ya para! ¡Ya aprendí la lección y no tienes que repetirme indirectamente que soy un completo idiota por que me duele! -dije al fin

-¡Vaya! ¿¡Y tú crees que no me dolió lo que vi ese día!? ¡Eres un egoísta, sólo piensas en tí!

-¡No es cierto! ¡Te he pedido miles de disculpas!

-¡Pues no te perdonaré hasta que no vea un cambio!

-¿¡Cambio!? ¡Dios mío, Noodle! -dije dando un fuerte golpe a la mesa.

-¡Es imposible desayunar contigo! -se levantó de la mesa llevando consigo su taza, que por cierto era mía, de cereal.

-No. -la tomé de la mano impidiendo que se vaya- No vas a irte.

-¡Suéltame!

La apoyé contra la pared y tomé su otra mano

-¡Suéltame, 2D! -forcejeó- ¡Suéltame o rompo esta maldita taza!

-Es una taza firmada por mi escritor favorito, no lo harías.

-¡Suéltame ahora!

No hice caso

-Bien...

-¡No te atrevas! -soltó la taza y ésta cayó al suelo partiéndose en muchos pedazos.

Solté un pequeño grito de susto y la miré molesto, ella me devolvió la mirada. Estaba enojado. La tenía acorralada, no podía irse ni moverse.

Noté como su rostro cambiaba de expresión y se lanzó a a mis labios, puso sus manos en mi espalda, me quedé atónito por un momento, pero luego me dejé llevar.

Subí mis manos a su cintura, caminamos sin dejar de besarnos hasta la mesa, en donde se sentó y abrió sus piernas para yo poder colarme entre ellas.

-Lo siento. -susurré

-Cállate -me quitó la camiseta y luego la suya.

Besé su cuello y mordisqueé el lóbulo de su oreja, haciendo que soltara pequeños gemidos

Me desabroché la correa y bajé mis pantalones seguido de mis bóxer, ella se deshizo de sus shorts rosas.

Aparté todo lo que había en la mesa y la recosté en ella.

Comencé a penetrarla cuidadosamente, Noodle abrazó mi cintura con sus piernas y comenzó a arañar mi espalda

-Ah... ¡Oh dios! -gimió

SilenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora