monstruo

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Después de su último examen, el de Historia de la Magia, Helena caminaba sola por los pasillos de la escuela. Estaba absorta en sus pensamientos hasta que, bruscamente, alguien la agarró por los hombros. Se dio la vuelta sin saber muy bien qué pasaba, y se encontró con Montague, el capitán del equipo de Slytherin, que la miraba con una sonrisa psicópata.

- Con las manos en la masa... -susurró y la arrastró por el pasillo. Con una mano le agarraba del hombro (hasta el punto de hacerle daño) y con la otra la apuntaba con la varita.

- ¿¡Qué estás haciendo!? -gritaba Helena, intentando deshacerse del agarre del corpulento chico. Se dirigían hacia el despacho de la profesora Umbridge. Montague agarró a Helena del pelo. Las lágrimas de la chica se acumulaban en sus ojos debido al dolor.

El Slytherin abrió la puerta del despacho de Umbridge de una patada, y Helena se sorprendió al ver que estaba lleno de gente. Los Slytherin (miembros de la Brigada Inquisitorial) destacaban entre ellos por sus sonrisas autosuficientes, mientras que los Gryffindor y Luna Lovegood estaban amordazados. Pero Helena no había visto a Draco, que estaba apoyado en el alféizar de la ventana con la varita de Harry en la mano. El rubio, al ver a Helena, borró automáticamente la sonrisa de la cara. Helena trató de dar un paso hacia delante, pero Montague la tenía firmemente agarrada del pelo, por lo que sólo pudo ahogar un grito.

- Tengo a otra, profesora -anunció Montague, y tiró de Helena hacia el centro del despacho-. Iba sola por el pasillo -Montague sonrió cínicamente-, intentando escapar. La atrapé a tiempo.

- ¿¡Escapar de qué!? -preguntó Helena con la voz rota y al borde de las lágrimas. No sabía qué estaba pasando.

Miró a Hermione sin entender, y la castaña la miraba con pena.

- Profesora, ella no...

- ¡Silencio! -gritó la profesora Umbridge. Se acercó a paso lento hacia Helena-. Deja de hacerte la desentendida, al fin y al cabo eres un monstruo. Y no queremos monstruos en Hogwarts, ¿verdad que no, chicos?

Helena no se sorprendió al ver que los de la Brigada Inquisitorial respondían con una sonrisa a la pregunta de Umbridge. Tampoco se sorprendió al ver que Draco no contestó. Lo que sí le causó sorpresa, fue lo que vino después.

La profesora Umbridge, con las cejas arqueadas, se acercó a la ventana donde se encontraba el rubio. Con una voz extremadamente dulce, dijo:

- Disculpa, Malfoy, pero creo que no te he oído -sonrió-. No queremos monstruos en Hogwarts, y Helena Wheeler es un monstruo, ¿verdad?

Helena sentía que en cualquier momento el alma se le caería a los pies. Harry se levantó bruscamente al oír a la profesora Umbridge, pero ésta movió su varita, y el azabache quedó sentado de nuevo.

- ¿Verdad, Draco? ¿Qué es Helena Wheeler? -preguntó con voz melosa.

Draco no miraba a Helena. Tenía la vista fijada en la varita de Harry. Pero, de pronto, levantó la vista y la miró. Luego, dirigió su mirada a la profesora Umbridge y, sacando la sonrisa que tanto le caracterizaba, contestó:

- Un monstruo.

Helena se tambaleó un poco. Con las lágrimas cayendo de sus ojos, vio que Harry volvió a hacer el amago de levantarse de su asiento.

- Quieto ahí, Potter -le advirtió la profesora Umbridge-. Si no vas a decirme con quién querías hablar, no tengo otra alternativa que obligarte. Draco, ve a buscar al profesor Snape.

Malfoy parecía aliviado de haber recibido permiso para salir de aquel despacho. Se guardó la varita de Harry en el bolsillo y, mirando al suelo, salió en dirección a las mazmorras. Helena lloraba en silencio, bajo la atenta mirada de Hermione.

fireproof; draco malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora