One-shot's Anime [Pedidos Cerrados]

Yuri Plisetsky [YOI!!]

Advertencia: Ninguna.

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Estaban en pleno invierno y de noche, hacía mucho frío. Pero eso poco les importaba a dos niños de exactamente diez años. La pequeña, llamada ______ se iba de viaje durante cinco años por cuestiones de trabajo de su Padre. No podían oponerse lamentablemente, se separarían por mucho tiempo.

No se verían, no se abrazarán y lo más importante, Yuri no podría decirle lo mucho que la amaba hasta que ______ vuelva. Y será en muchísimo tiempo. Puede que ______ ni lo reconozca cuando ella vuelva de Alemania.

Alemania para el colmo.

—_______, ¿De verdad me dejarás acá?— Preguntó el pequeño rubio una vez que puso la cabeza de un muñeco de nieve.

—Yuri, no lo digas así...me haces sentir mal.— Murmuró la chica mirando atentamente al chico—. Y-yo tampoco quiero irme...

El rubio enfocó su mirada en su mejor amiga y abrió sus ojos con pánico al ver sus ojos cristalizados.

—¡No llores! ¡Cálmate!— Se acercó hacia ella rápidamente y la abrazó con fuerza, acariciando su cabello con delicadeza—. Esa no era mi intensión.

—L-lo sé...pero igualmente no quiero irme de acá.— Hizo un puchero y correspondió al abrazo del ruso.

—Pero nos volveremos a ver, en unos años más pero lo haremos.— Le sonrió tiernamente y limpió las pequeñas lágrimas que caían por los ojos de su mejor amiga—. Sólo promete que no me olvidarás.

—¡Nunca!

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A ______ le disgustaba por completo los que estaba viendo, recién había llegado a Alemania con su familia y no le agradaba para nada. Suspiró molesta cuando su Papá le dijo que se ponga el cinturón, hizo caso a regañadientes.

Pero cuando su vista volvió al frente sus ojos se abrieron a tope, un camión se dirigía directamente hacia el auto donde estaba ella con sus Padres, su Madre la miró y logró escuchar un "Te amo".

Eso no fue lo último que escuchó, lo último que escuchó fue una explosión, que sonó prácticamente al lado suyo.

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Habían pasado años, cinco siendo exactamente. Nuestra protagonista suspiró aburrida mientras leía un libro, ya era la quinta vez que se leía el mismo libro. Se levantó de dónde estaba y caminó hasta la cocina en dónde estaba su Padre bebiendo un café mientras leía el diario.

—P-Papá...— Habló con inseguridad y se acercó a él con lentitud—. He l-leido el mismo libro durante una semana...

El hombre suspiró e hizo diversas señas con las manos.

"¿Qué libro quieres que te compre?"

—P-pues...no me gusta que esté en Alemán...